La historia de la comida italiana en Nueva York ha dejado huella; no es ningún secreto que la pasta ha conquistado a sus habitantes. A pesar de que la mayoría de los restaurantes italianos en la ciudad incluyen pasta en sus menús, algunos llevan la experiencia a otro nivel ofreciendo menús de degustación de pasta.
Hablar de la comida italiana en Nueva York no es nuevo, pero vale la pena destacar la influencia de los mejores sitios que ofrecen este espectacular platillo.
Rezdôra se inspira en la cocina de la región de Emilia-Romaña. En los últimos años, se ha convertido en una referencia de comida italiana en la ciudad; su menú de degustación de pasta es ahora el estándar con el que se mide a los demás.
El chef Stefano Secchi es un experto en la elaboración de pasta. El menú de degustación incluye cinco platos de pasta con tortellini en brodo, gnudi y tagliolini con ragú de Módena; también hay una versión vegetariana. Esta deliciosa experiencia tiene un costo de 98 dólares por persona.
Cuando este elegante restaurante italiano abrió sus puertas en el antiguo local de Del Posto en 2022, la aclamada chef Melissa Rodríguez tenía un reto muy grande. Hoy, su trabajo es impecable; cuenta con dos estrellas Michelín y una nominación al premio de la Fundación James Beard.
En marzo pasado, Rodríguez y su fabricante de pasta Carlos Perdomo, quien labora con ella desde hace más de una década, añadieron un menú de degustación de pasta de cinco platos por 125 dólares por persona; inicia con un amuse bouche e incluye pan con mantequilla cacio e pepe y postre.
Las opciones de pasta cambian con regularidad, pero han incluido culurgiones rellenos de fontina y patata, acabados con caviar de osetra dorado, una salsa de mantequilla de hierbas y limón, cappelletti alla vodka con ricotta ahumada y albahaca fresca, y tortellini con verduras estofadas en un exquisito y complejo caldo que toma varios días elaborarlo, cubiertos con trufa negra.
Forsythia, el restaurante italiano del Lower East Side ofrece un menú de 109 dólares por persona y tiene como protagonista la pasta romana tradicional, aunque también incluye otros platillos.
Cuenta con una selección de dos tipos de pasta artesanal, cada una preparada por la chef Emily Swaine (anteriormente de Blue Hill at Stone Barns y Maialino). Todos los platillos se elaboran con ingredientes de temporada, como tortelli de cangrejo con mascarpone y albahaca en el verano, y pappardelle con rampas, colmenillas y brodo de setas durante la primavera.
En el menú de degustación también se incluye un postre a elegir.
Cuando este emporio de pasta del famoso fabricante napolitano Pastificio Di Martino abrió su primer establecimiento en Estados Unidos, en Chelsea Market a finales de 2021, los amantes de la pasta lo celebraron. El espacio cuenta con un mercado y un restaurante de pasta de cocina abierta, El Oval, donde los clientes pueden reservar un menú de degustación donde se ofrecen cuatro, cinco o siete platos.
El chef Alessio Rossetti se inspira en una receta clásica italiana incluyendo su toque moderno, destacando los más de 120 tipos de pasta diferentes del Pastificio Di Martino; la preparación cambia según la temporada.
Si deseas disfrutar de un elegante ambiente para degustar una de las mejores recetas de pasta, visita A Pasta Bar en Soho. La decoración del lugar está inspirada en Milán.
Por 130 dólares, los comensales disfrutan de cinco platos de pasta para compartir entre dos personas. Los platos cambian cada noche. Los favoritos del público podrían ser el tagliatelle con trufa negra, rigatoni con salsa de vodka y spaghetti vongole con chile calabrés.
Propiedad de Joe Bastianich desde 1998, Babbo fue uno de los primeros restaurantes de la ciudad en ofrecer un menú de degustación de pasta. Es uno de los mejores.
Con un precio de 115 dólares por persona, esta experiencia incluye cinco tipos de pasta; para un dulce final, tarta de aceite de oliva con gelato. Las variadas opciones de pasta van desde espaguetis negros con cangrejo gigante y chile, hasta raviolis de carrillera de ternera con trufas negras, pasando por pappardelle con salsa boloñesa.