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Para Carlos Slim, se debe trabajar juntos, “lo peor que puede pasar es el conflicto y cuando un gobierno es electo democráticamente hay que respetarlo, tratar de aportarles planteamientos y programas”.

Carlos Slim Helú no es un personaje cualquiera. La gente constantemente lo ve, primero, como uno de los hombres más ricos del mundo, luego, como el ideal popular. Otros incluso lo ven como el próximo presidente de México, a pesar de que en repetidas ocasiones ha dejado claro que a él, no le interesa la política.

Lo que sí le interesa, y mucho, es mejorar el país y el mundo. En su opinión, “lo peor que puede pasar es el conflicto, y cuando un gobierno es electo democráticamente hay que respetarlo, tratar de aportarles planteamientos, programas; pero el tener conflictos, caprichos ideológicos, es una tontería”.

Esa personalidad, que busca sumar, ha sido criticada muchas veces al no presentar una oposición al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pero las voces que dicen que “cambió de mando” olvidan que, mejor dicho, “el Ingeniero” presenta coherencia.

Ya que, de acuerdo con el famoso empresario, “esa desunión lleva al estancamiento o a la mediocridad y no lo podemos aceptar. Debe ser un compromiso buscar el desarrollo del país; vean a los ucranianos sumando y defendiendo a su país”, según señaló recientemente en una charla con el Consejo Coordinador Empresarial.

Una nueva sociedad

Por décadas Slim ha citado a “La tercera ola” de Alvin Toffler, un libro que desde los años setenta, pronosticaba que gracias a los avances tecnológicos, las sociedades de ahora serían sociedades de servicios.

Considerado ‘futurista’ cuando se publicó, hoy es un reflejo de la realidad y el cambio de paradigmas. “Antes no importaba la ignorancia, porque era trabajo físico; ahora se sustenta el bienestar del hombre, se trata de personas con educación y un buen nivel económico”, señala Slim.

Antes no importaba la ignorancia, porque era trabajo físico, ahora se sustenta el bienestar del hombre

Antes no importaba la ignorancia, porque era trabajo físico, ahora se sustenta el bienestar del hombre

Esta nueva sociedad también abre la puerta a nuevos esquemas laborales. En el marco del vigésimo encuentro México Siglo XXI, organizado por la Fundación Telmex, Carlos Slim compartió que las nuevas generaciones tienen la oportunidad de vivir en un contexto de libertad, democracia y tecnología, en el que se piensa en el bien de todos y en el medio ambiente. Sin embargo, dijo que este entorno «requiere de salud, educación, de capacitación y, sobre todo, de empleo bien remunerado».

Durante su presentación, el empresario propuso jornadas laborales de tres días y jubilación a partir de los 75 años, considerando que con tres días se permite emplear a más personas y, recordando que, al no ser tan necesario el trabajo físico como la experiencia, este esquema beneficia a la población y evita el colapso de las finanzas del Estado y de los fondos de pensiones.

Para él, se trata de combatir la pobreza

Slim está convencido de que lo que hace falta en el mundo es una guerra en contra de la pobreza. Es por esto que ha buscado mejorar el poder adquisitivo de la población, destacando lo hecho por Margaret Thatcher en Reino Unido al reducir la desigualdad, o el caso de China, donde también se mejoró el poder adquisitivo de sus habitantes, logrando multiplicar 10 veces el sueldo promedio.

“México es un país milagroso y hemos desaprovechado y destruido las oportunidades; es una tristeza y ha sido repetitivo”. Slim considera que los empresarios tienen una gran oportunidad y deben de aprovechar los tratados de libre comercio, “tenemos que hacer el trabajo”, afirma.

En su opinión, hoy en día hay una confrontación clara entre China y EE.UU. citando cómo las tensiones entre el presidente Biden y el presidente Xi Jinping, pueden ser beneficiosas para México. “Nosotros tenemos un costo menor de mano de obra, somos muy eficientes, estamos cerca, pero lo importante es subir el salario y el poder adquisitivo. Que suba la inversión, ya que con más empleo, mejores ingresos. Porque con un mercado interno fuerte y con ingresos, el país avanza”.

Para lograrlo, también se debe combatir la desnutrición infantil. “No se hace con caridad, ni con programas sociales, sino con nutrición tanto para las madres como para los bebés, con salud y educación”.

Pero también, como se busca reducir la mortalidad infantil, el directivo considera que hay que bajar la mortalidad empresarial, para la que identifica como principales obstáculos, una amplia y confusa regulación, así como corrupción y falta de financiamiento.

