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El crucero boutique Azamara Pursuit nos invita a visitar los rincones más encantadores de Grecia.

Las bugambilias trepan por las paredes bañadas de sol. Los gatos pelirrojos pasean por los patios revestidos de pithoi de terracota, mientras el lejano tintineo de las campanas de los burros resuena. Se trata de Lindos, en la isla de Rodas.

Este es uno de los destinos de las islas griegas a bordo del Azamara Pursuit, un crucero boutique con menos de 700 pasajeros. Sus viajes se enfocan en la inmersión del destino, cuidando la selección de sus excursiones para disfrutar largos días en tierra.

Rodas

Con casi 300 escalones y una altura de 116 metros, la colina revestida de pinos cipres exhibe la Acrópolis de Lindos. La fortaleza del siglo IX a.C. tiene importancia cultural ya que el Templo de Atenea Lindia presume de arquitectura helenística y bizantina.

A lo largo de los años, ahí se han realizado numerosas excavaciones arqueológicas; una de ellas dejó al descubierto los cimientos de La Propilea (entrada). Admirar las columnas dóricas del siglo III a.C. de la Stoa helenística y contemplar la laguna de la bahía de San Pablo desde las murallas de la fortificación es una experiencia única.

De vuelta en el Azamara Pursuit, los espectáculos nocturnos resaltan las tradiciones de los destinos visitados. En el Cabaret Lounge se encuentra el dúo de violinistas George y Dimitri, quienes dirigen una enérgica actuación cinematográfica mezclando clásicos con modernas melodías griegas, acompañadas con los sabores griegos del baklava y el ouzo.

Santorini

Navegar al amanecer por la caldera volcánica de Santorini es una de las experiencias de viaje más emocionantes del mundo. Contemplar el borde cubierto de hielo es el sueño de cualquier viajero.

Subir los más de 580 escalones hasta Fira, la capital de la isla, y comenzar el recorrido de tres horas por una de las rutas de senderismo más sorprendentes del mundo es parte de esta gran experiencia.

El camino empedrado y de grava, estrecho y ondulado, se encuentra entre exclusivos alojamientos en la lujosa aldea de Imerovigli, ubicada en un acantilado con vista a las islas de la caldera de Santorini.

El verdadero espectáculo visual se encuentra en Oia, al extremo norte de Santorini.

En un monte sobresalen los restos del castillo de Skaros, construido en el siglo XV. Sus fotografías panorámicas son espectaculares.

Actualmente la caldera disfruta de tranquilidad a pesar de la presencia de los islotes volcánicos de Nea Kameni, Palea Kameni y Thirassia, aún activos, mientras que el sendero se convierte en una serie de panorámicas de capillas.

Otro verdadero espectáculo visual se encuentra en Oia, al extremo norte de Santorini, con sus casas cueva blancas como la nieve y cúpulas azules que conquistan el corazón de los turistas.

Patmos

Al siguiente día se visita un nuevo puerto; ahora en la isla de Patmos, cuya gruta fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Durante la excursión se recorren las laderas cubiertas de pinos hasta llegar a las calles de Chora. La ciudad medieval luce ventanas y puertas color azul entre eternos arquitrabes.

El imponente complejo del siglo XI que alberga el Monasterio de San Juan es un mundo de arcos y arquitectura bizantina. Tras sus muros poligonales, el museo, la biblioteca y el tesoro guardan joyas antiguas, coronas, pergaminos, vestiduras encuadernadas en oro y plata, y textos de Aristóteles del siglo XV.

Se cree que Kallikatsou fue un templo de culto a Afrodita.

Aquí también se encuentra la famosa Cueva del Apocalipsis, lo que convierte a Patmos en uno de los lugares de peregrinación más significativos de Europa.

Cerca de los molinos de viento del siglo XVI está Aloni, una taberna tradicional donde el vino y la gastronomía son exquisitos. Las hojas de parra rellenas, las empanadas de queso, las albóndigas y las habas se disfrutan en largas mesas acompañadas del talento de artistas griegos y sus danzas tradicionales.

Al caer la tarde se visita la playa de Petra y se contempla la Roca de Kallikatsou. Este monolito volcánico de cuatro millones de años domina la bahía de Grikos. Más allá, se pueden observar los barcos de pesca.

Se cree que Kallikatsou fue un templo de culto a Afrodita, con escalones tallados, cavernas y alcobas que posiblemente se utilizaron para ofrendas.

Mykonos

Panagia Paraportiani es un mundo de acuarela entre la luz helénica azul y blanca.

El conjunto de cinco iglesias blancas está rodeado con arcos, cruces y campanas, y coronado por una de las cúpulas más fotografiadas del Egeo.

El conjunto de cinco iglesias blancas está rodeado con arcos, cruces y campanas, y coronado por una de las cúpulas más fotografiadas del Egeo.

Caminar por las hermosas calles empedradas de Mykonos es una gran experiencia ya que parecen laberintos; los visitantes también contemplan los balcones pintados de colores pastel. Detrás de ellos, la música.

De paseo por barrios residenciales, se llega a una calle de llamativas boutiques y relucientes orfebres.

La belleza blanca de Mykonos también se celebra a bordo. Al atardecer comienza la fiesta de la Noche Blanca, un evento característico del barco. Cuenta con un código de vestimenta: totalmente blanco.

Los invitados se reúnen en el Cabaret Lounge, disfrutan el ritmo de la música y el ambiente toda la noche.

En el mar

El último día, de camino al puerto de desembarque de Estambul, se disfruta en el mar. El desayuno se toma en el Windows Café.

Algunos optan por las clases de yoga y pilates, otros por un masaje en el Sanctum Spa o un baño en la piscina de agua salada Thalasso.

Después de comer en el restaurante Discoveries, se disfruta de un café y chocolates gourmet en el Mosaic Café.

Las habitaciones cuentan con ventanas panorámicas, mientras la biblioteca encanta con sus frescos de plantas y aves.

En el lujoso bar se escucha al pianista Barry Miller. Para cenar los visitantes cuentan con opciones, Aqualina o Prime C Steakhouse.

La clase de Paint and Sip hace que el último día sea especial. Entre paletas de pintura y vino, los huéspedes se inspiran en fotos de las islas griegas.

Con una copa en una mano y un pincel en la otra se intenta recrear la experiencia de este crucero y plasmar las bellas imágenes que nos brindó el recorrido. Algunos eligen Oia como musa para plasmar el encanto de Santorini, inolvidable para sus visitantes.

Para conocer diversos itinerarios de cruceros enfocados en la inmersión del destino y categorías de alojamiento, visita www.azamara.com.

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