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Siete líderes del sector STEM impulsan la innovación y el cambio positivo en el continente.

La gran escasez  de investigadores calificados en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, en África, podría frenar el desarrollo económico de un continente que  intenta seguir el ritmo del auge de la Inteligencia Artificial, la computación en la nube y la automatización; herramientas que  transforman las industrias en todo el mundo.

Habi Mahamadou, Ministro de Enseñanza Secundaria y Superior, Investigación y Tecnología de Níger, advirtió a los delegados que participaron en el  V Foro Africano de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, celebrado en febrero en ese país, sobre la situación que podría generar consecuencias catastróficas para las economías vulnerables si las empresas no pueden competir en la escena mundial.

UN PODEROSO GRUPO DE MUJERES AGENTES DE CAMBIO,  DESAFÍAN ACTITUDES Y BRINDAN A UNA NUEVA GENERACIÓN DE NIÑAS LA OPORTUNIDAD DE  SITUAR A ÁFRICA EN EL MAPA DE LOS TALENTOS.

La UNESCO declaró que la falta de licenciados en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas en los países subsaharianos exige una actuación urgente,  de lo contrario, se desaprovecharían los objetivos de desarrollo. Este organismo ha identificado una solución: capacitar a las mujeres jóvenes en un sector dominado por los hombres para que se conviertan en agentes del cambio.

Actualmente las mujeres enfrentan discriminación,  responsabilidades familiares y creencias arraigadas sobre el papel de la mujer en la sociedad;  comprometerse con años de formación e investigación es muy complicado para ellas.

Cambio en los roles de género

Según el Índice MasterCard de Mujeres Emprendedoras, sólo una cuarta parte de los nuevos empresarios de África son mujeres. En STEM (acrónimo de los términos en inglés Science, Technology, Engineering and Mathematics; es decir: Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), el porcentaje es aún más bajo y está por detrás de las naciones en desarrollo de Asia, el Caribe y el sudeste de Europa.

Sin embargo, un número creciente de casos atípicos demuestra  que los roles tradicionales de género pueden cambiar.

    • Sudáfrica y Mauricio alcanzaron la igualdad de género en tecnología.
    • Senegal triplicó su proporción de mujeres en este campo hasta un tercio desde 2006.
    • Lesotho y Namibia tienen más mujeres que hombres estudiando ciencias.
    • En Togo, el 70 por ciento de los altos cargos tecnológicos son ocupados por mujeres, la cifra más alta del mundo.

Un poderoso grupo de mujeres emprendedoras desafía creencias y actitudes, brindando  a una nueva generación de niñas la oportunidad de  situar a África en el mapa de las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas. Te presentamos siete perfiles cuyo trabajo ya tiene un gran impacto.


Ohemaa Adjei Andoh, Ghana

En defensa de las chicas en el sector tecnológico

Antigua Comisaria de la Mujer y Presidenta de Mujeres en la Ingeniería de la Universidad Kwame Nkrumah, Andoh ha sido pionera en nuevos procesos de prospección de petróleo y gas y ha pasado gran parte de su carrera compartiendo su pasión por la ciencia con las jóvenes.

“STEM es divertido. Es la base de nuestra propia existencia”, explica a The CEO Magazine. “Mis profesores me aconsejaron que me dedicara a la ingeniería porque me gustaban las actividades prácticas y siempre se me ocurrían nuevas formas de resolver problemas. Ahora quiero que las niñas conozcan las infinitas oportunidades que existen”.

En 2018, fundó Girls in Science and Technology (GIST), una organización dirigida por un equipo de STEM que facilita tutorías, formación y prácticas profesionales. También busca patrocinios de apoyo para chicas de entornos menos privilegiados.

“Quiero que las mujeres sepan que existen infinitas oportunidades”.

