Bañarse en aguas mágicas y ricas en minerales no es un lujo para los húngaros, es su modo de vida desde hace más de 2,000 años. Su cultura balnearia se remonta a los romanos, que creían que la corteza terrestre era más fina en Hungría, por lo que sus aguas absorbían mejor los benéficos minerales.

Cierto o no, es una realidad que el país está repleto de manantiales de aguas termales (según National Geographic hay más de 1,300), y la propia Budapest cuenta con más de 100, como ninguna otra capital. No es de extrañar que Budapest sea conocida como la capital mundial de los spas.

Es posible que hayas oído hablar de los famosos baños públicos de Budapest (Széchenyi y Gellért, sobre todo), o que incluso los hayas visitado, pero para vivir una experiencia más elevada y privada, quizá quieras visitar los siguientes spas, que ofrecen tratamientos inolvidables y exquisitos.

INSTITUTO OMOROVICZA

Foto: Chanelle Ho

Seguro que has oído hablar de los premiados productos del cuidado de la piel de Omorovicza, entre los que se incluye el concentrado curativo patentado, creado en colaboración con el Laboratorio Húngaro de Dermatología, quienes descubrieron la vitamina C. Su emblemático spa y tienda se encuentra en la famosa avenida Andrássy.

El lugar siempre ha sido conocido por sus propiedades curativas; fue un baño otomano medieval antes de que la familia Omorovicza construyera sus baños termales en el siglo XIX.

A principios de la década de 2000, Stephen y Margaret de Heinrich de Omorovicza decidieron convertir la historia familiar en un legado. El Instituto resultante es un oasis en la ciudad, con resinas reflectantes de color azul intenso, piedra caliza natural y detalles de cobre que celebran el poder elemental de la Tierra. Además, sus tonos apagados y terrosos relajan el cuerpo al instante.

TRATAMIENTO RECOMENDADO: Iluminador facial

Es la receta perfecta para las pieles apagadas y con aspecto apagado. Comienza con una doble limpieza perfumada con neroli que utiliza el popular Bálsamo Limpiador Termal (elaborado con barro de páramo húngaro rico en calcio y magnesio), para limpiar en profundidad y eliminar cualquier resto de maquillaje e impurezas de los poros. Después, una suave exfoliación con cobre y ácido láctico elimina las células muertas y afina la textura de la piel.

A continuación, los expertos terapeutas aplicarán la aterciopelada Gold Hydralifting Mask, un hermoso tratamiento para la piel con aroma a rosas que aprovecha el poder del oro coloidal para restaurar la hidratación y calmar cualquier sensibilidad (disfrutarás de un masaje de brazos y manos mientras el tratamiento actúa en tu piel). Por último, terminarás con un masaje facial que utiliza técnicas húngaras para estimular la renovación celular y la producción de colágeno, a la vez que define los contornos faciales.

EL SPA DEL HOTEL FOUR SEASONS GRESHAM PALACE

Foto: Chanelle Ho

Este opulento edificio, situado a orillas del Danubio, es una visita obligada para los amantes del arte, la historia y el glamur de la Edad de Oro de Budapest. Hay demasiadas cosas que destacar, desde las emblemáticas puertas de hierro con forma de pavo real, hasta un vestíbulo adornado con más de dos millones de sutiles mosaicos, pasando por hermosas vidrieras y la brasserie contemporánea, Kollázs.

Sin embargo, lo más notable de todo es su spa. Situado en la última planta -una característica única, ya que normalmente suelen estar escondidos en las plantas inferiores- ofrece un ambiente luminoso y fresco. Cuenta con una alberca infinita, jacuzzi, baño de vapor, sauna y seis salas de tratamiento. Además, los vestuarios tienen todo lo que puedas necesitar, desde productos de cuidado de la piel Diptyque, hasta pasta de dientes Marvis.

TRATAMIENTO RECOMENDADO: Toque de Tierra

Esta caricia corporal utiliza auténticos ingredientes húngaros para dejarte relajado, resplandeciente y rejuvenecido. Comienza con una exfoliación corporal completa a base de lavanda autóctona, aceite de pepitas de uva y sal; una mezcla sencilla pero eficaz para exfoliar las células muertas de la piel.

