Los últimos años no han sido fáciles para el sector de la hostelería. La alta inflación ha impactado a las empresas alimentarias de todo el mundo.
Aunque algunos pronósticos recientes han sido positivos, la posibilidad de una recesión mundial sigue acechando. Los supervivientes de las crisis económicas de la Gran Recesión de 2008 y de la pandemia del COVID-19 verán con angustia cualquier riesgo de una nueva afectación económica con la misma magnitud. La pregunta es: ¿Cómo deben prepararse los operadores de restaurantes y qué lecciones podemos aprender de anteriores depresiones económicas?
Aunque el sector restaurantero se vería gravemente afectado durante las recesiones económicas, se espera que el impacto en Asia sea menos grave que en Estados Unidos o Europa. La razón principal es que los precios de la comida fuera de casa no son tan altos en Asia en comparación con los países occidentales, ya que ir a un restaurante sigue considerándose una necesidad. En otras palabras, la demanda de comer fuera continúa.
Ante este panorama, el mayor cambio que deben hacer los operadores de restaurantes es ofrecer una mejor relación calidad-precio de sus productos. Esto se debe a que durante las recesiones económicas, los ingresos de los clientes pueden disminuir, y prestarán más atención a opciones gastronómicas asequibles con buena calidad; por ejemplo, durante la pandemia de COVID-19 los restaurantes ofrecían una opción económica en sus productos cuando los bolsillos estaban ajustados.
Ante una recesión económica, los restaurantes pueden intentar ofrecer raciones pequeñas o menús temporales para atraer a los consumidores.
Durante la Gran Depresión, los grandes almacenes popularizaron los mostradores de comida para que los clientes pudieran cenar de forma más cómoda y asequible. Más tarde, grandes minoristas como Walmart decidieron seguir utilizando este modelo de negocio con restaurantes o cafeterías en sus tiendas. Este enfoque reduce costos y aumenta el tráfico de clientes al cambiar el lugar y el modo de comer.
Hoy, los operadores han creado cocinas sencillas de comida para llevar, y cuentan con más opciones para hacer llegar a los clientes sus productos y reducir costos.
Prepararse sólo para cuando llegue una recesión puede ser demasiado tarde.
Todos los nuevos modelos de renovación de negocio giran en torno a la tecnología y las plataformas en línea. Aunque la pandemia haya terminado, los operadores deben aprovechar las tendencias digitales y ampliar activamente los canales de venta en línea, ya sea desarrollando sus propias aplicaciones o buscando alianzas con otras plataformas. La comida para llevar y los pedidos en línea serán clave para hacer frente a la desaceleración económica.
La digitalización tiene que acelerarse. Prepararse sólo para cuando llegue una recesión puede ser demasiado tarde.
Sea cual sea el sector, responder a tiempo a las condiciones económicas y ajustar las estrategias en consecuencia es clave para destacar en la feroz competencia del mercado, y el sector restaurantero requiere transformaciones estratégicas.
Los operadores de restaurantes pueden simplificar los menús para reducir costos, reforzar la formación del personal para mejorar la productividad y optimizar las operaciones a través de diversos medios tecnológicos para una comercialización precisa y poder llegar a ciertos grupos de clientes.
La clave es aprovechar la tecnología y atreverse a innovar.
Ante los impactos económicos, lo más importante para los operadores de restaurantes es mantener una mentalidad abierta y buscar puntos de inflexión, como atreverse a innovar en la adversidad. Cuando una empresa intenta sobrevivir a momentos de crisis, los cambios que implemente le representarán generosos beneficios a futuro.
La clave está en aprovechar la tecnología y atreverse a innovar. Si los operadores son capaces de ajustar a tiempo su mentalidad y sus estrategias, podrán encontrar oportunidades en medio de la crisis.
Alexandra Leung
Miembro del Grupo de Colaboradores
Alexandra Leung es una gran apasionada del sector de la alimentación y las bebidas. En plena pandemia de COVID-19, cofundó MONOGIC, una consultoría digital dedicada a dar a conocer las nuevas empresas de alimentación y bebidas de Hong Kong con su socio Kieran Gibb. Alexandra cuenta con más de seis años de experiencia en gestión y estrategia de cuentas de redes sociales para diversas empresas. Ha trabajado con más de 80 marcas de alimentación y bebidas, desde conceptos independientes hasta restaurantes con estrellas Michelin, aportándoles estrategias creativas y de autoridad en medios sociales, contenidos y relaciones públicas. Para más información visite https://monogic.co/