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Luz María González

En portada
Nombre:Luz María González
Empresa:Dislicores
Puesto:Vicepresidente
Lugar:Colombia
Décadas atrás, Colombia no era conocida por tener una cultura del vino como ahora. Luz María González a través de Dislicores y Asovinos ha marcado la diferencia para impulsar el consumo de esta bebida.

La vida de los hermanos Juan Martín y Luz María González, dueños actuales de Dislicores, dio un giro de 180 grados tras la muerte de su padre, quien fundó en 1976 la exitosa empresa de licores en Colombia.

Fue entonces cuando ambos se comprometieron a seguir el legado de su padre, cambiando así su estilo de vida. Por su parte, Luz María pasó de estar enfocada al 100 por ciento en su carrera como abogada, a convertirse después de algunos años en vicepresidenta jurídica y de relaciones corporativas de Dislicores.

Dislicores es una empresa familiar que está por cumplir 47 años y ha tenido un gran crecimiento dentro y fuera de ese país. A lo largo de su historia, se transformó de una distribuidora a una importadora de vinos y licores, especialmente de Chile y Argentina, aunque también se abrieron camino con España, Francia, México, Italia, Alemania, Estados Unidos y Nueva Zelanda, entre otros. Fue así como se hizo de un portafolio propio sin perder su identidad y dando a los clientes el nivel de personalización que requieren.

“Es intuitu personae, donde tenemos un cliente muy cuidado, con las herramientas tecnológicas adecuadas, que nos da la posibilidad de que viva una experiencia. En Dislicores te acompañan, te asesoran y te ayudan a recorrer el mundo a través de los sentidos para que disfrutes del sabor de un buen vino o licor”, afirma Luz María González.

“Hoy en día con Dislicores Store, una tienda especializada que lanzamos en el 2017, la gente puede reconocer el mundo a través de un buen vino o licor bajo la perspectiva de consumo responsable; además, contamos con más de mil referencias en vinos y licores, representadas y propias”, señala. Esta experiencia también se refleja en el sitio web, en donde los clientes tienen diversas opciones de compra con descuentos o planes especiales.

“Que todas las empresas que se quieran aliar a este gran proyecto puedan entrar, para que hagamos del país una cosa más grande”.

“Me encanta ser parte de esta compañía porque tiene corazón y para mí eso es lo más gratificante; me enorgullece llegar todas las mañanas a trabajar y ver que todo el mundo saluda y tiene una sonrisa en su rostro”, afirma.

“Tener una empresa robusta no es solamente contar con una gran variedad de líneas y marcas, y vender mucho, sino tener a los mejores empleados y los más comprometidos. (Que ellos sepan) que, al llegar a su casa, tienen un sustento para vivir dignamente”, agrega.

A su vez la familia Dislicores también la conforman sus proveedores estratégicos, los cuales resultan ser muy especiales y fundamentales para el éxito de la compañía, pues cuentan con mucha experiencia en la industria de vinos y licores, tales como Diageo, Grupo Peñaflor, Casa Cuervo, JP Chenet, LVMH, Viña San Pedro de Tarapacá, entre otras; en donde se plantean metas en común y proyectos a nivel industria.

El crecimiento de la empresa ha sido positivo y progresivo. La internacionalización es un proyecto muy grande en el que se ha trabajado, incursionando ya en el mercado estadounidense con las aguas tónicas Mil976, “que son deliciosas, son un producto colombiano en su totalidad y que ha ganado diversas medallas por su calidad; además, ya se han dado algunos pasos importantes en Perú y El Salvador”, afirma.

Así, con un portafolio amplio y exportable, Dislicores pretende llegar a mercados europeos, principalmente a países como España, Alemania y Reino Unido, “pues estos son los países que tienen los consumidores idóneos para nuestros productos”, señala.

A la defensa de la industria

Los primeros años al frente de la empresa estuvieron llenos de retos debido a que en Colombia existían leyes que comprometían impuestos muy altos y por ende, se abrían puertas al contrabando. Posteriormente, hubo un cambio y es allí donde nace la Ley 788, creada para combatir este fenómeno, con la que alcanzaron a equilibrar los impuestos y facilitar el comercio legal. Así fue como los precios de las bebidas alcohólicas se estabilizaron, buscando no solo la competitividad, sino también proteger la salud de los colombianos.

“Hay que tener hechos concretos, no simplemente palabras. ¿Qué le estás aportando al país como Dislicores? Debemos hacernos esa reflexión todos los días”.

“Sin embargo, seguía existiendo una dificultad muy grande con los espirituosos, donde los productos importados en su momento tenían muchas restricciones para ser introducidos en los departamentos, imposibilitando muchas veces su comercialización”, expresa.

A partir del año 2016, y apalancando su conocimiento jurídico, González se dio a la tarea de trabajar de lleno en la Ley 1816, logrando diferenciar los licores y/o espirituosos de los vinos, con el fin de marcar sus diferencias, pues de no hacerlo, su venta y distribución se verían afectadas.

