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El próximo gran salto de la IA

Según el multimillonario magnate de la informática Michael Dell, los avances en el aprendizaje automático van a transformar a la sociedad hasta hacerla irreconocible.

Michael Dell ha pasado toda su vida rompiendo paradigmas y saltándose los límites para explorar lo que podría ser posible.

Sus tendencias inconformistas le han servido de mucho. Es fundador y director general de su empresa informática homónima, y una de las 25 personas más ricas del planeta, con un patrimonio neto estimado de 51,000 millones de dólares.

Dell Technologies tiene la rara distinción entre las grandes empresas tecnológicas de mantenerse relevante y a la vanguardia de la innovación durante casi todos sus 39 años. El propio Dell la ha descrito como “la mayor empresa emergente del mundo”.

En tan solo los últimos seis meses, la empresa ha lanzado una nueva generación de servidores PowerEdge ultrarrápidos y un paquete de computación cuántica de edición limitada que impulsará las capacidades de procesamiento de IA (Inteligencia Artificial) a nuevos niveles, reinventando el panorama digital y alterando fundamentalmente la experiencia requerida de los equipos de TI.

Desafíos y cambios

Para Dell, los cambios son parte intrínseca de la tecnología y una forma de afrontarlos como compañía es adaptándose a ellos y volverlos parte de la rutina.

“El ritmo de cambio no va a disminuir, por lo que la recalificación y el reciclaje son muy importantes, ya que la vida útil de una determinada calificación se está reduciendo. Es un reto realmente difícil para la sociedad”, afirma Dell a The CEO Magazine.

Sin embargo, haciendo una remembranza Dell puede observar que estar a la vanguardia significa no solo estar calificado para afrontar los cambios, sino estar listos en el momento indicado.

“Si echamos la vista atrás, los cambios inesperados ocurren de forma bastante previsible, pero nunca se sabe cuáles serán hasta que suceden. Me temo que habrá desafíos cibernéticos potencialmente épicos, ya que puede haber vulnerabilidades increíbles y problemas peligrosos a medida que avanzamos rápidamente hacia un mundo cada vez más interconectado”, asegura.

De ahí la urgencia que atribuye a aprovechar la IA para diseñar estrategias empresariales que no sólo se anticipen a los problemas futuros, sino que los resuelvan incluso antes de que surjan.

“Si alguna vez echas la vista atrás, los cambios inesperados ocurren de forma bastante previsible, pero nunca sabes cuáles serán hasta que suceden”.

Mantener la mente en el futuro, mientras se hace tecnología en el presente, es una de las claves para Dell, quien asegura que el porvenir de la computación se encuentra en la inteligencia artificial.

“La mayor parte de la capacidad de computación del mundo será ocupada por sistemas de aprendizaje automático que actualmente sólo existen en los laboratorios”, dijo Dell en el lanzamiento de PowerEdge en enero. “Es la única forma de dar sentido a la cantidad de datos que se están creando”, aseguró.

“Tenemos sistemas en nuestros laboratorios que son entre dos y tres veces más rápidos que cualquier otro disponible. Ese es el tipo de rendimiento que se va a necesitar: los sistemas creados para AI-first son inevitables”, agregó.

Entre ellos estará el nuevo software basado en la nube para computación cuántica. Está convencido de que este concepto, en el que las partículas subatómicas se manipulan para realizar cálculos utilizando los principios de la mecánica cuántica, será la próxima gran tecnología.

El hardware especializado tendría el potencial de resolver casi instantáneamente problemas que a los ordenadores tradicionales más potentes les llevaría miles de años. John Roese, director técnico de Dell Technologies, afirmó en enero que las grandes empresas deberían empezar a invertir este año o se arriesgan a perderse esa ola tecnológica.

La gran apuesta

Para el propio Dell, no lanzarse a una ola así sería impensable. Se ha pasado toda su carrera reconociendo instintivamente qué olas puede cabalgar majestuosamente hasta la orilla y con cuáles podrían acabar en una indecorosa zambullida.

La curiosidad juvenil y la impaciencia contra el status quo de su empresa se remontan a su infancia en Houston, Texas. A los siete años, su juguete favorito era una calculadora, y un año más tarde hizo el examen de ingreso en el instituto, suponiendo que así podría acabar antes los estudios y entrar en el mundo empresarial.

Estudiantes californianos muestran a Dell cómo pueden desmontar y volver a montar un ordenador

Cuando consiguió trabajos a tiempo parcial en su adolescencia, no compró chicles ni tarjetas de béisbol con lo que ganaba, sino que invirtió en acciones y metales preciosos. A los 15 años ya había ahorrado lo suficiente para comprar su primera computadora.

