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Los emprendedores más exitosos del mundo comparten algunos atributos sorprendentes que ayudan a explicar por qué sus ideas aparentemente locas encontraron tracción.

Cuando Manyasiri ‘Pear’ Chotbunwong cumplió 15 años, de repente dejó de menstruar. Aunque estaba preocupada, la adolescente tailandesa no confiaba en contárselo a sus padres o a algún profesor de confianza, ya que los arraigados tabúes culturales hacían que el tema de la menstruación estuviera estrictamente vedado.

Pasó meses angustiada y en silencio, pensando en que algo estuviera mal. Finalmente, habló con su madre, y poco después le diagnosticaron síndrome de ovario poliquístico, una enfermedad tratable que afecta a alrededor del 10% de las mujeres jóvenes.

Cuando Chotbunwong se dio cuenta de que muchas de sus amigas también habían pasado por lo mismo, sintiéndose avergonzadas al buscar ayuda, se comprometió a hacer algo al respecto.

“Es posible crear un cambio, aunque no tengas experiencia”.

– Manyasiri ‘Pear’ Chotbunwong

Su extraordinario trabajo en los últimos tres años ha fomentado el debate al tema más que cualquier campaña de información pública, y no sólo eso, sus acciones representan una guía sobre cómo mejorar las habilidades y atributos necesarios para ser un emprendedor de startups disruptivas de éxito.

De hecho, cualquier empresa que quiera crecer o innovar, puede aprender valiosas lecciones de la joven que aún tiene sólo 18 años y ha ganado importantes premios internacionales por su trabajo.

“Lo que me motivó fue mi pasión por desestigmatizar la menstruación. Era algo muy personal para mí, ya que había experimentado el aislamiento de primera mano. No tenía idea de qué hacer. Pero es posible crear un cambio, aunque no tengas experiencia”, explica a The CEO Magazine.

Antes de entrar en el innovador trabajo de Chotbunwong, merece la pena considerar las cinco características que comparten las startups disruptivas más impresionantes, según Faster Capital:

1: Su idea es mejor que cualquier producto o servicio disponible actualmente.

2: Su estrategia empresarial es única.

3: La tecnología innovadora les da una ventaja competitiva

4: El mercado al que se dirigen tiene potencial de crecimiento.

5: Las dirigen personas apasionadas y decididas.

Una historia revolucionaria

El primer paso de Chotbunwong fue formar una organización llamada HER para debatir abiertamente sobre periodos menstruales y terminar con la desinformación cultural.

El tema se consideraba tan desagradable que muchas adolescentes se sentían avergonzadas al solicitar productos sanitarios, mientras que a las reclusas se les negaban por completo.

“Tengo que compartir mi fuerza interior con los demás y transmitirles el valor para defender algo grande e importante para un individuo.”

– Manyasiri ‘Pear’ Chotbunwong

Durante semanas de investigación, descubrió que las compresas reutilizables podían fabricarse a partir de un subproducto de la caña de azúcar. Tenía una idea revolucionaria, pero necesitaba que fuera asequible.

Su solución fue pagar a ex presos, quienes fueron rechazados por la sociedad tailandesa tras su liberación para que los fabricaran a gran escala.

Estrategia única

Pronto, su red de estudiantes superó los 12 mil, incluyendo a muchos de Estados Unidos; los productos los distribuía no sólo en Tailandia, también en otros cinco países. El potencial de crecimiento era prácticamente ilimitado.

“Desafiar opiniones es difícil sobre todo cuando no hay una red de confianza a la cual recurrir; pero cuando me enfrento a duras críticas, lo que me hace seguir adelante es la creencia de que mi voz será lo suficientemente fuerte como para cambiar mentalidades e impulsar las voces de los demás. Como disruptor, tengo que compartir mi fuerza interior con los demás y transmitirles el valor para defender algo grande e importante para un individuo”, señala.

Negocio arriesgado

La valentía y determinación fueron parte de los disruptores industriales de mayor éxito de la última década, según el galardonado autor Pascal Dennis, fundador de la consultora empresarial líder Lean Pathways.

Sostiene que cada uno de ellos mostraba una tolerancia al riesgo inherentemente alta y una autoestima anormalmente fuerte.

“La mayoría de las innovaciones fracasan aunque estén muy bien planeadas, pero el emprendedor no ve bloqueos, sólo soluciones”, explica a The CEO Magazine.

Antes de lanzar su empresa hace 23 años, Dennis era un ingeniero bien pagado, pero decidió arriesgarse.

“Todo el mundo intentó disuadirme, pero yo no veía riesgos sino oportunidades. En retrospectiva, todo tenía sentido, pero en los primeros años hubo muchas cosas que salieron mal. Si hubiera sentido el riesgo con la misma intensidad que los demás, ¿habría podido seguir a pesar de todos los fracasos?”.