- OHEMAA ADJEI ANDOH

Andoh tuvo la idea cuando fue la única mujer trabajando entre 150 hombres en una plataforma petrolífera frente a la costa de Nigeria. “Me he encontrado con prejuicios y sexismo. Cuando reanudé mis tareas en alta mar tras el parto, un colega  me preguntó por qué dejaba a mi hijo para venir a trabajar”, recuerda.

GIST ha inspirado a cientos de  jóvenes a cursar asignaturas mayormente superadas en número por los chicos. “Muestra a mujeres ghanesas que hacen un trabajo increíble y han motivado a muchas chicas a seguir carreras STEM”, revela. “Quiero que la gente sea la mejor versión de sí misma. Quiero que exploren el mundo de STEM y que tengan la oportunidad de brillar con luz propia”.


Sherien Elagroudy, Egipto

Guerrera del reciclaje

El deseo de Elagroudy de impulsar un cambio significativo en el mundo se manifestó cuando se dio cuenta de que la Universidad Ain Shams de El Cairo, donde estudiaba ingeniería civil, no contaba con un programa de reciclaje adecuado. Formó un grupo que puso en marcha un programa en todo el campus para impedir que las botellas de plástico, las latas y el papel terminaran en los vertederos.

El proyecto  logró reciclar  toneladas de materiales reutilizables, lo que le valió el Premio al Mejor Científico Joven de la Universidad de Ain Shams, el primero de muchos galardones, y la impulsó en el campo de la gestión de residuos peligrosos, el tratamiento de aguas residuales y las redes de alcantarillado.

“Uno de los mayores problemas, es que las prioridades de investigación se establecen fuera del continente sin ajustarse a las necesidades”.

- SHERIEN ELAGROUDY

Elagroudy evolucionó la manera de gestionar los vertederos de biorreactores construyendo un prototipo a escala de campo que no emitía metano ni productos de desecho al suministro de agua de El Cairo. Desde entonces, lleva 16 años desarrollando tratamientos sostenibles de residuos, y como profesora asociada de ingeniería medioambiental en su alma mater, anima a la próxima generación de ingenieros a pensar a lo grande y mejorar su país.

El trabajo innovador de Elagroudy le valió el trofeo de Joven Científica en el Foro Económico Mundial de China y la Beca L’Oréal UNESCO para Mujeres en la Ciencia, además de ser nombrada Becaria del Foro Next Einstein.

“África se enfrenta a grandes retos, pero la ciencia podría brindar soluciones si invertimos en ella”, señala. “Un problema es que las prioridades de investigación se fijan fuera del continente sin ninguna adecuación a las necesidades”.


Rebecca Enonchong, Camerún

Desatar el espíritu emprendedor

Nombrada una de las 100 africanas más influyentes en ciencia, tecnología e innovación por la revista New African Magazine y entre las 50 africanas más influyentes de Jeune Afrique, Enonchong ayuda  a definir el futuro científico de África  impulsando a empresas tecnológicas dirigidas por mujeres en más de 50 países africanos.

Preside ActivSpaces, el Centro Africano de Innovación Tecnológica y Emprendimiento, el primer centro tecnológico privado de Camerún que apoya a jóvenes emprendedores en su camino hacia la creación de empresas. También es fundadora y consejera delegada de AppsTech, que asesora a pequeñas empresas emergentes sobre cómo crecer, adoptar nuevos programas informáticos y ser resilientes.

El deseo de Enonchong de apoyar  el potencial de los jóvenes que acaban de iniciar su carrera profesional nace de sus propias experiencias,  cuando ella intentaba hacer lo mismo.

“Normalmente tenía que esconderme detrás de la empresa, era difícil que la gente aceptara que era mi empresa”.

- REBECCA ENONCHONG

“La mente de una mujer africana negra no valía tanto como la de un hombre blanco, así que normalmente tenía que esconderme detrás de la empresa porque era difícil que la gente aceptara que era mía”, cuenta a The CEO Magazine. “Cuando estaba con colegas varones, simplemente me ignoraban, y cuando intentaba abrir una cuenta bancaria, no me dejaban entrar y me decían que el banco era sólo para cuentas comerciales porque daban por hecho que no tenía un negocio”.