“El liderazgo consiste en aprender. Si no tienes curiosidad, lo estás haciendo mal”.

“Cuando Apple sacó la Apple II, tuve que comprarme una”, cuenta a The Growth Faculty. “En cuanto la tuve, la desarmé. Eso es lo que hacía con todo lo que tenía electrones en casa”, asegura.

“Mi madre y mi padre se enfadaban mucho conmigo cuando desarmaba teléfonos, televisores y radios. No podía apreciarlos si no veía cómo funcionaban. No estaba en el equipo de fútbol ni de baloncesto. Era un nerd de la informática”, agrega.

La última frontera

Hay un ámbito en el que Dell no tiene previsto seguir el ejemplo de otros destacados multimillonarios: la carrera espacial.

“Oh no, amo demasiado la Tierra”, responde con una sonrisa cuando The CEO Magazine le pregunta si tiene ambiciones galácticas. “Si quiere visitar un entorno duro, pruebe con la Antártida”, agrega.

“Apoyo los objetivos interplanetarios de Elon [Musk] y otros, pero soy más partidario de proteger este planeta: ¡es el mejor que he visto hasta ahora! Pienso mantener los pies firmemente en el suelo”, asegura.

En muchos sentidos sigue haciéndolo, y parte de su estratosférico ascenso a la cima se debe a ese insaciable deseo de mirar dentro de las cosas para comprender su potencial.

“El liderazgo consiste en aprender. Si no tienes curiosidad, lo estás haciendo mal. Siempre que encuentro algo nuevo, intento entenderlo. Es una gran filosofía de vida para mí. Se trata de escuchar y pensar desde una nueva perspectiva, de hacer preguntas, de mantener una mentalidad de principiante”, reflexiona.

Sus padres querían que fuera médico, así que a regañadientes estudió medicina en la universidad y aceptó un trabajo ocasional vendiendo suscripciones a periódicos para mantenerse. Como no podía ser de otra manera, ideó un algoritmo para captar mejor a los posibles lectores y ganó la inaudita cifra de 18,000 dólares en un solo verano.

Adiós a los estudios de medicina

Pronto Dell empezó a vender también kits para actualizar ordenadores personales, e incluso contrató personal para hacer frente a la demanda. Cuando la recién creada Dell Computer Corporation obtuvo ganancias de 200,000 dólares en 1986, el joven de 21 años abandonó sus estudios y trasladó su incipiente operación a un centro de negocios local.

En seis años, era el director general más joven de cualquier empresa de la lista de las 500 mayores corporaciones de la revista Fortune, y sólo cuatro años después, los ingresos de la empresa superaban el millón de dólares al día.

“Son las grandes empresas tecnológicas estadounidenses las que deberían liderar el impulso mundial hacia la sostenibilidad”.

“No hace falta ser un genio ni un visionario, ni siquiera un licenciado universitario para tener éxito”, dijo Dell en una ocasión. “Sólo necesitas un marco y un sueño. Pero debes encontrar algo que te apasione. No empieces un negocio sólo porque todo el mundo lo esté haciendo o porque parezca una forma de ganar mucho dinero”, aseguró.

Dell habla durante la Dell World Conference 2015 en Austin, Estados Unidos

El hecho de que Dell Technologies sea la 31ª empresa más grande de Estados Unidos, con ingresos anuales de más de 100,000 millones de dólares, demuestra que su sueño sigue vivo, y que sigue sintiendo la misma pasión por cumplirlo que el día que abrió su negocio. Lo único que ha cambiado es la escala de sus ambiciones.

“Somos exploradores, pioneros de un futuro digital, reinventando y reimaginando constantemente un mundo impulsado por los datos para acelerar el progreso hacia un futuro más sano, seguro y exitoso en todos los empeños humanos”, declaró en 2022 en la conferencia Dell Technologies World de Las Vegas.

Objetivos de impacto social

La misión declarada de Dell es situar a su empresa al frente y en el centro de la carrera por mejorar la vida de las personas mediante tecnologías emergentes y prácticas más sostenibles.

“Son las grandes empresas tecnológicas estadounidenses las que deberían liderar el impulso mundial hacia la sostenibilidad”, afirma a The CEO Magazine.

“Hay mucha investigación científica en marcha para reimaginar un futuro más limpio y eficiente en carbono”.

