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Correr hacia el éxito

Allyson Felix, la atleta más condecorada de la historia de Estados Unidos, se enfrenta a los gigantes empresariales para impulsar un cambio significativo para las mujeres deportistas.

Allyson Felix admite que ser una mera espectadora en los Juegos Olímpicos de París 2024 le provocará una mezcla de emociones.

Tras retirarse del atletismo en 2022 como la atleta de pista y campo más coronada de la historia de Estados Unidos, la siete veces medallista de oro olímpica dedica ahora su tiempo a ganar distintos tipos de galardones para Saysh, la exitosa empresa de zapatillas para correr que fundó hace tres años.

Su lanzamiento ocurrió después de una disputa pública con su patrocinador Nike en 2019, después de que la firma ajustó su contrato en un 70 por ciento cuando el embarazo le impidió competir durante un año. El gigante de la ropa deportiva tuvo que dar marcha atrás, pero perdió a su embajadora estrella y su reputación sufrió un duro golpe.

Saysh, por su parte, se ha mantenido con un rápido crecimiento, convirtiéndose en uno de los productos favoritos de famosos como Oprah Winfrey; su CEO ha tocado dos veces la campana de cierre en la Bolsa de Nueva York y la marca ya se vende en las tiendas del gigante minorista REI.

Saysh está revolucionando la industria del calzado

En septiembre del año pasado, la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, lució un par de zapatillas Saysh para la portada de Women’s Health.

Aunque Felix no pisará la pista del Stade de France, ha centrado su atención en apoyar a la actual generación de atletas, de la que se ha convertido en modelo y mentora.

“Ver los Juegos Olímpicos desde fuera después de dos décadas compitiendo será sin duda agridulce. Estaré llena de nostalgia por la emoción de la competencia, pero también de entusiasmo por el nuevo capítulo que se avecina, y por poder compartir la experiencia con mi familia”, dice la leyenda del sprint, de 38 años, a The CEO Magazine.

En sus cinco Juegos Olímpicos ganó 11 medallas: siete de oro, tres de plata y una de bronce. Su primera medalla fue de plata en los 200 metros lisos en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, con sólo 18 años y en su segunda gran carrera.

Cuatro años más tarde, en Pekín, ganó el oro en el relevo de 4 x 400 metros y su segunda plata en 200 metros. Tres oros más siguieron en Londres 2012 para los dos relevos y, por último, los 200 metros antes de defender con éxito ambos títulos de relevos en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

Su mayor gloria llegó en Tokio 2021, cuando el bronce en los 400 metros le permitió superar a otro héroe del atletismo, Carl Lewis, y convertirse en la estrella estadounidense del atletismo con más medallas olímpicas.

Triunfos personales

¿Hay algún momento especial que Felix destaque de esos cinco Juegos?

“Sería muy difícil elegir solo uno de los Juegos Olímpicos, ya que mis recuerdos son incontables, desde ganar mi primer oro hasta superar enormes retos en los eventos posteriores. Cada medalla representa no sólo los triunfos personales, sino también los esfuerzos colectivos de mi increíble equipo y mis seguidores”, indica.

“Mi pasión impulsó crear un cambio positivo en el sector. No podría estar más orgullosa de Saysh”.

Por si fuera poco, también es la atleta más condecorada en el Campeonato Mundial de Atletismo, donde ganó la extraordinaria cifra de 14 medallas de oro entre 2005 y 2022. Durante el mandato del presidente Barack Obama en la Casa Blanca, fue su asesora de fitness y nutrición.

Admite que la decisión de “colgar sus tenis”, obvio Saysh, fue difícil.

“Fue muy duro, pero sabía que era el momento adecuado. Me sentía en paz después de todos mis logros y preparada para explorar nuevas vías más allá de la pista. La familia es mi prioridad, y ellos guiaron mi decisión”, señala.

Su familia creció en abril con el nacimiento de su hijo Trey, hermano menor de Camryn, de seis años.

Después de tres meses de dar a luz, Felix se encuentra en París utilizando su vasta experiencia para tutelar y apoyar a cinco atletas estadounidenses en deportes que van desde el waterpolo y el baloncesto en silla de ruedas, hasta el boxeo, la lucha libre y el sprint paralímpico.

“Ver los Juegos Olímpicos desde la barrera después de dos décadas compitiendo será sin duda agridulce”.

Pero incluso con un bebé y un negocio próspero que supervisar, es improbable que la experiencia sea tan estresante como el período previo a Tokio. En aquel entonces también era madre primeriza y tenía que soportar meses de formación intensiva, al tiempo que intentaba conseguir capital para su nueva empresa.

“Poner en marcha Saysh, el trabajo y la maternidad al mismo tiempo fue todo un reto que requirió una planificación meticulosa y una sólida red de apoyo. Mi pasión impulsó un cambio positivo en la industria. No fue fácil, pero lo hicimos, y no podría estar más orgullosa de Saysh”, comparte Felix.

Zapatillas deportivas revolucionarias

Al final, ella y su hermano cofundador, Wes, reunieron ocho millones de dólares en financiación de Serie A, parte de ella procedente de Gap Inc.

Pronto nacieron Saysh One y Felix Runner, y no eran sólo unas zapatillas nuevas y elegantes con una embajadora famosa, realmente estaban impulsando un cambio positivo al convertirse en una de las primeras zapatillas diseñadas específicamente para los pies femeninos.

La mayoría del calzado deportivo femenino sigue diseñado a partir de los contornos del pie masculino.


Allyson Felix promocionando los zapatos Saysh en Cannes, Francia, 2023

“Los cuerpos de las mujeres son diferentes, así que ¿por qué no iban a serlo también nuestros zapatos? Se trata de cambiar la conversación y de empoderar a las mujeres con un calzado que realmente satisfaga sus necesidades”, afirma.

