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La fundadora de Lanolips, Kirsten Carriol, nos cuenta cómo una epifanía en un vuelo de larga distancia dio lugar a una sensación mundial en el cuidado de la piel.

El éxito de ventas de la fundadora y directora ejecutiva de Lanolips, Kirsten Carriol, despegó a principios de la década del 2000 después de que un vuelo de larga distancia le dejara los labios agrietados y secos.

Con una bolsa llena de bálsamos – y ni uno solo que mantuviera sus labios hidratados – recordó haber usado lanolina de pequeña en la granja de ovejas de sus abuelos. Su padre la llamaba “la maravilla hidratante de la naturaleza”. En aquel vuelo, Carriol decidió traer la lanolina de vuelta.

Ahora, Lanolips es una sensación mundial y multimillonaria con un impresionante número de seguidores de culto, que incluye a celebridades como Gigi Hadid, Drew Barrymore, Sienna Miller y Miranda Kerr.

El buque insignia de la marca, el Original 101 Ointment Multipurpose Superbalm, tiene la poderosa capacidad de retener 400 veces su peso en agua, y se vende en todo el mundo al asombroso ritmo de un tubo por minuto.

A pesar de este éxito – y de haber transformado la marca de un único gloss en una gama completa de productos, que incluye limpiadores faciales, cremas y bálsamos hidratantes – Carriol afirma que aún no ha terminado.

“Recientemente, Point King Capital se ha hecho con una participación minoritaria significativa para la empresa, lo que nos permite ahora crecer de forma mucho menos conservadora”, explica Carriol a The CEO Magazine.

“Antes nos autofinanciábamos, lo que significaba que solo podíamos crecer tan rápido como el efectivo del que disponíamos. Ahora que se han aflojado los cinturones, esperamos que nuestro ritmo de crecimiento aumente exponencialmente”, añade.

Trazando nuevos territorios

Anteriormente, Lanolips crecía entre un 10 y un 15 por ciento al año. Sin embargo, desde la aportación de capital, el crecimiento ha subido a un 37 por ciento. Y este año, Carriol dice que aspiran al 50 por ciento.

“Muchos inversionistas quieren oír el plan mágico, según el cual si ponen ese dinero la empresa hará una cosa mágica nueva. Pero con Lanolips, ya somos un negocio probado”, dice. “Así que para nosotros se trata de hacer lo mismo que hemos estado haciendo, solo que más rápido, de forma menos conservadora y con más experimentación”, afirma.

“Ahora que se han aflojado los cinturones, esperamos que nuestro ritmo de crecimiento aumente exponencialmente”.

También planea lanzar Lanolips en nuevos mercados. “En los próximos dos años daremos un gran impulso a China”, asegura Carriol. “Va a ser un reto, porque nadie trabaja realmente en China. Mecca se lanzó y se retiró. Adore Beauty también lo intentó, pero no funcionó. China es un mercado difícil. Hasta los mejores se equivocan, pero vamos a entrar y darlo todo”, señala.

Durante el próximo año, Carriol afirma que Estados Unidos seguirá siendo también un gran foco de atención. “Estados Unidos es un gran mercado para nosotros. Es una oportunidad enorme”, indica.

“Llevamos allí cinco años y ya es el 40 por ciento de nuestro negocio. Y sabemos que solo hemos tocado la superficie”, explica.

Un viaje inevitable

Puede parecer sorprendente, pero Carriol nunca tuvo la intención de convertirse en empresaria. De niña, siempre estaba creando sus propias fragancias y pociones para el cuidado de la piel, y se consideraba una fanática de la belleza. Esto la llevó a trabajar en marketing de belleza, donde pudo ver de cerca todas las grandes marcas.

“Estuve trabajando para las mayores marcas de lujo del mundo durante bastante tiempo”, recuerda. “Y cada vez estaba más hastiada de la falta de productos que realmente funcionaran. Así que, echando la vista atrás, supongo que era inevitable que hoy estuviera aquí. Pero nunca tuve ese aire de ‘jefa’”, comenta.

“China es un mercado difícil. Hasta los mejores se equivocan, pero vamos a entrar y darlo todo”.

En cambio, esta jefa dice que le gusta hacer sus cosas y poder mantenerse. En el aspecto empresarial, admite que tiene mucho que aprender, y que ha cometido muchos errores por el camino.

Si pudiera volver a hacerlo, Carriol insiste en que escucharía más. “Siempre he tenido la sensación de saberlo todo”, sonríe. “Pero, por supuesto, no lo sabía. Así que, aunque suene contradictorio, me habría escuchado más a mí misma y a los demás”, dice.

“Se trata de aprender a confiar en uno mismo y saber cuándo es mejor escuchar a los demás cuando no se sabe algo. Como líder, tienes que ser capaz de identificar tus lagunas. El éxito es un esfuerzo de colaboración, y creo sinceramente que soy tan buena como las personas que forman mi equipo”, añade.

Liderar con propósito

Carriol, madre trabajadora de dos niños, se enorgullece enormemente de fomentar un entorno que promueva la inclusión y apoye a los padres trabajadores. No solo es consciente de las dificultades que conlleva conciliar la vida profesional y familiar, sino que también valora la fuerza y la resistencia que aportan las madres trabajadoras.

“En Lanolips tenemos muchas madres trabajadoras”, afirma. “Antes de la pandemia de COVID-19 no había muchas empresas que les facilitaran la vuelta al trabajo. Había muchos cerebros desaprovechados en casa”, señala.

“Así que aproveché la pandemia como una oportunidad para incorporar a estas mujeres increíbles a mi negocio de una forma flexible que se adaptara a sus vidas”, cuenta.

“El éxito es un esfuerzo colaborativo, y creo sinceramente que soy tan buena como las personas que forman parte de mi equipo”.

También se ha posicionado a favor de la inclusión de personas de color en la marca Lanolips. Aunque la industria en su conjunto ha mejorado en este sentido en los últimos años, Carriol afirma que con Lanolips se ha celebrado desde el principio una rica paleta de tonos de piel.

“En esta industria, la gente nos mira para que les digamos qué es la belleza. Depende al 100 por ciento de nosotros asumir esa responsabilidad y utilizarla adecuadamente. Para nosotros, siempre se ha tratado de mostrar a la mujer bella, y el color de su piel es irrelevante”, afirma.

Aunque está orgullosa de todos estos logros, son las pequeñas cosas las que la hacen seguir adelante. “Me emociona ver mis bálsamos labiales en el bolso de alguien”, sonríe. “Es un privilegio. Pero lo que más me gusta es construir una marca que dure toda la vida”, concluye.

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