Y asegura que el esfuerzo no debe centrarse en un solo jugador, sino que las empresas tienen un papel indispensable en dirigir los esfuerzos hacia la reducción de la huella ambiental.

“Cada vez más empresas de todos los tamaños se fijan voluntariamente objetivos agresivos de impacto social. No cabe duda que los gobiernos tienen un papel que desempeñar, pero como capitalista confeso, creo que se avanzará mucho más con los esfuerzos voluntarios que las propias empresas realicen”, asegura.

“Siempre hemos retado a nuestros ingenieros a encontrar formas de ser más sostenibles, más circulares y de reciclar más, y ellos se entusiasman mucho porque saben que si estamos vendiendo 800 millones de algo, pueden hacer mejoras a escala, lo cual es una buena razón para levantarse de la cama cada mañana”, agrega.

Tras fracasar en la consecución de los objetivos de impacto social que se fijó en 2010, Dell se ha comprometido a alcanzar metas más agresivas en la próxima década.

Michael Dell asiste a la conferencia Fall Internet World 1997 en la Ciudad de Nueva York

“Hemos hecho muchos progresos, pero no los hemos conseguido todos. Cuando los fijamos sabíamos que tendríamos que innovar e inventar, y ahora vamos a tener que seguir haciéndolo. Hay mucha investigación científica en marcha para reimaginar un futuro más limpio y eficiente en carbono”, admite.

Para ello, todos los envases de Dell se reciclan y la empresa ha redoblado sus esfuerzos para reutilizar componentes de ordenadores viejos, de modo que en 2030 la mitad de todo lo que produzca proceda de fuentes renovables. También se ha comprometido a que, para entonces, la mitad de su plantilla sean mujeres.

Habilidades inclusivas

Para Dell, dar prioridad a las ASG (Principios Ambientales, Sociales y de Gobernanza) contribuirá en cierta medida a resolver el que quizá sea el mayor reto al que se enfrenta el sector tecnológico: la escasez mundial de personal calificado.

“Definitivamente están vinculados. Tenemos ocho mil millones de habitantes en el mundo y no todos participan en la economía. Tenemos que formar, mejorar y recalificar mientras ampliamos la apertura en torno a la diversidad y la inclusión. Sólo así crecerá la economía; no será rotando a las mismas personas por las empresas existentes”, explica.

Cobertura de nubes

“Estamos dando el siguiente salto adelante con un ecosistema multinube que abarca ‘el borde’ en el que la IA procesa y mueve datos a través de redes 5G en entornos altamente automatizados”, dijo Dell en su discurso de apertura de 2022 en la conferencia Dell Technologies World.

‘Multinube’ implica operar aplicaciones utilizando una combinación de nubes privadas, públicas y de borde que juntas aceleran la entrega de datos, mejoran la automatización y mejoran el servicio al cliente. Más del 90 por ciento de los clientes de Dell ya la utilizan.

Todo ello significa que almacenar y analizar la información in situ ya no es viable.

“Ese debate ha terminado”, advirtió. “El futuro es multinube, con cargas de trabajo y datos que fluyen sin problemas por todo el entorno. La red 5G manejando grandes volúmenes de datos es un enorme catalizador”, aseguró.

La frustración en su voz es palpable, pero también lo es la determinación para superar las barreras que ha tenido desde que elaboró su plan de abandonar la escuela a los ocho años. Y sabe que hay mucho en juego.

“La tecnología está cambiando más rápido que en ningún otro momento de la historia, pero también más despacio de lo que lo hará en el futuro. Todo lo que ha ocurrido hasta ahora es sólo un anticipo de lo que está por venir”, afirma.

Y para cuando eso suceda, Dell quiere estar a la vanguardia innovando desde ahora en tecnología que se requiere para el futuro de la computación y del internet mismo.

“La tecnología está cambiando más rápido que en ningún otro momento de la historia, pero también está cambiando más despacio de lo que lo hará en el futuro”.

Y sobre todo, tecnología que no esté encadenada a un lugar, sino interconectada en todo el mundo a través de los sistemas de nube.

“En este momento, todo en el mundo físico se está volviendo inteligente y conectado, y generando datos que nos permitirán replantear todos los aspectos de la sociedad y crear mejores resultados”, asegura.

“Estamos muy ilusionados y somos optimistas en cuanto a que la mayor parte de estas tecnologías mejorarán enormemente el potencial humano. Sólo tenemos que asegurarnos de que estas tecnologías reflejan nuestra humanidad y no las dejemos desbocarse de forma descontrolada”, concluye.

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