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Mientras muchos miran a las estrellas para explorar lo desconocido, otros utilizan sumergibles personales para acceder a mundos vírgenes mucho más cercanos.

La exploración es parte del ADN humano. Ansiamos ver lo desconocido, retirar el velo que esconde lo que yace en la oscuridad y mirar los rincones.

Durante mucho tiempo, el espacio ha sido el objetivo supremo para aventureros y científicos por igual. Pero cuando consideramos que sabemos mucho más sobre la galaxia que sobre nuestros océanos, la idea de que la exploración espacial sea la máxima búsqueda comienza a parecer ilógica.

Ignoramos un potencial conocimiento científico inimaginable si siempre miramos al cielo en lugar de explorar esta masa líquida que cubre casi el 70 por ciento de la superficie de nuestro planeta.

“Las personas son curiosas por naturaleza”.

Un hombre que ha admirado durante mucho tiempo nuestros mares y los ha convertido en el trabajo de su vida es Patrick Lahey, CEO y Co-Fundador de Triton Submarines. La organización con sede en Florida es líder en el mercado de submarinos personales, y durante 15 años ha impulsado el mercado y desarrollado lo que estas máquinas pueden hacer.

“Lo extraordinario de los submarinos personales son los lugares a los que pueden llevarte. Tener uno te convierte en un héroe para tus amigos, familiares e invitados”, dice Lahey a The CEO Magazine.

Triton Submarines ha establecido docenas de récords y ha buceado en todos los fondos oceánicos, desde las aguas heladas del Círculo Ártico hasta las coloridas profundidades de la Gran Barrera de Coral de Australia.

“Creo que las personas generalmente son curiosas por naturaleza. Cuando estás en un yate y llegas a un nuevo lugar, sales a explorar y participas en las actividades terrestres; eso es maravilloso. Sin embargo, para muchos de nosotros, hay curiosidad por lo que yace debajo de la superficie; está justo ahí, pero lo ignoramos”, dice Lahey.

Cuando los submarinos se asocian con un yate, los viajes, expediciones y vacaciones nunca volverán a ser los mismos.

“Nuestros submarinos te permiten llevar a las personas a estas inmersiones donde tienen experiencias increíbles e inolvidables; disfrutan de una parte de nuestro mundo que nunca olvidarán. Estas experiencias pueden cambiar vidas”, señala.

La habilidad no importa

Otra característica de estas máquinas es la accesibilidad.

Para aquellos con cualquier discapacidad o enfermedad que pueda hacer que el buceo sea inviable, incluso el asma, los submarinos ofrecen una forma incomparable e inigualable de explorar el océano.

El equipo especial de respiración o cierta habilidad para nadar ya no son indispensables.

“En esta actividad no existen requisitos como los asociados con el buceo, donde tienes que colocarte un tanque y preocuparte por la descompresión o pasar por un curso de entrenamiento o algo similar. Simplemente abordas y cierras la escotilla”, indica.


“Cuando te sumerges más allá de la profundidad del buceo tradicional podrías asegurar que nadie ha estado allí antes”.

Según Lahey, no sólo aquellos que no pueden bucear debido a impedimentos físicos están interesados en vivir la experiencia; los buceadores habituales también pueden quedar fascinados por las habilidades de los submarinos Triton.

“Incluso para los buzos, te garantizo que les gustaría sumergirse más profundo de lo que pueden hacerlo regularmente. Eso es emocionante para quien es un explorador. Cada vez que te sumerges más allá de la profundidad del buceo tradicional podrías asegurar que nadie ha estado allí antes. Nadie ha visto lo que estás viendo y eso es fascinante”.

Riesgo y recompensa

Lo desconocido y nunca antes visto puede ser una moneda de dos caras. La verdadera aventura a menudo tiene el inconveniente del riesgo; por lo tanto, sumergirse bajo las olas siempre será un riesgo.

“Mucha gente tiene miedo al océano; tienen miedo porque es oscuro y aterrador.”

Lahey no está de acuerdo con esta visión.

“Uno de los desafíos que tenemos como fabricantes de submarinos es la percepción de muchas personas sobre éstos; los consideran peligrosos, complicados y costosos para su mantenimiento y operación. La realidad es otra; son mucho más seguros que casi cualquier forma de transporte”, dice.

Aunque la seguridad de los submarinos ha estado bajo el radar en los últimos meses tras el trágico accidente de OceanGate, Lahey insiste en que esto no debe ser un reflejo de la industria.

“El sector del turismo comercial y de submarinos privados tiene un historial de seguridad impecable de 40 años operando submarinos completamente certificados. Cada empresa ha seguido una rigurosa lista de regulaciones que establecen el diseño, construcción, pruebas, entrenamiento de pilotos y aspectos operativos, permitiendo a millones de pasajeros al año bucear con total seguridad durante las últimas cuatro décadas. El sector tendrá que aprender lecciones sobre este trágico evento, aunque la manera en que se llevó a cabo la operación y la naturaleza experimental de la embarcación, no tiene ninguna relación con un sector altamente profesional, seguro y logrado”, comparte.

Los humanos están programados para temer a lo desconocido, y muchos le temen al océano.

“Mucha gente tiene miedo al océano; tienen miedo porque es oscuro y aterrador. No puedes ver en él, o al menos no puedes ver muy lejos. La gente piensa que hay criaturas allí que te morderán. Es una sensación diferente a comparación de mirar las luces centelleantes del cielo u otros ambientes; hay más romanticismo ligado a estos. Es una gran pena”, dice.

Soltando

Quienes comparten la opinión de Lahey son los naturalistas de renombre Sir David Attenborough y Liz Bonnin, ambos han utilizado sumergibles en la producción de documentales de la BBC.

Bonnin ha tenido una ilustre carrera cubriendo la ciencia y la exploración en todo el mundo, pero bucear en un sumergible Triton en las Islas Galápagos fue una experiencia que nunca olvidará.

“Esa experiencia es probablemente la más emocionante que jamás haré en toda mi vida”, comparte.

“Está lleno de magnífica vida animal; una vez que lo conoces no puedes ignorar la importancia de su conservación”.

Lahey tiene una reflexión para aquellos que están indecisos en vivir esta experiencia.

“Haz una inmersión en un sumergible, te garantizo que te convertirás en un defensor del océano para siempre. El océano está lleno de magnífica vida animal; una vez que lo conoces no puedes ignorar la importancia sobre su conservación. La experiencia te transformará; he acompañado a tantas personas y todas han dicho que es diferente a lo que esperaban”, concluye.

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