“La riqueza es como el árbol y el ingreso es el fruto del árbol y lo que hay que repartir es el fruto, no la rama o el tronco o la raíz, y hay que guardar algo del fruto para seguir plantando.”

Carlos Slim opina que “la riqueza es como el árbol y el ingreso es el fruto del árbol y lo que hay que repartir es el fruto, no la rama o el tronco o la raíz, y hay que guardar algo del fruto para seguir plantando”.

Pero para poder hacer esto, se debe estar en una situación financiera saludable, por lo que siempre ha sido fiel a una filosofía de austeridad en los buenos tiempos para así poder evitar despidos en los malos.

“Mantener la austeridad en tiempos de vacas gordas, o sea, cuando las cosas están muy bien, en lugar de entrar en expansiones, estructuras, corporativos, etcétera. Las empresas se fortalecen si mantienen la austeridad, se capitalizan, se acelera el desarrollo y evitan los amargos ajustes que además bajan mucho la moral de todo el personal en las épocas de crisis”, es una de sus citas más conocidas.

Para él, la familia es clave. Sus hijos y nietos son parte de Grupo Carso, el cual emplea a más de 200 mil personas en México y 150 mil en el extranjero. Los aprendizajes de su padre, resuenan aún ahora: “‘El optimismo firme y paciente siempre rinde sus frutos’, es un principio de mi papá. ‘Todos los tiempos son buenos para quienes saben trabajar y tienen con qué hacerlo’, también es de él”.

En repetidas ocasiones Slim ha asegurado que confía en que no hay reto que no sea posible lograr teniendo los objetivos claros. Los principios de su grupo son inamovibles, basados, sobre todo, en estructuras simples.

“Organizaciones con mínimos niveles jerárquicos, desarrollo humano y formación interna de las funciones y de los funcionarios, flexibilidad y rapidez de las decisiones para operar con las ventajas de la empresa pequeña, es lo que las hace grandes”.

Para él, crear empresas implica responsabilidad y compromiso: “son administradores temporales de la riqueza y los recursos, nuestra responsabilidad es el manejo que se hace del capital de la empresa”.

El directivo también nota que “la creatividad empresarial, la experiencia empresarial, no sólo se aplica en los negocios, sino también para la solución de problemas. Es decir, el empresario está constantemente confrontado con el manejo de recursos, confrontando los problemas, encontrando soluciones, innovando, etcétera”.

“La creatividad empresarial, la experiencia empresarial, no sólo se aplica en los negocios, sino también para la solución de problemas.”

Historia empresarial

Las empresas de Carlos Slim no siguieron un patrón común durante su creación.

La diversificación ha sido clave para Grupo Carso. Apostó por edificar su compañía con productos y servicios completamente distintos entre sí.

Un primer punto de inflexión de su historia fue la compra de diversas empresas durante la crisis de 1982. Fue cuando, asegura, empezó a entender la situación económica y a tomar decisiones como consecuencia.

“Saqué una lista para poder ubicar cómo estaban las cosas, el valor de las empresas en diciembre del 82. Esto es impresionante porque el desplome de la confianza, del tipo de cambio, de los inversionistas y, por supuesto, de los precios, llevaron a que hubieran estos precios inexplicables, castigados, de empresas muy valiosas, que no tenían problemas financieros importantes”.

México pasó en esa época por una crisis profunda que provocó una fuerte desconfianza en la economía del país y salidas masivas de capitales, lo que hizo que varias empresas se desvalorizaran.

“Por ejemplo, Cemex valía 26 millones de dólares y hoy vale cerca de 28 mil millones de dólares; Teléfonos de México valía 172 y era de las más caras”, recuerda.

Y así fue como pudo hacer lo que pocos hacen en tiempos de crisis: comprar para aprovechar la oportunidad única que el contexto social presentaba.

“El desplome de la confianza, del tipo de cambio, de los inversionistas y, por supuesto, de los precios, llevaron a que hubiera estos precios inexplicables, castigados, de empresas muy valiosas, que no tenían problemas financieros importantes.”

Aprovechar oportunidades

Otro hito en la historia de las empresas de Slim Helú fue la privatización de Telmex. En este proceso, varios accionistas se unieron para comprar el 20.4% del control de la empresa. Grupo Carso y Grupo Financiero Inbursa adquirieron un 5.8 por ciento.

“En diciembre del 87, Telmex valía un poco más de 600 millones de dólares. Durante el año de la privatización va subiendo mucho el valor; bueno, desde el 88, 89 prácticamente se duplica, y al año siguiente el incremento es de doscientos veintitantos por ciento, y continúa en el año del 90”.

