Worky cobra relevancia entre las empresas mexicanas al brindar una poderosa herramienta para digitalizar la gestión de recursos humanos. En 2024, este proveedor de software anunció su última financiación de seis millones de dólares por parte de Atlántico y ADP Ventures, y tiene considerado utilizar el nuevo capital para acelerar el desarrollo de productos y expandir sus operaciones de marketing y ventas. De la mano de Maya Dadoo, directora general y co-fundadora de Worky, sus servicios se vuelven indispensables.

“Nosotros vamos a la empresa operativa mexicana que mueve al país desde una perspectiva económica y que se encuentra en la necesidad de administrar mucho mejor a sus colaboradores”, cuenta en entrevista con The CEO Magazine.

Según la plataforma, hasta un 60 por ciento de los empleados de empresas tradicionales cambian frecuentemente de trabajo, lo que afecta la productividad y la estabilidad económica; con sus servicios, las firmas podrían reducir la rotación de empleados en un 30 por ciento y mejorar la conservación del empleo en un 80 por ciento, lo que favorece económicamente a los clientes. Frente a esta necesidad y oportunidad de emprendimiento, Worky fue lanzada en 2018.

“Realmente no hay sistemas en México de recursos humanos, y los únicos sistemas de contabilidad para la nómina que existen son para el contador. Me di cuenta de que no hay este tipo de sistemas porque son demasiado costosos, pero tampoco se conectan a los sistemas de contabilidad. Ahí empezó a surgir la idea de crear sistemas de recursos humanos con esta conexión a contabilidad que claramente existen en países más desarrollados, pero que en Latinoamérica se han quedado cortos”, señala.

“México, como país que construye tecnología tiene definitivamente aproximadamente veinte años de historia, pero el México que construye productos en la nube y softwares utilizados en las empresas es algo muy nuevo; a mí lo que me interesa es poder crear un software increíblemente útil para todas las empresas mexicanas. Ahora, somos el sistema de recursos humanos más robusto para las Pymes en el país”, comparte.

El equipo de Maya ha sabido aprovechar los recursos y eficiencia que ofrece la tecnología para hacer que los equipos de recursos humanos sean mucho más inteligentes.

“Implementamos la data e inteligencia artificial para que estos departamentos tomen mejores decisiones”, indica.

México necesita líderes. ¿Cómo podemos transformar a los mexicanos que ocupan cargos relevantes para ser buenos líderes frente a sus equipos de trabajo?

“En efecto, creo que el origen debe estar en el escalón más alto de liderazgo, de los cofundadores, de la dirección general; algo en lo que fielmente creo y cada vez estoy más segura es que cada jefe debe ser una mini sucursal del equipo de recursos humanos. Cuando te pones a pensar en los grandes jefes que has tenido y en el liderazgo en toda la extensión de las organizaciones, es porque cada uno de los líderes son humanos. No solo son directores o gerentes, también tienen algo de este ímpetu de persona, y una ambición por materializar la misión y la visión de la compañía”, señala.

Maya nos comparte lo que del día a día le es significativo para poder llegar a sus metas de largo plazo.

“Hay que pensar en las debilidades como oportunidades, y de estas oportunidades pensar en dos tipos, aquellas que sí puedo mejorar y las que no son naturales para mí; debemos concentrarnos en las que si podemos mejorar. Es muy importante saber ser suficientemente humano y vulnerable, y reconocer que no lo sé todo, pero quiero llegar a que colectivamente como equipo seamos el mejor”, indica.

Una de las filosofías que se implementa en Worky es “estar incómodo”. ¿Qué significa eso?

“La incomodidad en el conocimiento te lleva a esforzarte, a aprender más, y vas descubriendo que hay más por aprender y eso me encanta, porque es la única forma en que puedes llegar a tu máximo potencial. Si no sabes todo, por lo menos puedes tomar decisiones estando informada”, señala.

Para Maya es importante mantener una belance entre lo laboral y lo personal.

“Mi equipo puede decir que soy firme y dulce; yo creo que estos son dos ejes que me gusta mucho balancear. La firmeza viene en relación con el objetivo, brindar retroalimentación y recibirla, y a la capacidad de permitir que el equipo comunique sus ideas y que se sienta parte del objetivo de la compañía. La faceta dulce está más relacionada con el lado personal como ser mamá, ser tía, etc”, concluye.