Por cuatro años estuvo al frente de Afrilabs, una red de apoyo empresarial que ahora se extiende a 1.5 millones de empresas en 52 países africanos. “Sólo el año pasado aportamos más de $600,000 dólares en fondos, cifra que pretendemos triplicar este año”, confirma.


Francisca Nneka Okeke, Nigeria

Una devoción por la física

Okeke, una de las geofísicas ionosféricas más destacadas del mundo, ha dedicado la mayor parte de su carrera al estudio del “electrochorro ecuatorial”, una banda de corriente que fluye a ambos lados del ecuador.

Su trabajo ayuda a comprender mejor el cambio climático y  predecir mejor catástrofes naturales como tsunamis y terremotos, lo que le ha valido el premio UNESCO a la Mujer y la Ciencia y su inclusión en la lista de los 100 africanos más influyentes de la revista New African Magazine. También ha sido significativa su labor en pro de la igualdad de género y la defensa de las chicas que estudian STEM.

“Me preguntaba ¿por qué los aviones podían volar?, y encontré mi vocación cuando supe que la física podía responder mis preguntas”.

- FRANCISCA NNEKA OKEKE

“Mi curiosidad infantil fue la clave de mis notables logros y mi pasión por la ciencia”, afirma Okeke. “De pequeña me fascinaba el cielo;  a veces parece blanco y otras azul. Me preguntaba ¿por qué los aviones podían volar?, y encontré mi vocación cuando aprendí que la física podía responder a mis preguntas”.

A los 18 años se casó con un eminente físico que alentó sus ambiciones en una época en que las mujeres académicas solían ser rechazadas. Fue la primera mujer que dirigió un departamento universitario de física y astronomía, y la primera en ser nombrada decana.

“En el pasado, las ciencias fundamentales como la física se consideraban dominios masculinos en los que se esperaba que las mujeres fueran vistas pero no escuchadas. La gente solía pensar que cuando se entraba en estas materias las características más dignamente aceptadas para las mujeres como la pasividad, la emotividad, la intuición y la receptividad, ya no las poseía esa mujer”, dice.


Quarraisha Abdool Karim, Sudáfrica

El sida cambia las reglas del juego

Pocos han desempeñado un papel tan importante en la comunidad científica sudafricana como ésta incansable epidemióloga e investigadora del sida, que también ha estado al frente de la respuesta del país a la pandemia de COVID-19.

Abdool Karim ha hecho campaña en favor de las tecnologías dirigidas por mujeres y de una mayor representación femenina en los principales campos de investigación. Ha supervisado personalmente la formación de 600 científicas.

“La vulnerabilidad de las mujeres jóvenes está muy ligada a las diferencias de poder entre hombres y mujeres en la sociedad”.

- QUARRAISHA ABDOOL KARIM

“La mayor parte de mi vida he pensado en la ciencia y en su aplicación para beneficiar a la gente. Quería ser científica y hacer algo que ayudara a la población”, explica.

Los 32 años que Abdool Karim tiene estudiando el VIH han dado lugar a numerosos e importantes avances que han mejorado los tratamientos y las tasas de supervivencia a nivel internacional, lo que le ha valido innumerables premios, entre ellos la Orden de Mapungubwe, la más alta condecoración de Sudáfrica. En 2017, la BBC la nombró una de las siete mujeres  pioneras de la ciencia.

“La vulnerabilidad de las mujeres jóvenes está muy ligada a las diferencias de poder entre hombres y mujeres en la sociedad”, afirma. “Las mujeres siguen inspirándome para persistir en mis esfuerzos científicos. Aunque se han hecho algunos progresos, queda mucho por hacer para garantizar una sociedad no sexista y justa”.


Neema Iyer, Uganda

Empoderar a las mujeres en la tecnología

Fundadora de Pollicy, un colectivo tecnológico feminista centrado en cómo las disciplinas STEM pueden crear un cambio social y revitalizar las sociedades africanas, Iyer es pionera en la digitalización ética en una nación en la que dos tercios de la población permanecen desconectados.