Esto ayudó a que los activos de la compañía crecieran de forma extraordinaria en pocos años, haciéndolo el grupo empresarial más importante de México

“Un factor que contribuyó a la internacionalización de América Móvil y de Telmex fue la burbuja de marzo del 2000.”

Otro suceso importante en la historia de Grupo Carso fue la internacionalización de América Móvil, que los catapultó al nivel empresarial del que ahora gozan. La empresa supo aprovechar otro momento de crisis, pero ahora, a nivel mundial.

“Un factor que contribuyó a la internacionalización de América Móvil y de Telmex fue la burbuja de marzo del 2000, cuando empezaron a caerse los mercados, lo que le llamaban la burbuja de Internet, pero que afectó mucho los mercados y los precios, e hizo muy atractiva la posibilidad de internacionalizarse y crecer mucho, sobre todo en el caso de América Móvil”, señala.

Esto potencializó a la marca y creó posibilidades inimaginables para los activos de las compañías de Carlos Slim, quien considera como parte de su éxito el saber distribuir la riqueza.

Yo al morir no me voy a llevar nada; el crear riqueza y procurar distribuir su ingreso sí se quedará aquí

“Lo que aprendí siempre ha sido tener muy presente que nos vamos sin nada, que hay que hacer las cosas durante nuestra vida y que debemos ser eficientes, cuidadosos y responsables en el manejo de la riqueza para crear más… Yo al morir no me voy a llevar nada; el crear riqueza y procurar distribuir su ingreso sí se quedará aquí”.

Centrarse en las personas es una estrategia que muchos otros empresarios han seguido para llevar a sus compañías al éxito, pero la clave para Slim Helú ha sido que ese enfoque no solo se quede a nivel empleos, sino en la calidad de vida de aquellos que colaboran en sus empresas.

“Salud y educación, cada vez más educación, mejor educación. Hay que pasar de la alfabetización a la cultura digital; más ciencia, más ingenieros, más investigación, más desarrollo. Gente no solamente preparada para el humanismo, que también hay que prepararla, sino también para la ciencia”, señala el también co-presidente de la Comisión de Banda Ancha, un organismo de alto nivel dedicado a la promoción de la banda ancha como acelerador del desarrollo en todo el mundo.

Hay que pasar de la alfabetización a la cultura digital

Además de combatir la marginación económica, social, educativa y la desnutrición – por convicción ética y moral- Slim considera que debemos entender también que es una necesidad económica procurar su desarrollo y, para esto, asegura que se deben combinar recursos más allá de lo que tenga el gobierno. «Una clave es la inversión en infraestructura, vivienda, desarrollo turístico».

Legado

“No tengo vocación política, prefiero trabajar desde la actividad empresarial y fundacional para formar más y mejor capital humano y físico”, ha dicho. Desde su trinchera, se ha preocupado por dejar un legado para México.

Muchas veces le han preguntado si le va a dejar dinero a sus hijos, a lo que responde: “Yo creo que cuando les dejas una empresa les dejas trabajo, responsabilidad y compromiso con la empresa, contigo mismo y con el país para generar riqueza”.

La filosofía de Grupo Carso, que vive en todas y cada una de las empresas que lo conforman, incluye una serie de principios de “eficiencia, austeridad, honestidad, modernización, reinversión de utilidades y desarrollo, entre muchos otros, tratando de prestar siempre el mejor servicio, fomentar el empleo y fortalecer el mercado interno; lo que sólo puede ser resultado de una economía crecientemente incluyente, en beneficio de la sociedad y del país”.

“Mi reto de vida es mejorar las condiciones de salud, la educación y generar empleo.”

Para Slim, el principal reto de la vida “es mejorar las condiciones de salud, la educación y generar empleo”. Es por eso que el éxito, para él, no se basa en hacer más y más dinero, ni en hacer bien las cosas y obtener un reconocimiento por ello.

“No es una opinión exterior, es un estado interior. Es la armonía del alma y de sus emociones, que necesita del amor, la familia, la amistad, la autenticidad, la integridad”, es una frase que escribió en su Carta a los Jóvenes, redactada en junio de 1994, y que también repitió a sus becarios en 2022.

No tengo vocación política, prefiero trabajar desde la actividad empresarial y fundacional para formar más y mejor capital humano y físico

También considera muy importante “evitar aquellos sentimientos negativos tales como la envidia, los celos, la arrogancia, el egoísmo, la vagancia, la venganza, la codicia… Estos sentimientos son veneno que se ingiere poco a poco”. En su discurso recordó que: “El pesimismo también lleva a la mediocridad», así como que “el daño emocional no viene de terceros, se fragua y se desarrolla en nosotros mismos. Dios perdona nuestros pecados pero nuestro sistema nervioso, no”.

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