VUELVE EL EMPLEO BÚMERAN

Un mercado laboral especialmente tenso está llevando a las empresas a reconsiderar el concepto de empleo búmeran, es decir, volver a contratar a antiguos empleados para una segunda etapa en sus organizaciones. Según los analistas, la recontratación de antiguos empleados puede ser una situación ventajosa para todos, ya que los candidatos aportan familiaridad a sus antiguas empresas y éstas pueden prescindir de una capacitación costosa y extensa.

Sin embargo, está la cuestión de la salida original de los empleados. Los analistas afirman que las personas que se van en buenos términos suelen tener razones sinceras para regresar, como cuando los nuevos lugares de trabajo no cumplen sus expectativas o simplemente anhelan volver a lo que les resultaba cómodo.

Una encuesta realizada en seis países por la empresa de recursos humanos UKG reveló que el 43 por ciento de los empleados que renunciaron durante la pandemia admitieron que estaban mejor en sus antiguos puestos. En un boletín del periódico canadiense The Globe and Mail, Radhika Panjwani afirma que los empleados búmeran serán una tendencia en el lugar de trabajo en 2023.

La rotación de personal se produce por múltiples razones, muchas de ellas inevitables, como la jubilación, el cambio de carrera o el traslado. Pero otras tantas pueden controlarse prestando la debida atención a las necesidades del personal y a las condiciones del lugar de trabajo, según Loopin.

Los expertos en bienestar de los empleados aseguran que hay seis razones principales de la rotación de personal: escasas oportunidades de crecimiento, falta de retroalimentación, microgestión, falta de flexibilidad laboral, exceso de trabajo y contratación del candidato equivocado.

«Es increíblemente vital que los empleadores consideren las causas de una alta rotación de personal que potencialmente pueden prevenirse con las implementaciones apropiadas. Algo tan sencillo como una reunión individual cada dos semanas puede mejorar el bienestar, el éxito y el disfrute general del empleado en su puesto, y puede reducir la velocidad a la que aumenta la rotación en la organización», afirma un portavoz de Loopin.

«Una elevada rotación de personal no sólo afecta a la eficiencia de la empresa, sino que también repercute en los empleados con una carga de trabajo añadida, y puede dañar la reputación de la organización de cara a futuros empleados», concluye.

Sólo 39 de las 500 empresas de Fortune tienen mujeres al frente, una cifra ínfima, a pesar de décadas de concientización sobre la importancia de la igualdad de género en la alta dirección.

Pero un nuevo análisis de Frank Staffing Group, una empresa global de contratación de personal informático, muestra que esas empresas están siendo recompensadas: En la lista Fortune 500, el 87 por ciento de las empresas con directoras al frente en 2021 obtuvieron beneficios superiores a la media. Esto contrasta con el 78 por ciento de las empresas con CEO masculinos.

Zoë Morris, Presidenta de Frank Staffing Group, ofrece tres consejos a las empresas para lograr el cambio cultural necesario para la promoción de mujeres ejecutivas: aumentar la visibilidad de las mujeres, ofrecer oportunidades adecuadas de progreso profesional y promover la igualdad en el lugar de trabajo.

«Piense en las oportunidades que ofrece a sus empleadas. ¿Les da la oportunidad de progresar en su carrera? ¿Se trata de una oportunidad que les interese o que puedan aprovechar? afirma Morris.

«Son preguntas muy sencillas, pero pensar más en las respuestas puede marcar una gran diferencia», agrega.

Con la crisis climática que se acerca y la sostenibilidad en la mente de muchos, la bicicleta y otras formas de micromovilidad son cada vez más populares.

En los países desarrollados, las personas han adoptado diversas formas de micromovilidad -como bicicletas, ciclomotores o patinetas eléctricas- y la gente de todo el mundo ve cada vez más la bicicleta como un medio de transporte práctico y no como un medio para gente de escasos recursos. 

Según Kersten Heineke, socio de McKinsey & Company con sede en Fráncfort, a medida que los trabajadores vuelven a la oficina tras la pandemia, cada vez son más los que optan por la micromovilidad.

«La micromovilidad es lo único que se va a utilizar después del COVID-19», declara Heineke a The McKinsey Podcast.

«El transporte público sigue por debajo de los niveles anteriores a COVID-19. Compartir viajes en auto, solicitar servicios de transporte público, o conductores privados mediante aplicaciones y demás, están al mismo nivel, quizá un poco por encima», agrega.

Las tendencias confirman una encuesta realizada en 2021 por el McKinsey Center for Future Mobility, según la cual, casi el 70 por ciento de los encuestados están dispuestos a probar opciones de micromovilidad para sus desplazamientos al trabajo.

Los viajes volvieron con fuerza en 2022, a pesar de las tensiones geopolíticas. Lo peor de la crisis del COVID-19 se desvaneció y la gente anhelaba ver sitios y experimentar placeres que se limitaron durante la pandemia. Un estudio exhaustivo de la plataforma de viajes Booking.com prevé que el fuerte interés por viajar continuará en 2023, aunque predice que los usuarios buscarán viajes significativos en medio de tiempos turbulentos.

«Si 2022 fue el regreso triunfal de los viajes, 2023 será su reimaginación creativa en medio del caos», declara Booking.com al anunciar los resultados de su encuesta. «Nada estará fuera de los límites, y todo está en el menú mientras todos buscan encontrar el equilibrio adecuado en un mundo de contradicciones», agrega.

Cada vez son más los viajeros que quieren salir de su zona de confort: la mitad afirma querer experimentar un choque cultural total. El 28 por ciento afirma que le gustaría comprar un billete de ida y dirigirse a donde su instinto le lleve. El deseo por peregrinaciones y viajes es la constante.

Muchos también expresaron su gusto por experiencias que se remontan a tiempos más sencillos, anteriores a la era digital. Alrededor del 55 por ciento de los viajeros globales afirman que se quieren «desconectar», mientras que el 44 por ciento dice que quiere «experimentar la vida con lo estrictamente necesario» y hacer viajes con una «sensación más básica».