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Siete de las 10 mujeres más ricas del mundo, por mérito propio, son de China. Y puedes apostar hasta tu último yuan a que no llegaron hasta ahí sin tirar por la borda las reglas de los negocios.

El ascenso de mujeres multimillonarias hechas a sí mismas -especialmente en China, donde viven 68 de ellas- no es sólo una tendencia, sino una revolución.

El informe Richest Self-Made Women in the World, 2023 (Las mujeres más ricas del mundo que se hicieron a sí mismas, 2023), publicado a principios de este año, señala que hay 109 mujeres multimillonarias por su propio mérito en todo el mundo. Y de las 10 primeras, siete son chinas.

La ética de trabajo incansable y la búsqueda de la prosperidad financiera se han convertido en parte integral de la identidad china, y el éxito sirve como un criterio importante para los logros personales y profesionales.

Su patrimonio combinado asciende a unos 57,600 millones de dólares. Desde el sector inmobiliario hasta los rellenos faciales, pasando por los productos farmacéuticos, los AirPods de Apple e incluso la salsa de soja, las mujeres que aparecen a continuación están demostrando que ninguna industria está fuera de sus límites.

Y lo que es más, están reescribiendo la historia, rompiendo techos de cristal y tirando por tierra las normas empresariales, demostrando que ser mujer es una ventaja, no un obstáculo, para el éxito.


1. Wu Yajun

Wu Yajun pasó de trabajar como técnica en una fábrica, ganando sólo 16 dólares al mes, a convertirse en una de las 10 mujeres más ricas de China, logrando su riqueza por sí misma.

Incluso con una licenciatura en ingeniería, Yajun fue destinada a trabajar en una fábrica estatal de Chongqing, su ciudad natal, donde permaneció cuatro años.

Más tarde, Yajun se embarcó en una carrera periodística, cubriendo el sector inmobiliario en un periódico local. Cuando la compra de una vivienda se convirtió en un reto, el emprendimiento pareció prometedor, lo que la animó a cambiar de rumbo.

Esto la llevó a fundar Longfor Properties, una empresa de promoción inmobiliaria que puso en marcha con su entonces marido.

La empresa, que ahora se llama Longfor Group Holdings, fue un éxito y llevó a Yajun a ser nombrada la mujer más rica de China en 2012. A pesar de su divorcio, que le costó unos 3,000 millones de dólares de su fortuna, la riqueza de Wu siguió creciendo.

En 2022 dejó la presidencia de la empresa. Sin embargo, sigue manteniendo su posición como una de las más ricas del país, con un patrimonio neto total de aproximadamente 11,000 millones de dólares.


2. Zhong Huijuan

La carrera de Zhong Huijuan comenzó como profesora de química de secundaria.

Su marido trabajaba en una fábrica farmacéutica, y no pasó mucho tiempo antes de que ambos decidieran dejar sus empleos y crear Jiangsu Hansoh Pharmaceutical, un fabricante chino de medicamentos que cotiza en bolsa y que investiga y desarrolla fármacos para enfermedades del sistema nervioso central, infecciones, cáncer y diabetes, así como tratamientos gastrointestinales y cardiovasculares.

La empresa experimentó un éxito de la noche a la mañana, y su primer día de cotización catapultó a Huijuan como la mujer más rica de Asia hecha a sí misma, con una fortuna de 10,500 millones de dólares.

Tras beneficiarse a lo grande del auge de la biotecnología en China, hoy preside la empresa y posee más del 75 por ciento de sus acciones junto con su hija.

El patrimonio neto estimado de Huijuan ronda los 9,300 millones de dólares.


3. Chen Lihua

Venerada como la “reina inmobiliaria de Pekín”, la trayectoria de Chen Lihua hacia la riqueza no fue típica.

Abandonó los estudios y empezó a trabajar en la reparación de muebles antes de trasladarse a Hong Kong en los años ochenta para dedicarse a la inversión inmobiliaria, su verdadera vocación.

Apenas seis años después, Lihua fundó Fu Wah International Group, un gigante inmobiliario centrado en la promoción inmobiliaria, la gestión de activos y las finanzas, y el resto es historia.

En la actualidad, el patrimonio neto de Lihua ronda los 8,400 millones de dólares.


4. Jian Jun

La trayectoria profesional de Jian Jun empezó de forma bastante normal en la empresa estatal China National Cereals Oils and Foodstuffs Import and Export Corp. Sin embargo, un viaje al extranjero cambió su vida para siempre.

Allí descubrió los tratamientos faciales de inyección conocidos como “almuerzos de belleza”, que no llevaban más de una o dos horas.

