La tecnología y la digitalización tienen un gran impacto en nuestros hogares y lugares de trabajo, y la tendencia se mantendrá. Durante este rápido ritmo de innovación tecnológica, uno de los mayores cambios en el lugar de trabajo en los últimos años ha sido el software como servicio (SaaS).
El SaaS es una forma inteligente de suministrar aplicaciones a través de Internet como un servicio, en lugar de instalar y mantener el software en su oficina. Se puede acceder al software basado en la nube desde prácticamente cualquier lugar y, por lo general, lo gestiona un proveedor externo. Esto le libera de la compleja gestión de software y hardware.
Las organizaciones, grandes y pequeñas, utilizan cada vez más aplicaciones basadas en SaaS para gestionar sus infraestructuras y operaciones. Si bien esto ha permitido mejorar significativamente la eficiencia y reducir los costos, también ha dejado a las empresas vulnerables a los hackers.
Como se puede acceder al software desde cualquier dispositivo con una conexión a Internet y un navegador web, esto podría ser una oportunidad para los atacantes cibernéticos. Las plataformas SaaS y los datos corporativos sensibles que contienen son vulnerables a los ciberataques y a las violaciones de datos, y en los últimos años se han producido muchos incidentes de gran repercusión.
Algunas organizaciones no están cómodas con la idea de perder el control al ceder sus capacidades de software a un proveedor externo, especialmente cuando se trata de la seguridad y protección de datos sensibles. Una violación de los datos puede hacer que una organización pierda fácilmente un valor significativo, clientes y en algunos casos, esto puede llevar a la quiebra.
Mientras que el proveedor de SaaS asegura las aplicaciones en sí, usted debe asegurarse de que se toman medidas estrictas con sus datos sensibles. Los fallos de seguridad pueden producirse en casi cualquier combinación de software y hardware, no sólo en las aplicaciones basadas en la nube. Las empresas que utilizan SaaS suelen depender en gran medida de su proveedor no únicamente para alojar sus aplicaciones en la nube, sino también para protegerlas allí.
Las aplicaciones y los datos basados en la nube no están protegidos por métodos de seguridad tradicionales, como los cortafuegos. En su lugar, la seguridad viene en forma de claves de seguridad o tokens que permiten su encriptación. La gestión segura de estas claves desempeña un papel importante para que las empresas puedan controlar el acceso a la información sensible.
Una brecha típica puede implicar a un intruso que obtiene el control de su cuenta SaaS y su token de seguridad. Entonces podrían causar graves daños a una organización robando, borrando o comprometiendo datos sensibles. Si consiguen acceder a una plataforma SaaS, esto les permitiría propagar malware y ransomware por toda la organización.
Uno de los mayores retos a la hora de proteger sus valiosos activos y datos, en un entorno basado en la nube como el SaaS, es la visibilidad. Obtener una visión completa de las aplicaciones que se utilizan y de las políticas de seguridad a las que se adhieren puede ser muy difícil y requerir de mucho tiempo. El tener la información completa sobre qué dispositivos se están utilizando y cuáles son los riesgos de seguridad al utilizar una plataforma o las aplicaciones de terceros, hacen que la supervisión sea un asunto complejo.
Una solución inmediata sería bloquear el uso de determinadas aplicaciones o dispositivos por parte de ciertos empleados para reducir los riesgos de infracción. Sin embargo, bloquear las aplicaciones puede obstaculizar su productividad y anular el propósito del SaaS como herramienta empresarial.
Los empleados suelen utilizar aplicaciones basadas en la nube para ser más productivos, por lo que limitar el acceso a esos servicios sólo les frenará. Los empleados naturalmente van a utilizar las plataformas y aplicaciones que los hacen más productivos, independientemente de los desafíos de seguridad.
Un sistema mejor que tendrá un impacto mucho menor en la productividad de una organización es un sistema automatizado que pueda comprobar todas las interacciones de software en una red. El sistema sería capaz de comprobar las anomalías de comportamiento, o comportamientos sospechosos, que se producen en la intersección del hardware y el software.
Un sistema de este tipo suele incorporar el aprendizaje automático e IA para poder aprender qué comportamientos se consideran sospechosos y detectar las señales de alerta temprana. Estaría diseñado para activar alarmas que advierten al personal de seguridad sobre posibles problemas. Con el aprendizaje automático, el sistema evolucionará y se adaptará para reconocer patrones inusuales y dar a los equipos de seguridad una visibilidad mucho mayor.
Otra herramienta disponible a la hora de proteger una empresa cuando se utilizan aplicaciones de tipo SaaS es la gestión de identidades. Se trata de confirmar que cada usuario es la persona que dice ser. El acceso se gestiona si este tiene derechos legítimos para recuperar datos o utilizar una aplicación. La gestión de la identidad y el acceso, son herramientas cruciales en las instalaciones de la empresa, y aún más importantes para las aplicaciones basadas en la nube.
Al fin y al cabo, cualquier organización puede sufrir una brecha en línea. Por lo tanto, es importante que los equipos de seguridad gestionen, mitiguen y resuelvan constantemente los incidentes tan pronto como se materialicen. Aunque una tecnología como el SaaS tiene muchas ventajas para una organización, conlleva riesgos de seguridad. Una vez que cuente con un sistema para identificar y controlar dichos riesgos, su organización seguirá prosperando.