Aun así, algunos de los primeros inversores se preguntaban: ¿Cómo iba a competir una startup bien intencionada con una empresa de la talla de su antiguo patrocinador y su capitalización bursátil de 150 mil millones de dólares?

Pero la misma concentración y agallas que la habían convertido en campeona la acompañaron en el proyecto.

“La transición de atleta a empresaria ha sido un viaje de crecimiento. Los retos, sobre todo como mujer de color, han reforzado la importancia de la perseverancia y la resistencia a la hora de perseguir mis objetivos”, indica.

Para Felix, las mujeres y las personas de color se enfrentan a importantes obstáculos en el mundo empresarial.

“Las mujeres de color reciben menos del uno por ciento de la financiación de capital de riesgo, y solo el 2.3 por ciento de los fondos de ese capital se destinan a empresas de nueva creación fundadas por mujeres. Eso pone de relieve las barreras sistémicas que existen, pero también alimenta mi determinación de derribarlas y crear oportunidades para los demás. El viaje me ha enseñado que la resiliencia es clave y que nuestros esfuerzos colectivos pueden impulsar un cambio significativo en el sector”, señala.

Luchar por un trato justo

Ese cambio significativo comenzó en 2018, mientras Felix estaba embarazada de Camryn y renegociaba su contrato de patrocinio con Nike, que había expirado.

A pesar de su brillante carrera, la empresa le ofreció menos de un tercio de su contrato anterior porque no competiría durante un año. Felix pidió garantías de que no sería penalizada si no recuperaba inmediatamente su condición física en los meses posteriores al parto, pero Nike se negó.

“Cuando me enteré de la decisión, fue muy decepcionante, pero avivó mi determinación de defender un trato justo, no sólo para mí, sino para todas las mujeres deportistas”, afirma.

“Enfrentarme públicamente a Nike fue desalentador, pero sabía que era necesario defender lo que era justo”.

“Enfrentarme públicamente a Nike fue desalentador, pero sabía que era necesario defender lo que era justo. El desgaste emocional fue significativo, pero el apoyo que recibí de mi familia, amigos y compañeros deportistas me mantuvo resistente”, señala.

Sin darse cuenta de la ironía, al mismo tiempo que Nike le negaba la protección básica de la maternidad, la presionaba para que participara en una campaña publicitaria a favor del empoderamiento femenino.

Una de las razones por las que había firmado con Nike en 2010 fue porque la empresa le dijo que creía que la promoción de las adolescentes era clave para mejorar las sociedades y abrir oportunidades para las mujeres.

Las discrepancias raciales en la maternidad

El enfrentamiento pasó repentinamente a un segundo plano cuando a las 32 semanas de embarazo Félix sufrió una preeclampsia grave. Con el ritmo cardíaco de su bebé peligrosamente bajo, se le practicó una cesárea de urgencia y su hija fue trasladada a cuidados intensivos.

Camryn no podía respirar sin ayuda y pasó semanas luchando por su vida.

La situación expuso a Félix a la escandalosa discrepancia racial en las tasas de supervivencia durante la maternidad. Una mujer de color con título universitario tenía 5.2 veces más probabilidades de morir durante el embarazo o el parto que una mujer blanca.

Allyson Felix con su hija, Camryn, en la prueba del equipo olímpico de atletismo de Estados Unidos 2020

Ese mismo año, Felix se sintió obligada a declarar ante el Congreso sobre la necesidad de mejorar estas perspectivas para las estadounidenses de raza negra.

“Tenemos que proporcionar a las mujeres de color más apoyo durante sus embarazos. Las investigaciones demuestran que el sesgo racial en nuestro sistema de atención sanitaria materna incluye cosas como que los proveedores dediquen menos tiempo a las madres negras, subestimen el dolor de sus pacientes, ignoren los síntomas y desestimen las quejas”, declaró Felix ante la Comisión de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes.

Desde su intervención, las cifras de las mujeres de color han mejorado, pero su riesgo de muerte sigue siendo tres veces superior al de las mujeres blancas.

“Hacer frente a la disparidad es una causa que me involucra. Espero desarrollar programas que mejoren la atención sanitaria materna y creen un entorno más equitativo para todas las mujeres”, señala.

Ante la postura dogmática de Nike, Felix escribió un artículo para The New York Times sobre su experiencia e inició las conversaciones que sentarían las bases de Saysh.

“Tenemos que proporcionar a las mujeres de color más apoyo durante sus embarazos”.

Nike, por su parte, se vio obligada a una humillante marcha atrás, aceptando finalmente añadir a los nuevos contratos de las atletas un lenguaje que proteja su salario durante el embarazo.

“El cambio de política fue un paso adelante, pero es necesario que más patrocinadores apoyen activamente a las atletas femeninas en áreas como la atención materna y la salud mental, y creen políticas que den cabida a los desafíos únicos a los que se enfrentan a lo largo de sus carreras”, indica.

Récords en Tokio

A menos de un año después de la cesárea, Felix batió el récord de Usain Bolt de medallas de oro en el Campeonato Mundial de Atletismo, y ganó su décima medalla olímpica en Tokio, luciendo orgullosa las zapatillas Saysh.

Ella espera que las cinco competidoras olímpicas a las que ayuda en París se tomen muy en serio esta lección de perseverancia y confianza en sí mismas a la hora de perseguir sus sueños.

“Mi consejo para la próxima generación de mujeres deportistas es que valoren su valentía, aboguen por sí mismas y se rodeen de un equipo que las apoye. Que acepten los retos como oportunidades de crecimiento”, concluye.

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