“La mayoría de las innovaciones fracasan aunque estén muy bien planeadas, pero el emprendedor ve soluciones.”

– Pascal Dennis

Tener el valor de apostar lo que tienes por un anhelo es sólo el principio del viaje hacia la riqueza. Para mantener el rumbo, se necesitan otras dos cualidades muy poco frecuentes, dice Charlene Li, autora de The Disruption Mindset, quien ha asesorado a la mitad de las 30 empresas del Dow Jones Industrial sobre liderazgo transformador y transgresor.

“Lo primero es darse cuenta de que ninguna idea está completa desde el inicio, requiere perfección, adaptación y renovación constante. Lo que distingue a los líderes disruptivos es que analizan a los futuros clientes, no a los actuales. Y cuanto más lejos miran, más disruptivos son”, comparte.

El segundo atributo que tienen en común los iconoclastas corporativos es el de compaginar la ambición con la realidad.

“No se conforman con ser ‘lo suficientemente buenos’ pero tampoco aspiran a la perfección. Equilibrar el cambio y las dinámicas tradicionales puede ser difícil”, señala.

Li cita a Paul LeBlanc, presidente de la Southern New Hampshire University como el mejor ejemplo de un disruptor.

En 2003 era una pequeña universidad privada con 2 mil 800 estudiantes. Hoy cuenta con más de 160 mil alumnos y es el mayor proveedor de educación en línea acreditado y sin ánimo de lucro del mundo.

“Tu máxima prioridad debe ser invertir en tu gente y crear una gran cultura. Si no lo haces, sólo contarás contigo mismo”.

– Charlene Li

“¿Cuáles son los retos de una pequeña universidad frente a una de Harvard o el MIT? Paul convirtió la experiencia del estudiante en la pieza central de la estrategia de SNHU, y cambió el pensamiento sobre la educación superior”, indica.

Li también advierte de los peligros de la autoconfianza.

“Tu máxima prioridad debe ser invertir en tu gente y crear una gran cultura. Si no lo haces, sólo contarás contigo mismo, cuando el poder lo genera todo un equipo”, comenta.

Del fracaso al éxito

El fracaso empresarial no siempre es tan malo. A veces, una empresa emergente tiene que estar a punto del fracaso para encontrar su verdadero camino. Se pueden aprender más lecciones de un fracaso que de una victoria. Las primeras dificultades de una firma son señales de una sólida estrategia de lanzamiento.

No es nuevo pensar en que los tropiezos al inicio de un proyecto sean un requisito previo para el éxito. Entre los emprendedores que se recuperaron de la quiebra están Walt Disney, Henry Ford, Henry Heinz, PT Barnum y Donald Trump.

Ya lo dijo Elon Musk sobre los turbulentos comienzos de Tesla: “Pensé que lo más probable era que fracasáramos. Si algo es lo suficientemente importante hay que intentarlo, aunque el resultado probable sea el fracaso”.

Airbnb es el ejemplo perfecto de insurgencia subversiva; la empresa se enfrentó al olvido en 2009, con ingresos estancados en 200 dólares semanales y las tarjetas de crédito de sus fundadores al límite.

Al momento de darse cuenta de que las fotos granuladas y poco iluminadas de los alojamientos en su página de internet no eran atractivas, solucionaron el problema; ante otras dificultades creyeron en su gran idea y trabajaron hasta que funcionó.

“Lo que distingue a los líderes disruptivos es que analizan a los futuros clientes, no a los actuales”.

– Charlene Li

“Aquellas personas que están lo suficientemente locas como para pensar que pueden cambiar el mundo son las que realmente lo hacen”, dijo una vez Steve Jobs.

Cuando regresó a Apple en 1997, tras haber sido destituido 12 años antes, las pérdidas anuales de la empresa ascendían a mil millones de dólares afectada por la competencia de HP y Dell.

Pocos pensaron que la empresa podría sobrevivir, pero Jobs le dio la vuelta al escenario planteándose una pregunta clave: “¿Qué es Apple y dónde encajamos en este mundo?”.

Pronto nació ‘Think different’, y Jobs se mantuvo firme en su camino a la innovación.

La clave de su filosofía era que la invención siempre triunfa, un tema retomado por el cofundador de Paypal Peter Thiel en su influyente libro Zero to One.

Afirma que cada revolución empresarial sólo ocurre una vez: “el próximo Mark Zuckerberg no creará una red social ni el próximo Larry Page desarrollará un motor de búsqueda”.

Lo que no sabes que necesitas

Dominar mundialmente es posible si se cuenta con un producto que nadie sabe que quiere o necesita.

Antes de Uber, todos se transportaban sin problema en taxis convencionales; por otra parte, nadie protestaba en las calles exigiendo una red social hasta que apareció Zuckerberg.

Lo mismo ocurre con Amazon, Netflix, SpaceX, Spotify, TikTok, Alibaba y muchas más. Antes de 2021, nadie había oído hablar de Wordle, pero al año siguiente se convirtió en el término más buscado en Google.

