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Éxito en la cancha

Billie Jean King e Ilana Kloss fueron campeonas en la cancha de tenis, pero sus acciones fuera de ella son lo que ha impulsado un verdadero cambio para las mujeres en los negocios.

Billie Jean King e Ilana Kloss están de acuerdo en que hay una sencilla razón por la que su asociación personal y profesional de décadas, funciona.

“Billie es la soñadora y yo la constructora. Ella siempre está pensando en cómo mejorar las cosas y yo tiendo a frenarnos, lo que a veces crea algunos problemas”, ríe Kloss, en la casa que comparten en Nueva York.

“Yo sueño a lo grande, e Ilana me devuelve a la realidad”, añade por su parte King, en tono irónico. “Así que formamos un buen equipo”, confiesa.

Deseosa durante toda su vida de abogar por la igualdad de género y la justicia social, King cambió el curso del tenis femenino cuando, en 1973, fundó la Asociación de Tenis Femenino (WTA), que allanó el camino para el crecimiento del tenis en este género y del deporte femenino en general.

“Siempre he sido muy impulsiva. Y cuando competía en el tenis, era considerada amateur y pensé: esto es una tontería porque somos las mejores del mundo y nos llaman amateurs”, agrega.

”Para mí, aficionado significa que es un hobby, y si eres el mejor del mundo, eres un profesional, eres bueno. Eso me irritaba de sobremanera“, dice King, ganadora de 39 Grand Slams, 12 títulos individuales, seis de ellos en Wimbledon, 16 títulos de dobles y 11 trofeos de dobles mixtos.

Billie Jean Moffitt (Después King) en su partido contra la brasileña Maria Bueno durante la semifinal individual femenil en los Campeonatos de Wimbledon en 1965

“Cuando competía en el tenis, era considerada amateur y me decía a mi misma: esto es una tontería porque somos las mejores del mundo”.

- Billie Jean King

En 1968, tras ganar el primer torneo abierto de Wimbledon, King miró su cheque de ganadora y vio que era de 750 libras (949 dólares), en lugar de las 2,000 libras (2,532 dólares) que se embolsaría el campeón australiano Rod Laver por ganar el título masculino. “Pensé: ‘Vaya, es una gran diferencia’”, dice King.

“En ese momento supo que tenía que cambiar el deporte. Tenía la visión de que debía ser profesional”, añade.

El ojo en la bola

Kloss, que había sido recogepelotas de King en Sudáfrica cuando tenía 11 años, estaba entre las 63 jugadoras presentes en la sala del Hotel Gloucester de Londres la semana antes de Wimbledon, cuando King fundó la WTA.

“Me di cuenta de que, si esto era lo suficientemente bueno para Billie Jean y estaba dispuesta a arriesgarlo todo para hacerlo mejor para todos nosotros, ¿cómo podía ser malo para nosotras?”. recuerda Kloss. “Ella lo hacía para construir un futuro sostenible, cosa que ha hecho. Ahora seguimos haciéndolo”, cuenta.

De familia obrera (su padre era policía y bombero), King conocía el valor del dinero y quería sacar partido de su talento. También sabía lo que valía.

“A las mujeres se les da fatal pedir dinero. Y yo quiero que las mujeres ganen dinero porque equivale a oportunidades y a libertad”, afirma.

“Quiero ver a más mujeres en el mundo empresarial porque les dará acceso, relaciones y dinero, lo que significa movilidad y capacidad de elección”, afirma. “Cuando no tenemos dinero, nos sentimos asfixiadas: ¿a dónde voy? ¿Qué hago? No hay opciones. Cuando tienes dinero, tienes opciones, puedes ayudar a otros además de a ti misma, y puedes hacer una gran vida para tus seres queridos”, asegura.

Kloss y King en la final de la Copa Billie Jean King 2023, Final de Sevilla

“Billie es la soñadora y yo la constructora. Ella siempre está pensando en cómo mejorar las cosas y yo tiendo a frenarnos”.

- Ilana Kloss

La carrera empresarial de King comenzó pronto, mientras aún jugaba; fue propietaria de una serie de torneos, cofundadora de World Team Tennis, y lanzó la revista womenSports.

“Muchos deportistas cuando se retiran no saben qué hacer. Yo sabía exactamente lo que iba a hacer: me iba a dedicar a los negocios”, confiesa.

En 1974, King creó la Fundación para el Deporte Femenino, que este año celebra su 50 aniversario, una organización sin ánimo de lucro centrada en la participación de la mujer en el deporte, que nació de su frustración infantil por el hecho de que, al ser chica, el deporte no estuviera a su alcance.

En 1973, a la edad de 29 años, ganó el famoso partido de tenis “Batalla de los Sexos” contra Bobby Riggs, de 55 años; vencer al estadounidense era importante tanto para el tenis femenino como para el movimiento de liberación de la mujer en su conjunto.

“Me di cuenta a los nueve años, cuando fui a ver un partido de béisbol de los Dodgers. Aquel día se me hundió el corazón y me sentí muy mal porque sabía que nunca jugaría al béisbol por ser niña”, explica.