Se despertó el interés de Jun por la cosmetología. Regresó a China y se incorporó como directora a Imeik Technology Development, un proveedor biomédico que fabrica productos como rellenos cutáneos e hilos para implantes faciales.

Jun ascendió en el escalafón, convirtiéndose gradualmente en la mayor propietaria de la empresa. Llegó a la presidencia en 2016. Se calcula que tiene una fortuna aproximada de 7,800 millones de dólares.


5. Wang Laichun

El camino de Wang Laichun hacia el éxito empezó desde abajo, como trabajadora durante una década en una fábrica ensamblando iPhones en Foxconn.

Aprovechó su experiencia y visión para asociarse con su hermano y adquirir Luxshare en 2004. Bajo su liderazgo, Luxshare rompió barreras y emergió como un competidor formidable en el sector, arrebatando cuota de mercado a Foxconn.

Pronto, la contribución de la empresa se extendió más allá de los conectores, abarcando la producción de AirPods y convirtiéndose en un socio integral en la cadena de suministro de Apple.

La experiencia y la previsión de Laichun no sólo han encumbrado a Luxshare, sino que también la han propulsado a la liga de las mujeres más acaudaladas del mundo.

Con un patrimonio neto estimado en más de 7,000 millones de dólares este año, el impacto de Laichun en el panorama tecnológico es innegable.


6. Cheng Xue

Cheng Xue es vicepresidenta de Foshan Haitian Flavoring & Food Company, una fuerza transformadora en la industria culinaria china.

Desde su evolución en 1995 de entidad colectiva a sociedad anónima, el liderazgo estratégico de Xue ha sido la base de su éxito. Su influencia, pese a ser una accionista minoritaria, ha impulsado a la empresa a la cabeza de los fabricantes de salsa de soja del país.

Bajo su dirección, Foshan Haitian Flavoring & Food Company amplió su oferta hasta abarcar más de 200 productos, desde salsa de ostras y vinagre hasta caldo de pollo y aceite.

Con un patrimonio neto total de unos 6,900 millones de dólares, la historia de Xue es un ejemplo de que la dedicación, la experiencia y la visión no entienden de sexos, especialmente en sectores tradicionalmente dominados por los hombres.


7. Zhao Yan

Zhao Yan, la visionaria presidenta de Bloomage Biotechnology, empresa que cotiza en bolsa en Hong Kong, es una fuerza tanto en el ámbito de la biotecnología como en el empresarial.

Conocida por producir ácido hialurónico, ingrediente clave de los productos antienvejecimiento para el cuidado de la piel, Bloomage Biotech ha aprovechado estratégicamente su presencia mundial para servir con eficacia a las empresas farmacéuticas, cosméticas y médicas locales.

La influencia de Yan, sin embargo, va más allá del ámbito de la biotecnología; sus diversos intereses abarcan el sector inmobiliario, las finanzas y el deporte.

Licenciada en Biología por la Universidad Normal de China Oriental y con un MBA por la Universidad Fordham de Nueva York, ha sabido combinar a la perfección su perspicacia científica con su destreza empresarial.

Bajo su liderazgo, Bloomage Biotechnology se embarcó en iniciativas pioneras, haciendo realidad la fermentación a gran escala del ácido hialurónico y avanzando así en el campo de la fermentación microbiana.

Más allá de los negocios, la misión de Yan de enriquecer vidas brilla por su compromiso con el bienestar humano y el patrimonio cultural. Con una mezcla única de arte y servicio público, creó la serie YunZhong (En la nube), una plataforma innovadora que revive y promueve la cultura inmaterial china a través del arte, el canto y la danza.

Con un patrimonio neto de unos 6,900 millones de dólares, la trayectoria de Yan es un testimonio del poder de la innovación, la compasión y la tenacidad para forjar un futuro mejor.

Hacerse rico es glorioso

Mientras que muchas mujeres occidentales han crecido en un mundo en el que el dinero, el poder y la ambición son “palabras sucias” de las que no se debe hablar abiertamente, no puede decirse lo mismo de las mujeres chinas.

Según Age of Ambition (Era de la ambición), el relato de Evan Osnos sobre la China del siglo XXI, “el ethos de los últimos 30 años es que enriquecerse es glorioso, ese instinto es neutro en cuanto al género”.

La implacable ética del trabajo y la búsqueda de la prosperidad económica se han convertido en parte integrante de la identidad china, y el éxito es un criterio importante para medir los logros personales y profesionales.

Sin duda, este énfasis cultural en los logros financieros ha contribuido a que China albergue a más de la mitad de las mujeres multimillonarias del mundo que lo han hecho por esfuerzo propio.

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