Joanna Flint no es una ejecutiva ordinaria del nivel C. Su trayectoria como líder comenzó a la temprana edad de 16 años cuando inició su primera aventura filantrópica, utilizando el dinero que había ahorrado en su alcancía.
Claro, la joven Flint quería hacer el bien, pero al mismo tiempo realmente quería viajar. Así que para ella, iniciar un negocio era la solución obvia. Poco sabía ella que su temprana muestra de emprendimiento sentaría las bases para una carrera notable marcada por la audacia, una incansable búsqueda de la excelencia, y un compromiso persistente con la creación del futuro.
“Mi marca personal se puede resumir en tres palabras: atreverse a intentar”, le dice Flint a The CEO Magazine. “La niña que era a los 16 años sigue siendo la misma persona que soy hoy en mis avanzados 40. Mi espíritu es el mismo. Y eso es lo que he podido llevar a diferentes organizaciones, culturas, ambientes, industrias y niveles durante mi carrera. He podido decir, ‘Esto soy yo, esto es lo que defiendo’”, comenta.
“Mi marca personal se puede resumir en tres palabras: atreverse a intentar”.
Su autenticidad inquebrantable ciertamente ha dado sus frutos. La trayectoria profesional de Flint se lee como un mapa de ruta del éxito, con logros importantes alcanzados en empresas como Google, Ogilvy Asia Pacific, Singapore Airlines y British Airways.
“He estado en ventas y operaciones. He dirigido estas áreas en un país. He estado en asociaciones estratégicas, marketing digital y roles consultivos”, dice. “Pero las lecciones más valiosas que he tomado de mis experiencias con estas diversas marcas giran en torno a tres elementos clave: la importancia de tener un propósito claro, mantener un profundo entendimiento de tu base de clientes y esforzarse incansablemente por la excelencia”, afirma.
“Cuando se combinan, el proceso de establecer una marca fuerte naturalmente cae en su lugar”, añade.
Ahora, como directora comercial del grupo hotelero Mandarin Oriental, Flint se centra en todo, desde ventas y marketing hasta digital, marca y experiencia del cliente. Siempre ha admirado a Mandarin Oriental por su excelencia en el servicio y lujo, y está emocionada de que su regreso a la industria de viajes la haya llevado a este lugar.
“Mandarin Oriental es pequeño pero muy poderoso”, asegura. “El corazón de lo que hacemos es nuestro legendario servicio al cliente, que es crítico en lujo, por supuesto. Pero poder hacer eso de una manera relevante e intransigente es algo de lo que estamos muy orgullosos”, agrega.
Además, dado que Mandarin Oriental no es un grupo multinacional enorme, Flint dice que pueden ser muy ágiles, experimentando y probando rápidamente cosas nuevas.
“Perder la agilidad a medida que creces puede ser una verdadera debilidad para una empresa”.
“La agilidad es nuestra salsa secreta. Nos permite lograr cosas más rápidamente”, dice. “Perder la agilidad a medida que creces puede ser una verdadera debilidad para una empresa. Así que poder aprovechar eso a medida que crecemos ha sido una gran oportunidad para nosotros”, señala.
La prueba está en el pudín. Mandarin Oriental abrirá su hotel número 41 el próximo año, y su espíritu de innovación sigue siendo tan fuerte como siempre. Solo el año pasado, por ejemplo, la marca de hoteles de lujo se arriesgó y lanzó Mandarin Oriental Exclusive Homes.
“Este producto fue diseñado para poner un estándar de calidad en las villas privadas de lujo”, comparte Flint. “Proporcionó un nivel de servicio que uno esperaría en ese ambiente con mejoras en el producto y la experiencia de entrega de servicio. Pero el hecho es que nunca habíamos hecho algo así. Nos atrevimos a crear un negocio completamente nuevo”, dice.
Este atrevimiento ciertamente está en la marca para Flint. La líder visionaria, que se enorgullece de su participación en Young Presidents’ Organization (YPO); la comunidad global de liderazgo de extraordinarios directores ejecutivos, cree genuinamente que no se va a crear el futuro lanzando el presente.
“Solo creas el futuro empujando los límites y probando e impulsando los sistemas. Tienes que hacer las cosas de manera diferente y experimentar”, dice.
Flint admite que su marca personal ha pasado por varias iteraciones a lo largo de los años. Sin embargo, a través de todo ello y con toneladas de reflexión, una cosa ha destacado: cada nueva versión era más bien una desaparición, deshaciéndose de lo que había recogido en el camino, de las partes que no eran verdaderas para la persona que había sido todo el tiempo.
“He aprendido que construir una marca personal fuerte no se trata de crear algo completamente nuevo, sino más bien de descubrir y abrazar la esencia fundamental de quién eres”, comenta Flint. “Se reduce a tus valores. Pero más que eso, requiere entender qué te hace distinto y saber que si todos están zigzagueando, probablemente quieras zigzaguear e intentar algo ligeramente diferente”, afirma.
Para Flint, su diferenciación ha sido evidente en su toma de riesgos, humildad, altos estándares autoimpuestos y propensión para definir el futuro. Y, lo que es importante, su inquebrantable compromiso con la excelencia.
“Si todos están zigzagueando, probablemente quieras zigzaguear e intentar algo ligeramente diferente”.
“No puedes asumir que solo porque eres líder hoy, serás líder mañana”, asegura. “El trabajo nunca se acaba. El éxito significa mejorar de manera constante. Las marcas deben mejorar continuamente y siempre tener la sensación de que hay más por hacer. Esto impulsa el momentum y la velocidad”, dice.
“Pensar que finalmente has llegado o completado el trabajo solo impulsa la arrogancia y la complacencia”, añade.
Aprovecha el poder del propósito: El poder del propósito realmente unifica a la organización, y te ancla en términos de saber dónde quieres estar y a dónde quieres ir. Te hace humilde pero hambriento porque no puedes dar por sentada la posición en la que te encuentras, también te impulsa. Conoce genuinamente a tus clientes: Esto es fundamental. Nunca dudes de quién es lo más importante. Siempre pregúntate si lo que estás a punto de hacer tendrá un impacto en tu marca o comprometerá la experiencia de alguna manera. Siempre persigue la excelencia: Esta es la verdad del hogar. Es la base que te permite hacer todo lo demás. Tienes aspiración, perspicacia y conoces al cliente, pero la búsqueda final de la excelencia radica en la humildad. Es una creencia de que las cosas siempre pueden hacerse mejor. La búsqueda de la excelencia se está redefiniendo constantemente. Nunca alcanzarás la excelencia, pero tienes que tener esa aspiración.Tres formas de crear una marca poderosa