El DataFest anual de Pollicy en Kampala reúne a ingenieros de datos y líderes empresariales para dar forma a la cultura informática de Uganda y ampliar el acceso en línea.

Tal es su influencia que Meta la nombró miembro de su Consejo Asesor Global sobre Seguridad de las Mujeres, donde ayudó a elaborar el informe “Afrofeminist Data Futures” sobre cómo los datos de Facebook podrían ayudar a las mujeres de todo el continente.

“Todos poseemos conocimientos que pueden contribuir a diseñar un futuro mejor”.

- NEEMA IYER

“Algunos de los momentos de mayor orgullo para mí en STEM han girado en torno a la realización de investigaciones vitales sobre nuestros ecosistemas tecnológicos y de datos para situar en el mapa nuestras necesidades, retos y soluciones”, explica a The CEO Magazine.

Entre las investigaciones recientes de Iyer figuran la comprensión de la seguridad y uso de las lenguas no mayoritarias en línea y el papel de la gobernanza feminista de datos y la justicia digital.

“Los avances tecnológicos son rápidos y medir el impacto es complejo, pero abordamos la solución colaborando con una amplia gama de partes interesadas como tecnólogos, profesionales de los medios de comunicación, líderes políticos, estudiantes, organizaciones feministas y comunidades rurales. Todos poseemos conocimientos que pueden ser decisivos para diseñar un futuro mejor”, indica.


Rachel Sibande, Malawi

Nutrir a las startups tecnológicas

Informática y criptóloga, Sibande fue nombrada una de las 30 emprendedoras  africanas menores de 30 años más prometedoras en 2016 al fundar mHub, una incubadora de startups tecnológicas, especialmente lideradas por mujeres.

En sus primeros cinco años, aportó más de un millón de dólares para respaldar empresas emergentes, creó 950 puestos de trabajo y formó a 42,000 jóvenes en cinco países. Sus beneficios se destinan a iniciativas sociales, como enseñar programación a los niños.

Sibande lanzó el programa tras ser seleccionada para formar parte de la Iniciativa de Jóvenes Líderes Africanos del Presidente Obama.

“Nuestro objetivo es crear una generación de jóvenes con capacidad para resolver problemas y que puedan plantearse una carrera en el campo de la tecnología”.

- RACHEL SIBANDE

“Mis padres me apoyaron para que me dedicara a lo que quisiera y me educaron con la mentalidad de que las chicas podían hacer cualquier cosa tan bien como los chicos”, revela. “Para alguien como yo que quería hacer algo diferente en el campo de la tecnología no tenía muchos modelos en los cuales pudiera inspirarme. Creo que por eso me apasiona tanto ser mentora de chicas jóvenes”.

Dos niñas formadas por mHub ganaron la oportunidad de participar en un concurso de robótica en Estados Unidos donde participaron con un revolucionario robot capaz de separar el agua limpia del agua sucia.

“Nuestro objetivo es crear una generación de jóvenes con capacidad para resolver problemas y expuestos a la tecnología para que puedan plantearse una carrera en este campo”, explica.


Una potencia emergente

En África los agentes del cambio suelen disponer de menos recursos que un licenciado californiano de Harvard con conexiones familiares en una docena de empresas de capital de riesgo. Deben trabajar incansablemente para acceder a los inversionistas y luego luchar contra los prejuicios de todo el continente cuando se trata de ser tomado en serio como una potencia emergente de STEM.

Para las mujeres africanas, las herencias culturales y la misoginia representan grandes  barreras  hacia el éxito. Pero en STEM el camino está cambiando gradualmente. Las Naciones Unidas informaron que el África subsahariana cuenta ahora con la tasa más alta del mundo de mujeres emprendedoras y agentes de cambio para un continente con ambiciosos planes para estar en el corazón de la revolución digital.

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