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Una buena comida y un diseño inspirador ya no son suficientes para los viajeros exigentes a la hora de elegir un hotel. A raíz de la pandemia de COVID-19, los consumidores se centran no solo en vivir cómodamente, sino también en contribuir a construir un mundo mejor y más sano.
A medida que aumenta el llamamiento a los operadores turísticos para que adopten una conciencia ecológica, no es de extrañar que cada vez más hoteles se suban al carro de la ecología. Aunque algunos han recurrido al “lavado verde” y se han limitado a cumplir los requisitos básicos de sostenibilidad, otros están marcando la diferencia.
De hecho, muchos operadores turísticos ya hablaban de sostenibilidad incluso antes de que se pusiera de moda.
Algunos hoteles y complejos turísticos destacados han demostrado su auténtico compromiso con la sostenibilidad contratando a personal dedicado a planificar y aplicar iniciativas ecológicas, e incluso miden el impacto de estos esfuerzos mediante auditorías periódicas. Otros intentan tener un impacto duradero contratando, educando y empoderando a las comunidades locales para asegurarse de que invierten en la preservación de su entorno para las generaciones venideras.
Desde el remoto reino himalayo de Bután hasta las resplandecientes aguas azules de las Maldivas, he aquí seis de los hoteles y complejos turísticos más sostenibles del mundo.
Le Manoir lleva la sostenibilidad en el corazón. Cuenta con un total de 11 jardines, de los cuales casi una hectárea está dedicada a la plantación de verduras, frutas y hierbas aromáticas. Los productos se utilizan en las escuelas de cocina y jardinería Raymond Blanc, así como en el restaurante del hotel, que ostenta dos estrellas Michelin desde que lo inauguró el Chef Raymond Blanc en 1984.
De hecho, crear los huertos fue lo primero que hizo Blanc cuando compró Le Manoir. Los huéspedes que vienen por primera vez suelen quedar fascinados al ver la máquina de compostaje y el secador de residuos alimentarios al final de una visita guiada por los jardines de la mansión, pero las máquinas eran el siguiente paso lógico en el compromiso del hotel con la sostenibilidad, ya que desempeñan un papel clave en el cierre del ciclo de residuos alimentarios.
La compostadora y la secadora fueron adquiridas por el hotel en 2019 y pueden procesar unas 100 toneladas métricas de residuos orgánicos al año para producir entre 40 y 50 toneladas métricas de composta, lo cual hace que el suelo sea más fértil para cultivar productos.
La ética medioambiental del hotel también se extiende a sus 32 habitaciones y suites de estilo individual. Solo se utilizan productos de limpieza ecológicos y todos los artículos de aseo son 100 por ciento reciclables.
Para reducir aún más los residuos, una organización benéfica local reutiliza los jabones y velas desechados en el hotel en sesiones de manualidades para jóvenes y ancianos. Los periódicos se reciclan o se envían al Tiggywinkles Wildlife Hospital, donde se utilizan como lecho para los animales.
Por sus esfuerzos ecológicos, la Guía Michelin concedió a Le Manoir la Estrella Verde en 2021 y 2022. También está en marcha un plan de 43 millones de dólares para añadir un spa de bienestar, nuevos alojamientos y un bistró, pero por la trayectoria del hotel, no hay duda de que seguirá comprometido con la sostenibilidad.
Dos de los complejos de Four Seasons en las Maldivas, Kuda Huraa y Landaa Giraavaru, son pioneros en el archipiélago en materia de conservación medioambiental y marina.
Kuda Huraa fue el primer complejo turístico maldivo en contar con biólogos marinos y su propio Centro de Descubrimiento Marino. Más de dos décadas después, estos centros se han convertido en una inclusión muy deseable en muchos otros complejos turísticos del lugar.
En 2001, Armando Kraenzlin, entonces director general de Kuda Huraa (ahora vicepresidente regional de Four Seasons Maldivas y director general de Landaa Giraavaru) trabajó con Thomas Le Berre para crear las primeras estructuras de coral de las Maldivas.
El objetivo era regenerar los arrecifes locales, que habían sido devastados por los efectos blanqueadores del fenómeno meteorológico de El Niño en 1997-1998. El proyecto se convirtió en Reefscapers, uno de los proyectos de propagación de arrecifes con más éxito del mundo. Desde entonces, el proyecto ha desplegado más de 7,000 armazones de coral, que han permitido el crecimiento de más de 40 especies de corales.