Primeras dificultades

Mientras crecía en Long Beach, California, King, una apasionada del deporte, solo podía ver cómo su hermano pequeño, Randy, jugaba en las ligas de béisbol juveniles. Randy Moffitt llegó a jugar en la NBL estadounidense durante 12 años, vistiendo la camiseta de los San Francisco Giants, los Houston Astros y los Toronto Blue Jays.

“No había nada para las chicas en el deporte en lo que respecta al futuro. Todo lo que podían hacer los chicos, yo no podía hacerlo porque era una chica. No teníamos nada, ni de base ni de otro tipo”, recuerda King.

“En aquella época no había nada para las mujeres y no creo que la gente se de cuenta ahora de lo mal que estaba, pero de la frustración surge la posibilidad, y aprendes a resolver problemas”, agrega.

King habla con los medios antes de jugar un partido de tenis llamado ‘Batalla de los Sexos’ en 1973

No había nada para las mujeres en aquella época y no creo que la gente se de cuenta ahora de lo mal que estaba, pero de la frustración surge la posibilidad”.

- Billie Jean King

Como joven profesional del tenis, Kloss estaba resolviendo sus propios problemas: cómo permitirse ser tenista a tiempo completo cuando procedía de Sudáfrica y estaba aislada de los grandes torneos que se celebraban con más frecuencia en Estados Unidos y Europa.

“Viniendo de un país lejano, siendo consciente de llegar al otro lado del mundo, ¿en dónde iba a alojarme?, ¿cómo administraría mi dinero y los costos?”, recuerda Kloss.

“Y mi padre trabajaba en ventas; nunca tuvo un salario base, todo lo que ganaba era por comisiones. Pero creo que esa experiencia de tener que ingeniármelas para viajar por todo el mundo y sobrevivir, me ayudó”, dice, orgullosa.

Kloss en su carrera como jugadora en Wimbledon

Con solo 18 años, la emprendedora Kloss, más tarde campeona de dobles y dobles mixtos de Grand Slam, ya formaba parte de la directiva de la WTA.

“Tuve mucha suerte de que me enseñaran y de estar en la sala aprendiendo esas lecciones. Pude aprender sobre el negocio y eso me dio una visión mucho más amplia de la industria, y creo que eso – perdón por el juego de palabras – me ha servido de mucho”, dice.

Kloss afirma que King enseñó a los miembros del consejo a comprender el punto de vista de sus socios y todas las facetas del negocio.

Doble asociación

De hecho, la longeva pareja, que se casó en 2018, forma un formidable dúo empresarial con una impresionante cartera de inversiones, que incluye a los Dodgers de Los Ángeles, el equipo de la WNBA LA Sparks, el Angel City FC de la Liga Nacional de Fútbol Femenino de Estados Unidos, The First Women’s Bank y Sports Data Labs.

King dice que le encanta formar parte de un equipo. “Me gustan las asociaciones porque me gustan los deportes de equipo. Es más divertido y tienes más cerebro”, expresa.

La empresa de inversiones de King y Kloss, BJK Enterprises, invierte en empresas y propiedades deportivas, centrándose en el crecimiento del deporte femenino y la creación de oportunidades para las comunidades infrarrepresentadas en el deporte.

“Si nos fijamos en el negocio, seguimos buscando oportunidades que realmente puedan mover la aguja y tener un impacto a largo plazo”, añade Kloss.

Un sueño de infancia se hizo realidad para King cuando ella y Kloss se convirtieron en propietarias minoritarias de Los Angeles Dodgers en 2018. El propietario del equipo, Mark Walter, preguntó inicialmente a la pareja si estarían interesados en subir a bordo del equipo de la WNBA, Los Angeles Sparks, pero King tenía otras ideas.

En su presentación como copropietarias del equipo de béisbol Los Angeles Dodgers

“No creo que a las mujeres se nos enseñe a pedir lo que queremos y necesitamos. Le pregunté a Mark Walter por los Dodgers, y creo que es la primera vez en mi vida que lo hago de verdad”, dice.

King recuerda que su cabeza “daba vueltas” cuando le sugirió a Walter que ella y Kloss se sentaran en la mesa de los Dodgers.

“Sabía que los Dodgers valían más y crecí con los Dodgers – no crecí con los Sparks – así que también tenía verdadera afinidad con ellos. Cuando Mark mencionó a los Sparks, pensé: ‘Caray, ¿por qué no los Dodgers?’ Mark ni siquiera se lo había planteado”, dice, riéndose al recordarlo.

El trato estaba hecho. “Más tarde pensé: ‘Tenía que haber pedido mucho más así cuando era más joven’. Fue una buena lección de vida, aunque un poco tarde”, recuerda.

Más recientemente, King y Kloss han vuelto a unir fuerzas con Walter para crear la primera Liga Profesional de Hockey Femenino de Estados Unidos. “Me habría encantado jugar al hockey sobre hielo”, dice King.