Vender colchones online fue la idea de negocio que impulsó a Casper, que pasó de ser una startup endeudada en 2014 a un negocio de mil millones de dólares en cinco años. Hasta su llegada, los colchones se vendían desde almacenes y se ataban al techo de los coches para llevarlos a casa.

Para sus primeros inversores, era rara la idea de meter un colchón de espuma en una caja de cartón de un metro de alto y enviarlo desde Georgia.

“Al principio, nos reunimos con decenas de inversores que decían: ‘Nadie va a comprar nunca un colchón por internet, es una idea tonta, ¡no lo hagas!’”, recuerda el cofundador Neil Parikh a CNBC.

Lo que llevó el negocio al éxito fue una publicación de Kylie Jenner en su cuenta de Instagram compartiendo su compra; obtuvo la asombrosa cifra de 870 mil ‘me gusta’. Fue un golpe de suerte, ya que la familia estrella de los realities se embolsa casi 2 millones de dólares por este tipo de publicaciones.

“Puede que nunca sepamos cuándo es el ‘momento adecuado’, o cuándo habrá una oportunidad que nos cambie la vida”.

– Manyasiri ‘Pear’ Chotbunwong

Los inversores de capital de riesgo también pensaron que la aplicación de negociación financiera Robinhood era una idea inviable cuando se lanzó en 2013, con el único argumento de venta de que no ganaría tanto dinero como sus rivales.

Vlad Tenev y Baiju Bhatt, fundadores y compañeros en la Universidad de Stanford, tuvieron la visión de abrir los mercados de valores a las masas a través de una plataforma móvil, renunciando a las comisiones de corretaje.

Gracias a los préstamos, la recepción de pagos por el flujo de órdenes y los intereses de los depósitos de sus clientes, en su mayoría millennials, Robinhood tardó menos de una década en acumular 78 mil millones de dólares en activos gestionados y más de mil millones de dólares en ingresos anuales procedentes de sus más de 23 millones de clientes.

El proyecto revolucionó el acceso a los mercados de acciones y representó una nueva era de negociación.

El dinero de los demás

Asumir un riesgo con tu dinero, o incluso con el de un inversor privado, es muy diferente a arriesgar el dinero de tu empresa.

¿Qué debe hacer un mando intermedio con una idea entre manos para romper el status quo si su jefe no está dispuesto a arriesgarse?

“Tus modelos de conducta son los que rompen las reglas. ¿Qué debes hacer: ir a lo seguro? Nadie quiere un empleado imprudente o poco ético”, afirma Andy Binns, autor de Corporate Explorer: How Corporations Beat Startups at the Innovation Game (Explorador corporativo: cómo las corporaciones vencen a las empresas emergentes en el juego de la innovación).

Él comparte seis pasos que los rebeldes de un lugar de trabajo pueden adoptar para lanzar una startup desde dentro:

  • Centrarse en los clientes: Ahora, las empresas están mucho más dispuestas a apostar por una nueva empresa radical si ven que funciona en el mundo real.
  • Apostar por metas altas: Las pequeñas ideas pueden ser menos arriesgadas pero son insignificantes. Intenta resolver un problema que haga una gran diferencia.
  • Inspirar a la gente: No basta con que sepas que es una idea brillante, tienes que compartir con pasión tu visión a las personas adecuadas.
  • Generar impulso: Un proyecto que cuente con el respaldo de personas clave dentro de la organización tendrá mayor impulso.
  • Que la idea no gire en torno a ti: Sí, Jobs, Musk, Bezos y otros desataron sus poderosos egos, pero la búsqueda de atención no es un rasgo atractivo y podría no ayudar en tu caso.
  •  No esperes: Los valores atípicos de una persona impulsan el cambio y presionan para que sus ideas sean aceptadas.

“Los rebeldes no deben esperar ser populares. Lo que importa es la calidad de tu compromiso con tu propósito, y la voluntad de destacar entre la multitud”, dice Binns.

Cuando Chotbunwong decidió intentar aliviar el trauma asociado a la menstruación de las jóvenes de su escuela, no se proponía implementar cambios radicales en la cultura tailandesa.

Lo logró gracias a los principios básicos del espíritu empresarial disruptivo: pasión, originalidad, innovación, determinación y el valor de sus convicciones.

“Puede que nunca sepamos cuándo es el ‘momento adecuado’ o cuándo se nos presentará una oportunidad que nos cambie la vida. Lo único que podemos hacer es dar lo mejor de nosotros mismos y lograr el cambio que queremos”, afirma.

“No sabremos hasta dónde llegará nuestro mensaje, ni cuál será nuestro impacto, pero mientras nunca olvidemos la razón por la qué empezamos un proyecto, podremos dejar nuestra huella en el mundo”, concluye.

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