Con el fin de promover y defender los intereses de la industria vitivinícola e impulsar el crecimiento de la categoría en el país bajo el marco del consumo responsable, se creó Asovinos.

Hoy en día, esta asociación es miembro de la Federación Internacional de Vinos y Espirituosos (FIVS), y de Wine In Moderation, además, son los coordinadores a nivel nacional del programa de consumo responsable en Colombia. En equipo trabajan bajo los pilares de consumo responsable, espacios seguros, legalidad y sostenibilidad.

“Todas las empresas que quieran entrar a defender y promover los intereses de la industria del vino y el consumo responsable son bienvenidas”, señala.

La gente es lo primero y hacer equipo es lo ideal

Detrás del éxito de esta empresa está la calidad de su gente, por lo que Luz María González se enfoca en dar a sus colaboradores estabilidad y seguridad por medio de sus empleos y un salario digno.

En Dislicores por muchos meses se estuvo trabajando arduamente para establecer un balance social, un proyecto que beneficiaría desde todos los aspectos a los colaboradores. Fue «un sueño que fortaleció la educación financiera, estableciendo a su vez un salario mínimo vital propio de la compañía el cual impactó a casi el 60 por ciento de los empleados. También se tuvo en cuenta el tema de vivienda, el cual en este 2023 se materializará junto a los socios de la compañía a través de unos subsidios especiales para las personas que lleven más de cinco años en la empresa. Continuando con la educación y cerrando este gran proyecto con el tema de salud”, señala.

“Tener una empresa robusta no es solamente contar con un sinfín de líneas y marcas, y salir a vender mucho, sino tener a los mejores empleados y los más comprometidos”.

“Nosotros logramos impactar a más de 500 trabajadores, de más de 1,400 que somos, con el aumento del salario mínimo vital. La idea es que las personas de menos ingresos, es decir, que tuvieran el salario menor a 2,300,000 pesos colombianos en su momento (equivalente a aproximadamente 503 dólares), recibieran un aumento significativo. Entonces, quedamos muy contentos con el balance social, el cual también tendrá seguimiento mensual en la junta directiva de la compañía”, señala.

Aunque es vicepresidenta jurídica y de relaciones corporativas de Dislicores, González maneja cuatro áreas: relaciones corporativas, jurídica, comunicaciones y control interno. Y colabora activamente dentro de la empresa como líder del proyecto de balance social, por lo que tiene claridad en el impacto que deja cada programa en los colaboradores.

Como parte de su liderazgo, prioriza el hacer que cada persona de su equipo tenga la posibilidad de desarrollarse para ser el mejor en lo que hace.

“Considero que trabajar en equipo es fundamental; que cuando se toman decisiones importantes, se consideren en grupo. No me gustan las decisiones individuales, no me gusta ser un líder impositivo, me gusta ser un líder creativo e innovar en las ideas y hacer que cada persona de mi equipo crezca profesional y personalmente”, asegura.

Sostenibilidad, la gran apuesta

Un punto clave del futuro de la industria para González es la sostenibilidad, por lo que Dislicores ya inició su proyecto llamado Un arrecife de vida por Dislicores en donde el propósito de este primer año es restaurar la vida marítima a través de un proceso único de recolección y transformación de las botellas de vidrio recicladas, convirtiéndolas en materia prima para la construcción de bases de más de 20,000 fragmentos de coral en las playas de la ciudad de Santa Marta, Colombia; buscando así la manera de integrarse a programas donde se apoya la causa.

“Como empresa pensamos en el futuro, porque debemos darle continuidad a nuestro legado y así seguirle dando lo mejor de la industria a los colombianos; ser sostenible en el tiempo, seguir generando empleo y poniendo en alto el nombre de Dislicores a nivel nacional e internacional, por lo que hacemos consciente el cuidado del medio ambiente, porque hay que tener hechos concretos, no simplemente palabras. ¿Qué le estamos aportando al país como Dislicores? Todos los días nos hacemos esa reflexión y tomamos medidas respecto a esto”, señala.


“Trabajar con un partner estratégico como Dislicores, es fundamental; no solo poseen el expertise necesario para representar las marcas de VSPT Wine Group en un mercado tan relevante como el colombiano, sino que además, compartimos valores fundamentales como el consumo responsable y el autocuidado”. – Pablo Acevedo, director comercial de Latinoamérica en VSPT

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González busca que las empresas del sector se sumen, no solo al tema de sostenibilidad, sino también en el balance social, para que cada vez sean más los empleados con una salud física y mental óptima para su vida personal y su trabajo.

Post pandemia y el futuro

En 2020, cuando se decretó la cuarentena, se comenzaron a cerrar muchos canales de venta en la industria y en el mercado en general. “Vimos la necesidad de reinventarnos y abrir canales con los que no contábamos, como el ecommerce o la app DAN y fue así como empezamos a llevar a cabo estrategias para evitar los despidos masivos, e incluso generar más empleo justo en ese momento tan complicado para todos”, concluye.

Es así como Luz María González piensa en el futuro como líder del sector: aportar a Colombia desde cada posición en la industria, y lo está logrando.

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