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El plástico suele ser mal visto en la lucha contra la creciente crisis medioambiental; sin embargo, Kian Seah, CEO de HHI, sostiene que, con una economía circular, el plástico puede ser la solución.

Al crecer en una familia de recicladores, los padres de Kian Seah tenían dos sencillas peticiones para sus hijos: que estudiaran una carrera, la que fuera, y que nunca se convirtieran en recicladores.

La ironía reside en el hecho de que Seah, ahora fundador y director general de Heng Hiap Industries (HHI), obtuvo la licenciatura en ingeniería mecánica y se dedicó a la profesión que su familia le pidió evitar: el reciclaje. Sin embargo, para Seah fue algo más que una elección profesional: se trataba de defender el trabajo familiar y desafiar las percepciones predominantes de un área incomprendida.

“Plástico es una palabra no bien vista, pero ya es hora de que esa narrativa cambie. El plástico como producto tiene muchas ventajas: es bonito, ligero, rentable y fácilmente moldeable. El plástico también tiene un don muy poderoso que mucha gente desconoce: cada vez que cambia, el plástico se valoriza. Esa es la belleza del plástico. Sin embargo, la ignorancia sobre el plástico es generalizada. En HHI queremos luchar por el plástico y darle voz. Queremos dar voz a los recicladores como mis padres y desestigmatizar este material infravalorado, infraatendido e infrainvertido”, explica.

Para Seah, más que el producto en sí, lo que importa es lo que hacemos y cómo diseñamos todo su ciclo de vida, dándole una segunda oportunidad.

El secreto de la sostenibilidad

Se calcula que en 2050 habrá más plástico que peces en el mar. De propiedad malaya, HHI, es una empresa de reciclaje especializada en plástico de alto valor que se ha propuesto cambiar ese pronóstico. Fundada en 2020 y exportando a 35 países de 8 sectores, la empresa cree que el plástico tiene un gran papel que desempeñar en el camino hacia un futuro sostenible.

“Solía pensar que el objetivo de la innovación era lograr un gran avance, pero no es así, consiste en lograr un impacto”.

Reconociendo que el plástico es un recurso valioso y reutilizable, HHI desarrolló un modelo de negocio en el que el 100% del plástico que recogen en los océanos se recicla o valoriza, lo que da lugar a un modelo de negocio de cero residuos. Además de crear los plásticos inteligentes que se utilizan para fabricar toda una serie de artículos cotidianos, desde muebles y juguetes hasta zapatos y aspiradoras, HHI va un paso más allá transformando el plástico mediante el reciclado químico.

El objetivo es convertir el plástico en gasóleo para generar electricidad o en aceite de pirólisis, que sirve de materia prima renovable para crear nuevos materiales plásticos.

“Si mañana nos quedáramos sin combustibles fósiles no me preocuparía. Hay abundancia de hidrocarburos en la superficie de la Tierra que podemos generar mediante la circularidad del plástico, garantizando una relación simbiótica continua con este material versátil”, comparte.

El plástico puede reciclarse entre cinco y siete veces según su estado. Después, cuando su estructura molecular se colapsa, se convierte en una materia prima que vuelve a utilizarse para fabricar material plástico.

“Esto es lo que llamamos un polímero circular. Este ciclo puede continuar potencialmente para siempre. La clave es reunir a todas las partes necesarias para lograr la neutralidad del plástico”, dice.

Economía lineal

Antes de alcanzar la neutralidad plástica, debemos reducir colectivamente nuestro uso del plástico.

“Debemos reducir, reutilizar y reciclar. Estamos muy acostumbrados a la economía lineal, que consiste en hacer las cosas más rápido, mejor, más baratas y más bonitas. Tenemos que impulsar la economía lineal para hacerla circular, en la que todos nos unamos para lograr esa circularidad”, señala.

Con el rápido ritmo de la digitalización y la urgencia de adoptar prácticas sostenibles, Seah no recorre este camino en solitario; forma parte de una comunidad conectada de visionarios e innovadores impulsados a lograr la circularidad del plástico.

“En HHI creemos en la colaboración y en la asociación. Atendemos a un espectro de clientes, desde empresas de Fortune 500 a startups, pero todos tenemos algo en común: queremos hacer posible esta circularidad. No hay competencia. Todos estamos sentados en el mismo lado de la mesa, ideando formas de crear esa circularidad juntos”, señala.

Con el creciente impulso de la sostenibilidad, cada vez son más las personas con talento que se unen a la causa.

“A medida que empezamos a dar más relevancia a la ecología y sostenibilidad, se suman mentes jóvenes y brillantes que quieren contribuir a esta causa. Es muy gratificante verlos unirse y crear un impacto positivo en el medio ambiente”, dice.

Mejorar el juego

Como miembro de YPO, la comunidad mundial de liderazgo de directores ejecutivos, Seah se siente respaldado por su trayectoria tanto personal como profesional.

“La comunidad de YPO me ha mostrado diferentes maneras de hacer las cosas para lograr un impacto positivo. Aprendemos juntos, analizamos juntos y nos embarcamos en viajes de autodescubrimiento”, comparte.

“No hay competencia. Todos estamos sentados en el mismo lado de la mesa, ideando formas de crear esa circularidad juntos”.

“De hecho, la comunidad YPO me ayudó a comprender la relevancia de la innovación. Solía pensar que el objetivo de la innovación era lograr un gran avance, pero no es así, consiste en lograr un impacto. Esta comprensión me ayudó a mejorar mi trabajo y creo sinceramente que YPO ha sido fundamental en mis logros de los últimos ocho años”, indica.

De cara al futuro, Seah desea continuar con esta misión de cuidado al planeta.

“Empecé este viaje para defender el trabajo de mi familia, y ahora que lo he logrado, mi misión ha trascendido a algo más grande. Este es el capítulo más liberador para mí. Ahora tengo la libertad de embarcarme en el viaje hacia esta nueva era de circularidad del plástico con un equipo que confía en el proyecto. Todo lo que hacemos ahora y cada decisión que tomamos, contribuye a mover el dial hacia un futuro más sostenible y circular”, concluye.

¿Qué es la valorización?

La valorización de los residuos plásticos se refiere a la conversión de los residuos en productos de valor añadido, incluidos materiales, productos químicos, combustibles, y otras fuentes de energía.

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