“Ahora las niñas tienen el sueño, como lo tienen sus hermanos. Eso es lo que quiero para todas las niñas, porque tenemos que seguir fabricando los sueños de las niñas. Los sueños de los chicos se fabricaron hace más de 100 años, así que estamos empezando a ponernos al día”, añade.

Kloss señala el asombroso éxito de la Copa Mundial Femenina de la FIFA, celebrada en Australia el año pasado, como prueba de hasta qué punto ha crecido el deporte femenino en todo el mundo. “El año pasado estuvimos en Australia con motivo de la Copa Mundial Femenina, y fue increíble ver el gentío y el entusiasmo”, afirma Kloss.

Punto de inflexión

“Parece que el deporte femenino está en un punto de inflexión. Estamos empezando a conseguir que los multimillonarios inviertan en serio, y lo que me parece emocionante es que haya inversiones en el deporte femenino que nos permitan construirlo y empezar bien; tener la inversión adecuada, el personal adecuado, el marketing adecuado y los medios de comunicación adecuados para que realmente se pueda construir como es debido. Llevará tiempo, pero estamos en camino”, asegura.

King sostiene que las relaciones que ha fomentado con los empresarios han contribuido en gran medida a que se invierta dinero en el deporte femenino.

El propietario y presidente de los Dodgers de Los Ángeles, Mark Walter (atrás) y el presidente y director ejecutivo de los Dodgers, Stan Kasten (derecha), presentan a las socias Billie Jean King e Ilana Kloss como propietarios minoritarios del grupo propietario del equipo en el Dodger Stadium el 21 de septiembre de 2018

“Es muy partidaria de traer a los hombres, porque son ellos los que tienen que impulsar el cambio”.

- Ilana Kloss

“La mayoría de las veces siguen siendo los hombres los que tienen el dinero y tenemos que conseguir que crean en nosotras. Y si no hubiera tenido grandes mentores y aliados masculinos, no estaríamos donde estamos, porque ellos siguen siendo los que tienen el dinero, los medios y el poder. Pero está cambiando; ahora los millonarios y multimillonarios piensan que pueden rentabilizar su inversión, mientras que antes sólo se trataba de ayudarnos, y ésa es la mayor diferencia. Y por fin estamos viendo ese cambio”, afirma.

De hecho, Kloss afirma que, aunque King siempre ha tenido como objetivo ayudar a niñas y mujeres, también “lo hace por todos”, comparte.

“Es una muy partidaria de los hombres, porque son ellos los que tienen que impulsar el cambio. Su punto fuerte es que es una increíble unificadora y es capaz de unir a personas con diferentes puntos de vista, diferentes religiones, diferentes razas, por una causa común”, asegura Kloss.

Tanto King como Kloss coinciden en que, en los negocios, las relaciones lo son todo. Para Kloss, lo importante fueron las relaciones que entabló con los patrocinadores, los medios de comunicación y las familias cuando era una joven jugadora.

“Quiero decir, consigues tu primer trabajo, normalmente gracias a una relación, y por eso creo que las relaciones lo son todo y porque eres un atleta profesional, tienes acceso a gente increíble y esas relaciones te servirán para siempre, así que siempre quieres estar alerta”, dice Kloss.

Fanáticas de Matildas celebrando en el FIFA Fan Fest de Melbourne durante la Copa Mundial Femenina 2023

“Parece que el deporte femenino está en un punto de inflexión. Estamos empezando a conseguir que los multimillonarios inviertan en serio”.

- Billie Jean King

“Nunca sabes a quién vas a conocer o con quién te vas a sentar al lado, así que creo que las relaciones que hice, empezando literalmente con Billie Jean cuando tenía 11 años hasta el ex director general de DuPont, Ed Woolard, que fue uno de nuestros mentores y me enseñó todo y, más recientemente, Mark Walter, me ayudaron. Eso fue realmente conseguir un sitio en la gran mesa”, añade.

A sus 80 años, King no tiene intención de bajarse de la gran mesa y sigue queriendo hacer del mundo un lugar mejor. “Me di cuenta, entonces no conocía el mundo, pero sabía que el tenis era una plataforma. Sabía que tal vez podría marcar la diferencia. Quizá si fuera la número uno, la gente me escucharía, pero sabía que era una chica y quizá eso lo haría más difícil. Sin embargo, creo que he conseguido algo”, comparte.

Kloss y King asisten a la Marcha del Orgullo LGBTQIA+ de Nueva York el 24 de junio de 2018

Kloss afirma que King sigue teniendo la misma motivación que aquella niña de 12 años que quería cambiar el mundo. “No importa lo preparados que creamos estar, ella siempre hace una pregunta para la que quizá no tengamos respuesta”, afirma.

“Billie Jean tiene la capacidad de ver el futuro. En una cancha de tenis, yo solo me preocuparía por el otro lado de la red y por la pelota que viene hacia mí, pero ella tiene una gran capacidad para ver casi toda la cancha desde arriba; supongo que es un don divino, y no solo en el tenis. Lo mejor es que todos tenemos la suerte de que ella lo utilice para mejorar las cosas para todos”, concluye.

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