En 2005, encabezado por el biólogo marino Guy Stevens, Landaa Giraavaru puso en marcha el Proyecto Maldivo de la Manta Raya (MMRP, por sus siglas en inglés) y se convirtió en el proyecto fundador de Manta Trust, que ahora es la principal organización benéfica de conservación de mantarrayas del mundo.
Y en los 12 años transcurridos desde que Landaa Giraavaru abrió su Centro de Rehabilitación de Tortugas en 2011, biólogos especializados en la especie han rehabilitado y devuelto a la naturaleza más de 155 tortugas marinas.
Los complejos también se han asociado con el capítulo de Maldivas de Parley For The Oceans desde 2018 para recoger los residuos plásticos de los complejos y las islas vecinas.
En el primer año de funcionamiento, se reciclaron más de 1.3 toneladas métricas de plástico en ropa deportiva, plástico que de otro modo habría acabado en Thilafushi (la isla artificial de las Maldivas donde el país almacena sus residuos) o en el océano.
Situados en exuberantes laderas salpicadas de banderas de oración, entre pintorescas tierras de cultivo y antiguos monasterios, los cinco lodges de Six Senses en Bután llevan las credenciales ecológicas de la marca a un nivel superior. Los hoteles adoptan un enfoque holístico de la sostenibilidad, en lugar de centrarse en una sola cuestión.
A medida que el país se abre más y aumenta el consumo, tirar basura se está convirtiendo en un problema. No es raro que los turistas vean envoltorios de golosinas y botellas de plástico en la pista mientras hacen senderismo.
En un esfuerzo por combatir el problema, el personal de cada albergue ha creado rutas de senderismo en bucle que llevan a templos y monasterios y de vuelta al albergue, y se anima a los huéspedes a recoger la basura durante una excursión con un guía. Según el director general, Andrew Whiffen, en cada excursión se recogen 20 kilos de basura.
Mientras tanto, en Punakha, los huéspedes pueden desayunar con los monjes novicios del monasterio Chorten Nyingpo a cambio de un donativo. Hasta la fecha, se han recaudado $ 6,370 dólares para financiar los programas de aprendizaje de los monjes.
En el lodge de Thimphu, en la capital, los huéspedes pueden hacer manualidades en el Laboratorio de la Tierra de Six Senses con materiales sobrantes, dándoles una nueva vida. Hace poco, los restos de tela de los uniformes del personal se transformaron en fundas para el té.
El personal de los lodges de Paro y Gangtey cultiva en los huertos, nutridos con la composta producida en el lugar. Los cultivos cosechados se distribuyen entre todos los lodges. En Paro, los recortes de hierba se donan a la Fundación Maya, un santuario de animales donde los usan como forraje para caballos y burros.
En Damchena, cerca del Paro Lodge, se ha puesto en marcha un proyecto agrícola para cultivar superalimentos como quinoa y col rizada. Así se aumenta la variedad de la dieta butanesa y se reducen los kilómetros recorridos por los alimentos.
En consonancia con la filosofía de Cero Residuos de Six Senses, se ha construido una aldea ecológica con la madera sobrante de la construcción del lodge de Paro. La aldea también sirve como centro educativo para los lugareños, enseñándoles sobre sostenibilidad.
El Parkroyal Collection Marina Bay, el único hotel urbano de esta lista, marca la pauta de los hoteles urbanos que persiguen la sostenibilidad, lo que se refleja en los numerosos premios ecológicos que ha recibido.
El hotel, inaugurado en 2020, también es conocido como el primer “jardín en un hotel” de Singapur por la extensa plantación de más de 2,400 plantas y árboles a lo largo de 1,400 metros cuadrados de espacio.
En lugar de derribar el edificio original del hotel, inaugurado en 1987, los propietarios optaron por conservar su estructura y transformarlo. Todo el proyecto tuvo un costo de 33.7 millones de dólares. Con ello se evitaron más de 51,300 toneladas métricas de emisiones de dióxido de carbono.
Por todo el hotel los huéspedes descubrirán otras iniciativas bajas en carbono, como paneles solares, vehículos eléctricos y un gigantesco purificador de aire en forma de “bosque”.
