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La activista climática estadounidense Sophia Kianni de solo 21 años, habla conThe CEO Magazine sobre sus inspiraciones y sus esperanzas para el futuro de nuestro planeta.

Cuando se trata de activismo contra el cambio climático, realmente no hay límite de edad para hacer un impacto positivo.

Para la empresaria, activista climática y estudiante universitaria irano-estadounidense Sophia Kianni, la inspiración para dedicarse a aumentar la conciencia sobre el cambio climático fue provocada por una visita a Medio Oriente con su familia cuando tenía 12 años.

“Me impactó mucho el hecho de que la contaminación del aire en Irán era tan mala que no podía ver las estrellas por la noche”, cuenta a The CEO Magazine.

“Ese fue el detonante para mí, y a partir de ahí comencé a involucrarme en la defensa del clima y en la educación climática en particular”.

Aunque había aprendido sobre el cambio climático en su clase de sexto grado, rápidamente se dio cuenta de que sus familiares iraníes sabían muy poco sobre él, a pesar de que estaba impactando sus vidas de manera significativa.

Con la ayuda de su madre, tradujo recursos sobre el cambio climático al farsi para que pudieran aprender sobre el impacto del cambio climático en Medio Oriente, donde las temperaturas estaban aumentando a más del doble del promedio mundial.

“Ese fue el detonante para mí, y a partir de ahí comencé a involucrarme en la defensa del clima y en la educación climática en particular”, explica.

Involucrarse

De vuelta a Estados Unidos, Kianni se inspiró en el increíble trabajo de defensa que estaban haciendo Greta Thunberg y el grupo Fridays for Future, por lo que decidió unirse a su capítulo local.

“Entre clases, trabajábamos para hacer que más personas prestaran atención al cambio climático”, dice. “Dediqué mucho de mi tiempo libre a ayudar a organizar diferentes iniciativas como huelgas y a llegar a la prensa para que cubrieran el trabajo que estábamos haciendo”, recuerda.

Kianni se mantuvo proactiva durante la secundaria, involucrándose también con otros grupos de defensa del cambio climático como Zero Hour. A los 17 años, fue invitada por el grupo de defensa del clima Extinction Rebellion para hablar a la multitud mientras ella y sus miembros realizaban una huelga de hambre pacífica para protestar contra la inacción sobre el cambio climático frente a la oficina de la congresista Nancy Pelosi.

“Entre clases,trabajábamos para hacer que más personas prestaran atención al cambio climático”.

“En ese momento ni siquiera podía votar y sentía que no tenía mucho control sobre los problemas”, dice. “Y entonces, la forma en que podía aumentar la conciencia y demostrar mi entusiasmo, mi indignación y mi pasión, era involucrarme en esta huelga de hambre, para básicamente presionar por una legislación privada más progresiva”, agrega.

En 2020, mientras la pandemia de COVID-19 se desataba, el cambio climático pasó a un segundo plano ante la emergencia mundial en desarrollo. “Ya no podíamos organizar huelgas por el clima y siento que perdimos mucho impulso clave”, dice. “Por supuesto, las prioridades del mundo se desplazaron hacia un esfuerzo de todos contra la pandemia, por lo que parecía que el clima ya no era una prioridad tan grande”, asegura.

Pero a pesar de que el mundo se cerraba a su alrededor, el impulso de Kianni aumentó al utilizar el tiempo extra en casa para dedicarse a una idea de proyecto que había estado desarrollando desde que tenía 12 años y visitaba Irán. “Una vez que golpeó la pandemia, estaba atrapada en casa en mi habitación y finalmente tuve tiempo para trabajar en esta idea, así que utilicé ese tiempo para redoblar los esfuerzos para unirlo todo”, dice.

Su ambición era hacer que la información sobre el cambio climático fuera más accesible a través de la traducción de idiomas, proporcionando acceso global a recursos educativos para personas de todo el mundo.

Así, en medio de los días oscuros de la pandemia, nació Climate Cardinals y desde entonces se ha convertido en una organización internacional sin fines de lucro, dirigida por jóvenes, que hace que el movimiento climático sea más accesible para las personas que no hablan inglés. Sus miembros ofrecen su tiempo como voluntarios para traducir recursos a otros idiomas para educar y empoderar a las personas alrededor del mundo para enfrentar la crisis climática.

Su impacto global ha sido importante, por lo que no pasó desapercibido para la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En 2021, la organización internacional invitó a Kianni a unirse a su Grupo Consultivo Juvenil sobre Cambio Climático.

Asesora Juvenil de la ONU

Compuesto por un conglomerado de jóvenes apasionados de todo el mundo que participan activamente en la concientización sobre los peligros del cambio climático, el Grupo Consultivo Juvenil trabaja para proporcionar al secretario general consejos prácticos centrados en resultados, perspectivas juveniles diversas y recomendaciones concretas. Tiene un claro enfoque en acelerar la implementación de la agenda de acción climática del secretario general.