Luego tu cuerpo será envuelto en barro húngaro tomado del lago Heviz. Rico en calcio y magnesio, elementos que alivian las articulaciones y curan la piel, fue descubierto originalmente por los soldados romanos que se dieron cuenta de que las heridas de sus caballos se curaban a un ritmo significativamente más rápido al pasar por el barro. Además, los ácidos húmicos y fúlvicos desintoxican y purifican la piel para una limpieza profunda. Por último, expertos te darán un masaje corporal completo para tratar cualquier dolor.

THE SWAN SPA EN EL PALACIO DE MATILD

También declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el Matild Palace es un elegante hotel construido en 1902, durante la Belle Époque. Los interiores destilan lujo por todas partes, desde la encantadora entrada adornada con búhos tallados y motivos florales, hasta el vestíbulo y biblioteca adornados con toques dorados.

El Swan Spa hace lo propio con paredes y suelos de mármol. Ofrece una experiencia de baño de influencia húngara junto con terapias termales tradicionales y rituales hammam. Una sauna, una sala de vapor y sal y dos salas de tratamiento completan el conjunto. Después del tratamiento, vale la pena visitar el Matild Cafe and Cabaret, que data de 1901, aunque lleva funcionando casi cuatro décadas y fue el primer negocio que abrió en la ciudad tras la batalla de Budapest.

TRATAMIENTO RECOMENDADO: L’Amia Natura Aromaterapia Facial BIO & Lifting

Si buscas un tratamiento facial relajante con aromaterapia y grandes resultados en la piel, prueba este creado por el esteticista húngaro Gaspar Viki. Comienza con una limpieza profunda y espumosa con aguas aromáticas y un exclusivo masaje con cepillo, que prepara la piel para absorber mejor los ingredientes botánicos activos de las fórmulas de L’Amia Natura.

Mediante técnicas de masaje para elevar, tonificar y contornear el rostro, el tratamiento combate con éxito los signos del envejecimiento, desde la reducción de arrugas y manchas de la edad, hasta la reafirmación de la piel flácida y la recuperación de un brillo juvenil.

EL SPA REAL DEL CORINTHIA BUDAPEST

Foto: Chanelle Ho

El Corinthia Budapest es un edificio emblemático que data de 1886. Su grandeza salta a la vista desde el vestíbulo de mármol cremoso revestido de pilares y una escalera central con estatuas doradas. El hotel está dividido en dos atrios acristalados que dejan entrar la luz natural y crean una sensación de amplitud.

Escondido cerca del impactante vestíbulo se encuentra el spa. Una piscina de 15 metros se asoma a un balcón con vidrieras y techos, y varios arcos esconden jacuzzis y bañeras de hidromasaje. Atraviesa sus estrechos pasillos y encontrarás seis salas de tratamiento, regaderas de sensaciones (la de lluvia tropical es una auténtica maravilla), saunas y salas de vapor, que te harán querer pasar el día entero en el spa.

TRATAMIENTO RECOMENDADO: Ritual Corporal

Este ritual corporal es un mimo de los pies a la cabeza. Comienza con una exfoliación corporal completa hecha con una mezcla desintoxicante de sales marinas naturales y aceite de pomelo, ciprés y eucalipto para despertar los sentidos y facilitar el drenaje linfático. Después, el cuerpo se envuelve en algas marinas para nutrirlo e hidratarlo profundamente.

Mientras tu piel se impregna de lodo suavizante, te aplicarán un suave masaje en el cuero cabelludo que te sumerge en un estado de atención plena y zen (no es ninguna sorpresa para el terapeuta si te duermes en esta fase). Una vez que hayas tomado una ducha refrescante para eliminar las sales y el barro, te envolverán en cálidos aceites corporales para un masaje de aromaterapia personalizado que aborda los dolores articulares y musculares. El tratamiento te hará sentir renovado, relajado y rejuvenecido.

Este artículo se publicó por primera vez en Quintessentially y se publica con su permiso. Para más información, visite Quintessentially.com