En las habitaciones se cumplen todos los criterios ecológicos, como grifos de agua dulce filtrada, artículos de aseo biodegradables y sensores de movimiento para apagar las luces y el aire acondicionado.
A los viajeros ecológicos también les gustará saber que las cápsulas de café se reciclan como abono para la granja urbana del hotel, que cultiva más de 60 variedades de verduras, hierbas y flores comestibles.
La historia de &Beyond comenzó en 1991 en la provincia de KwaZulu-Natal, en el sureste de Sudáfrica, en un hermoso tapiz de terreno variado de 12,000 hectáreas, que va desde praderas a bosques, pasando por cadenas montañosas, así como ríos y pantanos.
Fue también aquí donde los lodges de &Beyond crecerían hasta un total de seis, y donde la visión de impacto del grupo, Care of the Land, Wildlife and People, se pondría a prueba y se perfilaría para convertirse en el modelo del ecoturismo.
El objetivo fundacional de la reserva era devolver la vida salvaje al lugar, ya que se había utilizado para plantar piñas y como granja cinegética. El rejuvenecimiento se hizo mediante un triple enfoque: cuidar la tierra, la fauna y la gente.
Al proporcionar empleo e invertir en bienestar y educación, &Beyond se ganó la confianza de las comunidades locales. Cuando la gente vio que la conservación podía ser económicamente viable, apoyó los esfuerzos de la reserva por rehabilitar la tierra, permitiendo el retorno de la fauna salvaje.
Treinta y dos años después, la reserva ha crecido hasta alcanzar las 30,000 hectáreas y alberga una floreciente población de los Cinco Grandes de África, entre otros animales. Aquí prospera una fauna que rara vez se ve en otros lugares, como el rinoceronte negro, en peligro de extinción. La reserva también cuenta con una de las poblaciones de leones genéticamente más diversas de Sudáfrica.
Aunque ahora la reserva también se centra en iniciativas de ahorro energético y en eliminar el uso de plástico, la conservación sigue siendo una prioridad. En 2019, se unió al African Pangolin Working Group (grupo de trabajo del Pangolín Africano) para reintroducir el Pangolín de Temminck en una zona donde había estado ausente durante décadas.
La reserva también ayuda al establecimiento de otras poblaciones de reserva en África, como por ejemplo, a revertir una extinción local de leones de 15 años en el Parque Nacional de Akagera, en Ruanda.
Adéntrate en la exuberante naturaleza de Chetumal, en Quintana Roo, México, para disfrutar de un cálido clima rodeado de la belleza de su entorno, asimismo experimentar la naturaleza a través de experiencias de aventura y cultura, acompañado de los mejores paisajes y culturas ancestrales, bajo un concepto de confort hotelero y detalles encantadores.
Kohunlich es una mística ciudad maya y centro ceremonial que se encuentra en medio de la selva al sur de Quintana Roo. El terreno cubierto de musgo y sus majestuosos templos fueron descubiertos en 1912 por el arqueólogo Raymond Merwin.
El yacimiento de 21 acres, cuenta con muchos edificios aún intactos y data del año 200 a.C. La mayoría de las estructuras se construyeron en el periodo Clásico Temprano, entre el 250 y el 600 d.C. Parece que Kohunlich era una escala en las rutas comerciales del sur.
The Explorean, que se encuentra a tan sólo 10 minutos en bicicleta de Kohunlich, combina unas hermosas y confortables instalaciones con detalles rústicos y amenidades de lujo.
Disfruta, descansa y relájate en los cómodos búngalos y cabañas privadas. Sal a tu patio privado y mécete en la hamaca. Escucha a la naturaleza. Deléitate con una experiencia culinaria de autor, la cual puede ser personalizada a tu antojo.
Las actividades, todo incluido, van desde kayak y navegación en catamarán por la laguna de Bacalar, ciclismo de montaña, recorridos arqueológicos y observación de aves, hasta caminatas en la naturaleza, observación de estrellas, cenas románticas y mucho más. Estás en la selva, pero te acompaña el servicio cálido y excepcional del principal grupo hotelero de México, el cuál cuenta con el distintivo Green Key en todos sus hoteles, mismo que avala a nivel mundial que el establecimiento está comprometido con la mitigación de su huella ambiental derivada de las operaciones.
La zona también es hogar de los monos aulladores, por lo que es posible que los escuches o tengas la fortuna de verlos.
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