El mundo entero cambió en marzo de 2020. Días antes de que la pandemia de COVID-19 azotara al planeta, Franklin Templeton México celebraba su 15° Aniversario.
Tal y como leía la invitación para el evento: “En 2005 fueron las primeras elecciones en Irak; Nace YouTube; El príncipe Carlos y Camila de Cornualles se casa; Vicente Fox es presidente de México; Los Patriots ganan el Super Bowl XXXIX; Muere el papa Juan Pablo II, Se pone en marcha el Metrobus de la Ciudad de México; Evo Morales es electo presidente en Bolivia; Angela Merkel es elegida primera mujer canciller de Alemania; George W. Bush es presidente de EE.UU. por segunda ocasión; “Million Dollar Baby” gana el Oscar como mejor película y Franklin Templeton abre su oficina en México”. A cargo de la misma estaba y sigue a la cabeza, Hugo Petricioli, uno de los principales impulsores de la industria de fondos de México y Latinoamérica.
Cuando constituyó la firma, trabajó desde casa durante un año y tuvo amigos que “creían que estaba desempleado”.
En una entrevista con The CEO Magazine, el presidente del Consejo de Administración de Franklin Templeton México y, Country Head Regional para México y Centroamérica, habla sobre cómo era el mercado entonces, cómo es ahora y cómo cree que evolucione…
Petricioli, quien hoy cuenta con un equipo de más de 30 personas cubriendo no solo México sino Centroamérica desde una oficina con vista al ángel de la independencia, recuerda que cuando constituyó la firma, trabajó desde casa durante un año y tuvo amigos que “creían que estaba desempleado”.
Durante la pandemia, el trabajo desde casa se convirtió en algo de todos los días, y aunque las oficinas de Franklin Templeton siguen con su inigualable vista, ya hay más flexibilidad a este respecto. Al mismo tiempo, la cifra de inversionistas experimentó en la pandemia un crecimiento sin precedentes.
De acuerdo con Petricioli, la pandemia, generó un cambio de paradigmas a nivel global para las inversiones, ya que la idea de “para un mal día” se volvió más real y las personas empezaron a pensar en su patrimonio, en sus inversiones, y aquellos con recursos se preocuparon por tener un fondo de contingencia.
En un año, entre 2020 y 2021, la industria de fondos de inversión en México creció de 2.5 a 3.6 millones de inversionistas, “un crecimiento nunca antes visto”. Para ponerlo en contexto, tuvieron que pasar diez años para que la industria de fondos del país consiguiera su primer millón de clientes. Hoy son casi 10 millones los mexicanos que invierten.
Según las cifras de la AMIB, entre diciembre de 2023 y septiembre de este año, el número de clientes en el mercado de fondos de inversión mexicano pasó de 6.41 millones a 9.48 millones. Casi triplicando su tamaño en cinco años y creciendo más de tres millones de clientes en solo nueve meses, lo que representa el mejor periodo de expansión en el mercado jamás visto en la historia.
Cuando Hugo comenzó con Franklin Templeton, se convirtieron en la primera firma en México sin red de distribución propia, “ese modelo es el modelo de un asset manager puro, tuvimos que buscar y esperar muchos cambios regulatorios porque el sistema regulatorio mexicano era legado de que las operadoras habían nacido como un apéndice de casas de bolsa, eso ha cambiado muchísimo”.
Durante 2006, varios asset managers globales trataron de establecerse en la región, pero “para el 2009 la mayoría había cerrado o cambiado radicalmente sus planes para el país por la falta de transparencia fiscal y el tema de fondos de fondos, eso en retrospectiva creo que fue algo muy malo en la oferta de fondos en México y limitó muchísimo a los inversionistas mexicanos”.
Hoy, aunque las casas de bolsa vivieron un auge de clientes y casi todos los bancos del país tienen ya una opción de contratación de fondos desde su banca móvil, el sector a primera vista ha cambiado poco, “las distribuidoras de fondos no se multiplicaron pese a que su modelo puede ser muy benéfico para los inversionistas, los asesores de inversión independientes prácticamente no participan en el sector al no contar con las plataformas adecuadas para mantener los precios competitivos y los jugadores siguen siendo prácticamente los mismos y en el mismo orden que cuando abrimos la oficina”.
Sin embargo, también considera que “hay cambios importantes que no se notan tan fácil, la figura societaria cambió, cambió también la especialización, vemos como los grandes bancos buscan ahora managers internacionales para asesorar los productos donde no tienen la experiencia y esto está mejorando la calidad de productos en México así como la oferta, como industria somos mucho más unidos y cada vez pesamos más, no solo como porcentaje del PIB si no como participantes del mercado”, señala.
De cara al futuro, Petricioli se muestra positivo: “Yo tiendo a ser optimista, de no ser así jamás hubiera empezado esta aventura en una industria donde todas las plataformas eran cerradas. El sector en México va a tener que consolidarse, los jugadores chicos no tienen viabilidad, se tiene que romper el paradigma de los “grupos” la especialización es la forma de crecer y crecer mejor, zapatero a tus zapatos. Creo que los jugadores chicos y grandes tienen que analizar en qué negocio están, son distribuidores o son gestores, si quieren ser los dos necesitan hacer un análisis real de sus propias economías de escala, la tienen o no y si no la tienen tendrían que replantear su modelo y decidirse. Si hacemos las cosas bien este sector podría volver duplicar su tamaño en cinco años”, comenta.
“Yo tiendo a ser optimista, de no ser así jamás hubiera empezado esta aventura en una industria donde todas las plataformas eran cerradas”.
Para lograrlo, al directivo le gustaría ver, entre otras cosas, un vehículo más competitivo, una regulación mucho más ágil y una mejora en la calidad y la cantidad de información. “El vehículo mexicano no es competitivo fuera de México por el marco regulatorio y fiscal, mis colegas de industria si lo son y es una pena que no puedan exportar sus habilidades y ser aún más exitosos. Con más y mejores estándares todo sería más claro para todos” menciona.
En su opinión, “el principal reto es que todo es complicado, nada es ágil, es confuso. Si queremos ser incluyentes y darle la oportunidad a todos los mexicanos de generar riqueza tenemos que hacer algo con absolutamente todos los materiales, prospectos, documentos clave, etc. ¿Has leído un prospecto recientemente? Trata de hacer un comparativo en México de fondos, no tenemos ni siquiera un estándar en las series mexicanas”.
En general, el éxito obtenido hasta ahora ha sido gracias a dos factores, una gran firma con un gran estándar ético y la posibilidad de formar un gran equipo, sin el equipo no hubiéramos podido hacer nada, el éxito es de todos y cada uno. Es una gran oportunidad de ofrecer productos a todos los mexicanos que les puede crear riqueza a partir de su flujo”, comenta Petricioli.
De cara al futuro, él y su equipo continuarán trabajando por fortalecer un mercado que están seguros tiene mucho potencial.
En 2024 celebró su octava edición, apoyando a más de 2,400 niños y adolescentes sordos.
El 100 por ciento de las inscripciones y patrocinios benefician al Instituto Pedagógico para Problemas de Lenguaje, IAP, (IPPLIAP), una Institución de Asistencia Privada que desde hace 57 años atiende a niños sordos, niños con problemas de lenguaje o de aprendizaje, preferentemente de escasos recursos para integrarlos dignamente a la sociedad.