Muchas empresas consideran a la comunicación como una operación técnica, creyendo erróneamente que si los directivos celebran reuniones periódicas y aprenden a escribir emails sin divagar demasiado, estarán cumpliendo sus objetivos de comunicación.
Esos elementos cuentan, pero una comunicación verdaderamente eficaz tiene muchos más matices. No creas el mito de que es una habilidad blanda; en realidad, es el pegamento que mantiene unida a tu organización.
Si quieres que la gente se siente, te preste atención y actúe en función de tu información, procura no caer en estas trampas habituales:
¿Cuándo fue la última vez que tuviste todas las respuestas sobre un asunto en tu empresa? Probablemente nunca.
En un mundo cada vez más incierto, los equipos esperan de ti un atisbo de certidumbre; sin embargo, con frecuencia los líderes se toman su tiempo para comunicar sobre ciertas situaciones porque aún no disponen de toda la información.
Tanto si se trata de una oportunidad emergente como de un asunto delicado o un cambio inminente, comunica lo antes posible lo que ya sabes y lo que aún no sabes. Si no puedes hablar de un elemento concreto, di lo que puedas y explica por qué no puedes decir más.
Reduce la incertidumbre en la medida de lo posible y ofrece un sentimiento de solidaridad sobre lo que aún no se sabe, para que la gente no sienta que está sola en sus preocupaciones.
Los líderes que son excelentes comunicadores piensan a largo plazo, creando conexiones.
Antiguamente, la comunicación era un asunto que funcionaba de arriba hacia abajo. Los canales eran limitados y los dirigentes podían guardar la información y anunciarla formalmente en un boletín de la empresa cuando fuera el momento.
Hoy, por el contrario, el lugar de trabajo tiene una red de información muy potente: la gente puede ver la sala de máquinas de tu empresa y se comunica por gran cantidad de canales.
La comunicación oficial sigue teniendo un lugar importante, pero hay que reforzarla con conversaciones continuas y otras interacciones menos formales. Construye un entorno en el que las personas compartan información en lugar de transacciones entre emisores y receptores de mensajes.
El momento en que la empresa atraviesa un problema, no es el momento de empezar a hablar con tu equipo solo para cortar el flujo de incertidumbre y esperar a que las cosas se calmen.
Comunícate de forma deliberada y coherente durante todo el año, en los buenos y en los malos momentos. Construye un ritmo de mensajes para que la gente sepa cuándo esperar información y cuándo tendrá que hacer sus propias preguntas.
No te desanimes si no hay ningún tema urgente que tratar. Siempre habrá algo que decir y los miembros de tu equipo quieren oírlo de ti.
Cada vez que te comunicas con tu equipo, estás añadiendo fibras a los hilos que unen a los seres humanos en relaciones de confianza.
La vieja canción Ac-Cent-Tchu-Ate the Positive puede ser un buen mantra para la vida diaria, pero no es una receta para la comunicación auténtica en el lugar de trabajo.
Cuando se avecinan problemas o se ha tomado una decisión que los empleados probablemente no acogerán con agrado, muchos directivos optan por destacar los aspectos positivos y restar importancia a todas las repercusiones. A veces esto se debe al miedo a las conversaciones difíciles. Aunque puede hacer que las cosas sean más cómodas a corto plazo, tiene un alto precio en términos de pérdida de confianza.
Cuando tengas que dar noticias difíciles a tu equipo, sé directo y no suavices los hechos. Muéstrate sensible con los efectos sobre las personas, pero no intentes protegerlas con vaguedades o haciendo que los aspectos positivos sean mayores de lo que realmente son sin explicar los posibles aspectos negativos.
Cada vez que te comunicas con tu equipo, estás añadiendo fibras a los hilos que unen a los seres humanos en relaciones de confianza. Los líderes que son excelentes comunicadores piensan a largo plazo, creando conexiones que perduran. Esas relaciones trascienden las transacciones puntuales y las conversaciones rebuscadas, y forman la esencia de una cultura de alto rendimiento en tu empresa.
Neryl East
Miembro del Grupo de Colaboradores
Neryl East es una galardonada conferencista, experta en credibilidad y autora de cinco libros. Ha trabajado con líderes del más alto nivel para que destaquen con credibilidad, especialmente cuando hay presión, y conecten más eficazmente con sus equipos. Neryl ha sido comunicadora profesional durante más de tres décadas, en las que ha desarrollado su carrera en medios de comunicación y ha desempeñado cargos de responsabilidad en administración de empresas. Fue locutora en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, donde habló ante multitudes. Para más información, visita https://www.neryleast.com/