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Inició la cuenta regresiva para París 2024; pero más allá de las hazañas deportivas, los organizadores olímpicos tienen el objetivo de crear un legado social y medioambiental.

Hace un siglo, cuando París acogió los Juegos Olímpicos de Verano, participaron 44 países, entre ellos Ecuador, Irlanda, Lituania, Filipinas y Uruguay, que debutaban en deportes como el florete de esgrima femenino.

Aquellos juegos concluyeron por primera vez con una ceremonia de clausura, y entre las estrellas más destacadas estaba el estadounidense Johnny Weissmuller, quien pasaría de las medallas de oro en la piscina a Hollywood al papel protagónico en 12 películas de Tarzán.

El legado social y ambiental de los Juegos Olímpicos 2024 será prioridad.

En 2024, la capital francesa acogerá a participantes de más de 200 países, incluido el Equipo Olímpico de Refugiados. Competirán por el oro, la plata y el bronce en campos deportivos alimentados por energías renovables; se alojarán en la villa de los atletas, con comidas a base de alimentos recomendados por chefs con estrellas Michelin y elaborados con ingredientes locales.

En los 100 años transcurridos, no sólo deportes como el surf, el monopatín, el break (un estilo de baile urbano) y la escalada deportiva, todos nuevos para 2024, forman parte de una categoría de Juegos Olímpicos, sino que palabras como sostenibilidad, cambio climático e igualdad social se han incorporado a nuestro vocabulario cotidiano.

El legado social y medioambiental de los Juegos Olímpicos de este año es prioridad para el Comité Organizador de París 2024.

Clima proactivo

Es la gran paradoja olímpica: en tiempos turbulentos, el deporte funciona más que nunca como unificador. Al mismo tiempo, ¿necesita realmente el planeta que 10 mil participantes, además de innumerables espectadores y medios de comunicación, vuelen a París desde todo el mundo? En el sitio web Olympics.com, S.A.S., el Príncipe Soberano Alberto II de Mónaco (cinco veces olímpico) reconoce que aunque actualmente no existen soluciones para eliminar por completo la huella de carbono de los grandes acontecimientos, en París 2024 está demostrando cómo puede reducirse.

Tanto los Juegos Olímpicos como los Paralímpicos aprovecharán la energía eólica y solar; al operar con energía 100 por ciento renovable.

Los organizadores afirman que van camino a reducir la mitad las emisiones de carbono, en comparación con las medias de Londres 2012 y Río 2016. Tanto los Juegos Olímpicos como los Paralímpicos aprovecharán la energía eólica y solar, y se comprometen a funcionar con 100 por ciento de energías renovables. Al recurrir a fuentes alternativas, estos Juegos ahorrarán el equivalente a 13 mil toneladas métricas de emisiones de carbono.

Bajo impacto

Albergar unos Juegos Olímpicos tiene un costo. La factura de Rusia por los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014 en Sochi ascendió a  50 mil millones de dólares, según el Consejo de Relaciones Exteriores. Gran parte de ese gasto se destinó a construir las infraestructuras necesarias para albergar el evento.

Aunque aún no se han calculado los costos finales para París, el presupuesto ronda los 8 mil 500 millones de dólares, y se espera que al limitar las nuevas construcciones, los costos no se disparen. Alrededor del 95 por ciento de las sedes serán estructuras temporales o edificios ya existentes que se renovarán y modernizarán. Una vez extinguida la llama olímpica, estas renovaciones contribuirán a la renovación urbana de la ciudad.

Para reflexionar

Para alimentar a los asistentes a una olimpiada se necesitan 13 millones de comidas, eso es lo que prevén los organizadores de París 2024. Y en un país que se toma la comida muy en serio, hay muchas ganas de enfocar la cocina olímpica desde un punto de vista sostenible. Eso significa duplicar la cantidad de alimentos de origen vegetal, dar prioridad al abastecimiento local y ecológico (el 80 por ciento de los ingredientes serán franceses y el 30 por ciento ecológicos), reducir a la mitad la cantidad de plástico de un sólo uso, limitar el desperdicio de alimentos y vender los que no se utilicen a precios reducidos o donarlos a organizaciones locales.

Algunos de los chefs más célebres del país, entre ellos Alexandre Mazzia, del restaurante AM de Marsella, galardonado con tres estrellas Michelin, asesoran un menú de más de 500 platos, con al menos una receta representativa de cada región de Francia.

Igualdad de oportunidades

Los organizadores de los Juegos Olímpicos han declarado abiertamente que el empleo es un área prioritaria para París 2024, ya que los juegos crearán 150 mil puestos de trabajo en ámbitos como la organización de eventos, el turismo, la restauración y la construcción. Aunque esto no es nada nuevo, los franceses están canalizando muchas de estas oportunidades hacia las pequeñas y medianas empresas del país y las comunidades desfavorecidas.

París eligió al emblemático río Sena como escenario para la ceremonia de inauguración.

Por primera vez en unos Juegos Olímpicos, París 2024 firmó un acuerdo social con sindicatos y organizaciones patronales, en el que se establecen planes para garantizar que al menos el 10 por ciento de las horas de trabajo de contratación sean cubiertas por personas que no cuentan con un empleo, ni estudian o reciben formación. Otras estrategias incluyen la preparación de los estudiantes franceses de secundaria para las oportunidades de empleo a través de la experiencia laboral y los planes de formación.

La estrategia de contratación de París 2024 no sólo pretende reincorporar al mercado laboral a este sector, sino también promover las pequeñas y medianas empresas (Pyme) del país. Del 90 por ciento de los contratos de suministro adjudicados a empresas francesas, casi tres cuartas partes de ellas, es decir, mil 200 empresas son Pyme.

Poderes regeneradores

En lugar de un estadio, París ha elegido su emblemático Sena como escenario poco convencional para la ceremonia inaugural. Los atletas desfilarán por el río a bordo de embarcaciones. Al inicio, las miradas estarán lejos del Stade de France, que también participará como Estadio Olímpico.

Entre las repercusiones positivas para la zona, que padece algunas de las tasas de desempleo y pobreza más elevadas de Francia, figuran nuevas instalaciones deportivas, incluido un nuevo centro acuático (el único nuevo recinto de competición construido), carriles para bicicletas y zonas verdes. Una vez que los participantes hayan abandonado la Villa Olímpica, el emplazamiento se convertirá en un nuevo barrio residencial necesario en el suburbio de Saint-Denis, con cerca de tres mil apartamentos, tiendas y zonas verdes.

Controversia

El territorio francés de ultramar, Tahití, es el lugar menos indicado para la competición de surf de los Juegos Olímpicos de París 24; aquí, el Comité Organizador se enfrenta a críticas por un acto que va en contra de los objetivos sostenibles declarados.

Para albergar el evento, los organizadores esperan construir una torre de aluminio sobre el agua para los jueces y las cámaras. El problema es que al hacerlo, habría que perforar cimientos en un arrecife de coral. Los opositores se preguntan por qué no basta con la estructura de madera existente que lleva en pie dos décadas, para los jueces.

 

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