Esto llevó a la participación de Kianni en las conferencias sobre el cambio climático de la ONU, COP26 y COP27, y varios otros eventos globales importantes, que le proporcionaron una experiencia invaluable, expandieron su red social con otros líderes juveniles prominentes en el campo e incrementaron su impacto.

“El Grupo Consultivo Juvenil de la ONU es un ejemplo concreto de lo importante que es la participación de los jóvenes en el diálogo, cuando se trata de decisiones que realmente van a impactar nuestro futuro”.

Esta extraordinaria experiencia ha abierto más puertas para la joven de 21 años, entre ellas fungir como asesora con otras agencias de la ONU, incluyendo la Organización Mundial de la Salud y la Asociación de la ONU.

“El Grupo Consultivo Juvenil de la ONU es un ejemplo concreto de lo importante que es la participación de los jóvenes en el diálogo, cuando se trata de decisiones que realmente van a impactar nuestro futuro”, dice. “Ha sentado un verdadero precedente y he visto que se han formado muchos otros consejos y grupos asesores juveniles desde entonces, lo cual ha sido muy alentador”, añade.

Kianni también es miembro de Ashoka, una organización sin fines de lucro que promueve el emprendimiento social al conectar y apoyar a emprendedores sociales individuales. “Ashoka es genial. Tienen este programa de Jóvenes Agentes de Cambio del que he sido parte, que realmente estoy disfrutando y apreciando. Ha sido una oportunidad increíble recibir mentoría, consejos y orientación sobre cómo aumentar mi impacto”, dice.

Además, es una de las cuatro jóvenes agentes de cambio de Ashoka involucradas en el Fondo de Impacto INKEY, que trabaja para identificar, alentar y capacitar a otros jóvenes agentes de cambio emergentes que están haciendo un cambio positivo en el mundo para continuar su trabajo.

Liderazgo en Acción

Kianni actualmente está equilibrando su trabajo de defensa del cambio climático con los estudios a tiempo completo en la Universidad de Stanford, en California, y dice que también está en el proceso de co-desarrollar una iniciativa de moda sostenible en línea. “Honestamente, en este momento siento que estoy trabajando constantemente, pero amo el trabajo que estoy haciendo y eso me mantiene motivada”, dice.

A pesar de su ocupada agenda, prioriza la creación de oportunidades de liderazgo para otros, y alienta activamente a los jóvenes a convertirse en líderes ellos mismos.

“Ahora tenemos alrededor de 100 jóvenes en nuestro grupo de Slack que son directores de Climate Cardinals”, explica. “Como directora ejecutiva, realmente trato de ser una fuerza guía, de dar a la gente de mi equipo los recursos y oportunidades que necesitan y luego dejarles tener autonomía para perseguir las cosas que más les interesan y les emocionan”, afirma.

Dice que la colaboración juega un papel integral en su enfoque de liderazgo. “Trabajo con algunas de las personas más inteligentes, mucho más inteligentes que yo, así que mientras tengo mis propias ideas y visión para Climate Cardinals y para el trabajo que estamos haciendo, nunca pensaría en eso como la única forma en que necesitamos hacer las cosas”, comenta.

“Realmente ha sido un proceso de ‘Ok, estas son personas a las que respeto y admiro y quiero que juntos creemos y colaboremos en una dirección para esta organización a la que todos contribuyamos’, y eso lo ha hecho mejor de lo que yo podría haber imaginado por mi cuenta”, dice.

“Realmente me da esperanza que las personas sean capaces de hacer cosas que les encantan y les preocupan, porque están tan preocupadas por el futuro de nuestro planeta”.

A pesar del impacto del cambio climático que ya se siente en todo el mundo, Kianni dice que se siente “cien por ciento optimista” para el futuro. “Estoy muy inspirada por los jóvenes con los que trabajo todos los días que dedican voluntariamente su tiempo libre entre hacer sus deberes, sólo porque es algo positivo que pueden hacer”, dice.

“Realmente me da esperanza que las personas sean capaces de hacer cosas que les encantan y les preocupan, porque están tan preocupadas por el futuro de nuestro planeta y quieren hacer del mundo un lugar mejor”, asegura.

“Así que estoy muy optimista de que nuestra generación, mis amigos y la gente a mi alrededor, que están tan inspirados y apasionados por el trabajo que estamos haciendo, continuarán realmente impulsando con positividad”, dice.

A pesar de la amenaza del cambio climático para nuestro planeta, con líderes jóvenes increíblemente capaces, carismáticos e inspiradores como Sophia Kianni iluminando el camino para una generación de jóvenes, el futuro ciertamente parece más brillante.

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