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Nayib Bukele, presidente de El Salvador considera que el tema de seguridad ha sido atendido y es tiempo de ir de lleno con otros problemas importantes, como mejorar la economía del país.

Nacido en San Salvador el 24 de julio de 1981, Nayib Bukele llegó al poder en 2019 como el “presidente millennial”, el más joven de América Latina. El carismático y controvertido mandatario transformó la manera de gobernar en El Salvador; el llamado “efecto Bukele” puso al país en el reflector internacional.

Tras las elecciones de febrero pasado, los salvadoreños renovaron su confianza y Bukele volvió a asumir la presidencia para gobernar el país por al menos otros cinco años. Con un 85 por ciento de los votos, según los datos del gobierno, el candidato del gobernante partido Nuevas Ideas contó con un rotundo apoyo frente a la segunda posición en la que se encontraba Manuel Flores, aspirante del FLMN. Bukele se convirtió en el primer presidente en gobernar el país centroamericano por un segundo mandato consecutivo desde que en 1983 se promulgó la actual Constitución.

“El Salvador ha roto los récords de todas las democracias en la historia del mundo”, aseguró Bukele tras conocerse los resultados electorales.

“El Salvador ha roto los récords de todas las democracias en la historia del mundo”.

En su discurso, adelantó que tras centrarse en luchar contra las pandillas durante su primer mandato, en esta segunda toma de poder, su prioridad sería mejorar la economía del país.

“Quiero ver a El Salvador como un país desarrollado y una población en la que sus necesidades básicas estén cubiertas”, indicó en una conversación de audio en vivo organizada en su cuenta de X a inicios de 2024.

Los retos son grandes. Un informe de la agencia Moody’s destaca que el perfil crediticio de El Salvador refleja necesidades de financiamiento aún elevadas, la falta de acceso a los mercados internacionales de capital y una baja capacidad de pago de la deuda.

“Después de que arreglamos lo más urgente, que era la seguridad, vamos a enfocarnos de lleno en los problemas importantes, empezando por la economía”, indicó Bukele a medios de comunicación.

“Quiero ver a El Salvador como un país desarrollado y una población en la que sus necesidades básicas estén cubiertas”.

El presidente de El Salvador también dijo que apostará por una mayor construcción de vivienda ante el aumento de precios en el sector, producto del incremento del turismo y el retorno de salvadoreños en el exterior, provocado mayormente por la mayor seguridad en el país. Y es que el turismo comenzó a elegir a El Salvador como destino; el aeropuerto internacional de la capital atendió el año pasado a unos 4.5 millones de pasajeros, 32 por ciento más que en 2022. El año pasado, El Salvador se ubicó como el quinto país del mundo en el que más aumentó la llegada de turistas internacionales (40 por ciento) comparado con 2019, según la Organización Mundial del Turismo.

Este ambiente de seguridad es propicio para enfrentar los retos de la economía, por lo que se esperan importantes inversiones.

“En estos próximos cinco años esperen a ver lo qué vamos a hacer, porque seguiremos haciendo lo imposible, seguiremos demostrando al mundo el ejemplo de El Salvador”, indicó Bukele cuando se proclamó ganador de las elecciones presidenciales el 4 de febrero pasado.

“Después de que arreglamos lo más urgente, que era la seguridad, vamos a enfocarnos de lleno en los problemas importantes, empezando por la economía”.

En los últimos años, El Salvador ha ocupado titulares internacionales relacionados con temas y eventos que pocos podían imaginar que ocurrirían en el país. La principal razón es la pacificación, lograda con la famosa “guerra contra las pandillas”, con la que hubo una importante reducción de homicidios.

De ser uno de los países más violentos en el mundo, pasó a ser uno de los más seguros del hemisferio occidental. Según datos del gobierno, 2023 fue el año más seguro en la historia del país, con un promedio de 0.4 homicidios al día. Esto ubicaría a El Salvador como el segundo país de América y primero de Latinoamérica con la tasa más baja de homicidios, apenas por debajo de Canadá.
Respecto a su estrategia de “guerra contra las pandillas”, Bukele ha reiterado que protegerá los logros en seguridad, por lo que no se esperan cambios en el régimen de excepción.

Ahora, la mayoría de salvadoreños aseguran vivir más tranquilos; ocho de cada diez creen que El Salvador es más seguro o dicen no percibir un clima de miedo, según un estudio publicado en enero por la Universidad Francisco Gavidia.

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